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El Teósofo - Órgano Oficial del Presidente Internacional de la Sociedad Teosófica
Vol. 136 - Número 07 -  Abril 2015 (en Castellano)

 
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Altruismo y Teosofía

CHITTARANJAN SATAPATHY

Vicepresidente internacional de la Sociedad Teosófica, Adyar.

Charla pública dada en el Congreso de la Zona Oriental, Bhubaneswar, Sección Inda, 14 febrero 2015

 

Cuando pensamos en altruismo, otros dos términos relacionados vienen a nuestra mente. Ellos son: caridad y filantropía. Muy a menudo pensamos que esos términos son intercambiables y que significan lo mismo. Sin embargo, hay una sutil diferencia entre éstas expresiones.

De estas tres palabras, caridad y filantropía son expresiones más antiguas, altruismo es una palabra relativamente nueva. Fue acuñada originalmente en el siglo XIX por el filósofo francés Auguste Comte como un antónimo de egoísmo. Él derivó la palabra francesa “altruisme” del vocablo italiano “altrui” el cual a su vez deriva del Latín “alteri” que significa “otras personas” o “alguien más”. Sociólogos, psicólogos, biólogos evolucionistas, neurobiólogos, antropólogos, etólogos e incluso líderes religiosos y espirituales usan esta palabra. Altruismo y desinterés por sí mismo es lo opuesto a egoísmo e interés propio. Se refiere al principio o a la práctica del bienestar de los demás.

 

William Scott Green define al altruismo como “la acción intencional, básicamente, por el bienestar de los demás, que implica, al menos la posibilidad ya sea de ningún beneficio o de un perjuicio para quién ejecuta la acción”. Aunque la palabra altruismo tiene un origen reciente, el concepto de altruismo es una virtud tradicional en muchas culturas y forma la base de varias tradiciones religiosas.

 

Filantropía, por otro lado, significa “amor a la humanidad” en el sentido de cuidar, nutrir, desarrollar y mejorar ”lo que es ser humano”. Una definición moderna de filantropía es “iniciativas privadas para el bien público, enfocadas en calidad de vida”. La filantropía, se diferencia del comercio, el cual está relacionado con “iniciativas privadas para un bien privado, centrándose en la prosperidad material”, y el gobierno, por otro lado, está “ocupado en iniciativas públicas para el bien público, centrándose en la ley y el orden”.

 

Caridad es un viejo concepto que es diferente a filantropía, aunque puede haber ocasiones en las que coincidan. La caridad alivia el dolor de problemas sociales, mientras que la filantropía intenta resolver las causas fundamentales de esos problemas. El ejemplo común citado es la diferencia entre darle un pez a un hombre hambriento y enseñarle a pescar. "Dale a un hombre un pez y lo alimentaras por un día, enséñale al hombre a pescar y lo alimentarás de por vida."

 

Existe a su vez una diferencia entre filantropía y altruismo. Una vez una filántropa, quien junto a su esposo había donado decenas de millones de dólares, fue entrevistada. Ella dijo muy francamente que no existe algo parecido al altruismo en filantropía. Un filántropo promedio es mundano. Él sabe que hay personas muriendo de hambre, algunos sin acceso a servicios de salud y medicinas y que hay privación y analfabetismo. Aun así el filántropo no hace voluntariado con su dinero, no hasta que se le pide o es inspirado a hacerlo. Muy a menudo, el filántropo necesita reconocimiento en alguna forma, publicidad, admiración de la gente y un sentido de satisfacción. Esta es la razón por la que la filantropía no es altruismo, el altruismo implica la renuncia a uno mismo y la preocupación exclusiva por el bienestar de los demás.

 

Al señalar la distinción entre caridad, filantropía y altruismo, uno no intenta menospreciar la importancia o la utilidad de la caridad y la filantropía. La caridad como práctica de benevolencia, dando y compartiendo, es alentada en todas las religiones y tradiciones. La caridad como virtud es un importante concepto teológico cristiano de bondad y amor sin límites. Su equivalente Pali y Sánscrito, dãna, es la virtud de dar, la generosidad y la benevolencia en la mayoría de las tradiciones Indias, incluyendo Hinduismo, Jainismo, Budismo y Sikismo. En el Budismo se la considera la primera de las pâramitâs. El concepto hebreo tzedakah es comúnmente usado para referirse a caridad. El concepto Islámico zakah significa caridad obligatoria; mientras que el concepto sadaqah, caridad voluntaria. La caridad es tanto útil como necesaria para aliviar el dolor y el sufrimiento de la gente en general.

 

Lo mismo ocurre con la filantropía, la cual intenta resolver problemas similares, abordando la causa raíz de los problemas. Todos los problemas de la sociedad que degradan la vida humana y generan condiciones inhumanas no pueden ser resueltos por los gobiernos ni instituciones públicas. Los filántropos juegan un papel importante achicando la brecha. Cada vez más hombres de negocios, industriales y gente de dinero se acercan hoy con ganas de emprender y financiar el trabajo filantrópico. Este es un desarrollo bienvenido aunque gran parte de ese trabajo filantrópico se haga por reconocimiento social, publicidad, etc.

 

La intención aquí es entender la diferencia entre caridad y filantropía  por un lado y altruismo por el otro, en el contexto de la espiritualidad, con el que se relaciona la Teosofía. Como es bien sabido, la Teosofía no es una religión pero abarca la Sabiduría Divina que diferentes maestros y profetas han enseñado a diferentes naciones y pueblos en diferentes partes del mundo en distintos idiomas como los conceptos básicos esenciales de las diferentes religiones a lo largo de los siglos. Teosofía se traduce como sabiduría divina o brahmavidya. También se la conoce como la "sabiduría antigua" existente desde el principio. La Sociedad Teosófica, fundada en 1875 y los líderes teosóficos que la fundaron, no tienen obviamente patente o derecho de autor sobre la teosofía ni hacen reclamo alguno.

 

Altruismo es una expresión relativamente moderna, pero constituye un concepto básico en Teosofía. Quizás éste sea el momento adecuado para señalar la diferencia entre una persona que lleva un modo de vida teosófico y otra que sólo  se hizo miembro de la ST. Uno puede fácilmente convertirse en miembro de la ST si está de acuerdo con los tres objetivos de la Sociedad, particularmente con el primero de ellos que se refiere a la Fraternidad Universal y paga una cuota nominal cada año. La ST concede absoluta libertad a sus miembros y admite miembros de todas las religiones o sin religión alguna. No impone doctrina u opinión a ningún miembro. Se ha hecho hincapié una y otra vez que el mero hecho de convertirse en miembro de la ST no es suficiente para convertirse en un teósofo. Estudiar Teosofía tampoco es suficiente para convertirse en Teósofo. Uno debe poner en práctica los principios teosóficos y vivir la Teosofía. Uno de los principios más importantes de la Teosofía es el altruismo. Vivir altruistamente es vivir para los demás y no para uno mismo. La vida teosófica es una vida de autosacrificio y servicio.

 

Madame Blavatsky, cofundadora de la ST, escribió un libro hacia el final de su vida titulado La clave de la Teosofía. En éste ella usa algunas veces los términos altruismo y altruista. En alguna parte dice que la regla más importante es la renunciación de la propia personalidad, es decir, un miembro debe convertirse en altruista por completo, nunca pensar en sí mismo y olvidar su propia vanidad y orgullo, pasa pensar solamente en el bien de sus semejantes. Debe vivir una vida de abstinencia en todo, abnegación y estricta moralidad, cumpliendo su deber junto a todos los hombres. Al decir esto, reconoce que existen sólo unos pocos teósofos reales en la ST. Reconoce también que hay personas incluso fuera de la ST que son mejores teósofos. Señala el caso del Padre Damián, quién pasó su vida cuidando pacientes leprosos y finalmente murió de Lepra. Según ella, él era un ejemplo viviente de heroísmo teosófico, como Buddha y Cristo lo son de la misericordia y el sacrificio.

 

Madame Blavatsky fue siempre muy franca y decía que ningún hombre tiene derecho a decir que no puede hacer nada por otros, bajo ningún pretexto. Dice además, que la ST no tiene reglas que obliguen a nadie a convertirse en un teósofo practicante; sin embargo, ningún hombre que carezca de altruismo se convertirá jamás en un verdadero teósofo.

 

Ciento veinte años después, durante una conferencia pública en la Convención Internacional de la ST en 2009, nuestra ex presidente, la Sra. Radha Burnier, dijo:

 

El altruismo debería ser la cualidad característica de todo teósofo declarado. Muchos de nosotros nos autoproclamamos teósofos, pero sólo somos miembros de la ST, no reales teósofos. El teósofo es aquel que es diferente ya que se caracteriza por esta calidad de altruismo. Cada uno de nosotros puede examinar, de vez en cuando, si calificamos para ser teósofos, o si sólo somos miembros de la ST.

 

Madame Blavatsky y Radhaji sabían bien lo que decían, porque vivieron vidas perfectamente altruistas por el bien de los demás, con gran sacrificio para sí mismas. Esto suena cierto cuando escuchas a Radhaji decir:

 

Tenemos que proseguir nuestro lento camino a través de muchas encarnaciones, hasta que nos damos cuenta de la belleza y la grandeza de ser altruista. El mundo puede considerar a varias personas como altruistas cuando estas hacen un pequeño bien, pero la persona que es verdaderamente altruista, no vive para sí mismo sino para el bien de los demás, incluyendo pájaros, animales, insectos y la tierra misma.

 

Radhaji llevó a un nivel diferente el concepto de altruismo y el de fraternidad universal, que está relacionado, incluyendo en su definición no sólo a nuestros semejantes, sino también a los animales, las plantas y el medio ambiente.

 

Hay autores con un punto de vista opuesto al altruismo. Un libro de Ayn Rand titulado La virtud del egoísmo es un ejemplo. En el mismo, ella argumenta para validar el egoísmo como un código racional de ética y trata de demostrar que el altruismo es destructivo. Tal polémico título e igualmente controvertido punto de vista analizado en él, sin duda hizo a la autora muy conocida, pero al final no muchos comprarían su argumento.

 

Hay vastas pruebas de tradiciones religiosas y de otra índole, que apoyan la idea de la vida altruista. El altruismo es central en las enseñanzas de Jesucristo. Muchos autores bíblicos establecen una fuerte conexión entre el amor a los demás y el amor de Dios. El poema de James Henry Leigh Hunt no sólo hizo la historia de Abou Ben Adhem inmortal, sino también el concepto de que el amor al prójimo es superior al amor a Dios.

 

En el Islam, el altruismo se refuerza en el concepto de 'al-eethaar ", que es la noción de preferir a otros antes que a uno mismo. El Profeta Mahoma ensalza la virtud de los Musulmanes Ansar de Medina, que compartieron sus casas, ropa y alimentos con los emigrados de la Meca, dejando de lado sus necesidades. En el Islam actualmente, el altruismo es conocido como ‘al-ghayriyah', 'ghayr' que significa el otro. La tradición islámica tiene muchos relatos maravillosos de altruismo. Está la historia de una familia que acuesta al niño y apagan las luces y fingen comer mientras ofrecen la única comida disponible a una persona hambrienta. Otro relato es el de un soldado herido que está muriendo de sed quien se niega a beber el agua que le ofrecen y solicita que sea ofrecida primero a otros soldados heridos que yacen a su alrededor.

 

Los principios fundamentales del Jainismo giran en torno al concepto del altruismo, no sólo para los humanos sino para todo ser vivo. El Jainismo tiene una reverencia inflexible hacia toda vida. El primer Tirthankara Rishabh, introdujo el concepto de altruismo hacia todo ser viviente.

 

El altruismo figura prominentemente en el Budismo. Hace hincapié en el amor y la compasión, y desea que todos los seres sean felices y estén libres de sufrimiento. A juicio del Dalai Lama, el Budismo como religión es la bondad hacia los demás. Las historias de Jataka que describen las vidas pasadas de Buda y los hechos de su última vida están repletas de actos altruistas. El voto del Bodhisattva,  que dice algo como: "no entraré al estado de Nirvana hasta que todos los demás se hayan iluminado", es quizás el máximo ejemplo de altruismo. Jowo Atisha, fundador de la escuela Kadampa en el Budismo Tibetano fue instruido por una mendiga, "uno debe renunciar al egoísmo y a los pensamientos egoístas y estar más preocupados por los demás, poniéndose en el lugar de los demás".

Patrul Rinpoche conoció a una viuda y a sus tres hijos, mientras iba a pie camino a Sershul, para celebrar un festival de Dharma. Ellos también se dirigían al festival. Rinpoche sintió lástima por los huérfanos y su madre viuda, cargó al segundo niño en sus espaldas y viajó con ellos. Rinpoche llevaba al niño alzado en sus hombros a mendigar comida y compartía todo con ellos. La gente pensaba que eran una familia de mendigos. La mujer no supo que él era Patrul Rinpoche hasta después de llegar a destino.

 

En el Judaísmo, el altruismo es considerado el objetivo deseado de la creación. Se cree que todo lo que ocurre es para elevar a la humanidad al nivel del altruismo, el amor por el otro. El altruismo también es un componente esencial de la religión Sikh. Los gurús Sikh sacrificaron sus vidas para proteger a los débiles e indefensos de atrocidades. Se vio a Bhai Kanhaiya dando agua a amigos y enemigos entre los soldados heridos en la guerra. Esto revivió algunos de los soldados enemigos que empezaron a pelear de nuevo. Cuando el asunto fue llevado ante el Guru Gobind Singh, Bhai Kanhaiya explicó que él estaba dando agua al herido porque vio la cara del Gurú en todos ellos. El Gurú aprobó, “Ustedes estaban practicando lo que les enseñaron en la casa del Gurú. También deben darles ungüento para curar sus heridas".

El Hinduismo le da gran importancia al altruismo. El santo poeta Tulsidas escribe en Ram Charit Mânas:

 

Para hita sarisa dharma nahi bhåi, para pidå sama nahi adhamåi.

No existe mayor dharma que ser útil a los demás. No puede haber un mal mayor que producir dolor a otro (Rama hablándole a Bharat en ‘Uttarakhand’, 7.41)

 

El santo poeta Narasi Mehta dice algo similar cuando canta:

 

Vaishnavas (devotos del Señor Vishnu) son aquellos que,

Sienten el dolor de los demás,

Ayudan a aquellos que están en la miseria,

Pero nunca dejan que el ego o la vanidad entre a sus mentes.

 

El hombre espiritual es aquél que comprende el dolor de los demás y ayuda a otros en la miseria sin siquiera una sombra de orgullo.

 

En el Panchatantra (5.3.37) y en el Jitopadesa (1.3.71) se nos dice:

 

Ayam nijah paroveti gananâ laghuchetasâm,

Udâra charitânâm tu vasudhaiva kutumbakam.

Esto es mío, eso es de otra persona, es el pensamiento de la gente de mente estrecha; para el sabio todo este mundo es una familia.

 

El original en Mahopanishad ( 6,71-72 ) tiene una ligera variante:

 

Ayam bandhurayam neti gananâ

Laghuchetasâm,

Udâra charitânâm tu vasudhaiva

 Kutumbakam.

 

El Brihadaranyaka Upanishad, en el versículo 5.2.3, establece que las tres características de una persona buena y evolucionada son autocontrol (damah), compasión o el amor por toda vida ( dayâ ), y caridad (dâna). Aprende tres virtudes cardinales, auto-moderación, caridad y compasión por toda vida.

 

En el Bhagavadgitâ, el Sr. Krishna afirma que refrenando los sentidos y apreciando todo por igual, aquellos que se dedican al bienestar de todos los seres, vienen a mí.

 

Sanniyamya indriya-grâmam, sarvatra sama-buddhayahû

Te prâpnuvanti mâm eva, sarva-bh»ta-hite ratâhû

 

En el Viveka Chudamani , versículo 37, Shankaracharya describe las cualidades de los seres más nobles quienes están siempre actuando en beneficio de la humanidad y ayudan a otros a cruzar el océano del Samsâra :

 

Sântâ mahânto nivasanti santo, vasantavat lokahitam charantah; tirnâh svayam bhima bhavârnavam janân, ahetuna anyân api târayantah.

Existen buenas almas, calmas y magnánimas, que hacen el bien a los demás como lo hace la primavera y que habiendo ellos cruzado este océano terrible de nacimiento y muerte, ayudan también a otros a cruzarlo, sin motivo alguno.

 

Las escrituras hindúes, sin excepción exaltan la virtud del altruismo. Lo mencionan de modos diferentes como lokahita, hita bhuta sarva, hita párrafo, upakāra párr. Algunos de los ejemplos son:

 

1. En los 18 Purâna-s, Vyâsa Maharshi ha dicho sólo dos evangelios: Hacer favores a los demás es punya y causar problemas a los demás es pâpa (pecado).

 

2. Los árboles dan frutos para asistir a los demás, los ríos fluyen para ayudar a otros, las vacas producen leche para alimentar a otros. De la misma manera, nuestro cuerpo también debe ser utilizado para ayudar a los demás.

 

3. Por último, tenemos el famoso sukta sanyâsa del Mahânârâyana Upanishad (Krishna Yajur Veda ):

 

Na karmanâ na prajayâ dhanena,

Tyâgenaike amrtatvam ânasuh;

Parena nâkam nihitam guhâyâm,

Vibhrâjate yadyatayo visanti.

 

La inmortalidad no se obtiene a través de la acción, la descendencia o la riqueza, solamente a través del sacrificio, renunciamiento y altruismo.

 

Uno encuentra de este modo que el altruismo es un concepto clave en todas las grandes religiones del mundo. Por lo tanto, no debería ser ninguna sorpresa que el concepto de altruismo sea el centro de la Teosofía, la cual es la fuente de todas las religiones. En Ocultismo Práctico, Madame Blavatsky dice:

 

Hágales saber inmediatamente y recordar siempre, que el verdadero Ocultismo o Teosofía, es la 'Gran Renunciación del YO', incondicional y absolutamente, tanto en pensamiento como en acción. Eso es ALTRUISMO. . .

 

Además, en el mismo libro dice:

 

Y sin embargo, el que se beneficiaría por la sabiduría de la mente universal, tiene que llegar a ella a través de toda la humanidad, sin distinción de raza, tez, religión o condición social. Es el altruismo, no el egoísmo, incluso en su concepción más legal y noble, lo que puede llevar la unidad a fusionar su pequeño yo en el Yo Universal.

 

En La Voz del Silencio expresa:

 

“Deja que tu alma preste oído a todo grito de dolor como el loto desnuda su corazón para beber el sol de la mañana. No permitas que el ardiente sol seque una sola lágrima de dolor, antes de que tú la hayas enjugado de los ojos del que sufre.Pero sí permite que cada ardiente lágrima caiga en tu corazón y permanezca allí; sin enjugarlas, hasta que el dolor que las causó sea eliminado".

(Fragmento I, 59-61)

 

En La Doctrina Secreta dice:

. . . El único paliativo para los males de la vida es la unión y la armonía, una Fraternidad IN ACTU, y altruismo no sólo de nombre.

 

B. P. Wadia, que ha escrito excelentes comentarios sobre los libros de Madame Blavatsky tiene esto para decir:

 

La Doctrina Secreta hace comprender esta lección estupenda. Las Estancias de Dzyan y los preceptos de oro de La Voz del Silencio pertenecen a la misma serie de Instrucciones Ocultas y si ellos hacen hincapié en una enseñanza más que en otras, ésta sería: los peligros de una vida de conocimiento y devoción, de sabiduría y pureza, desprovista al mismo tiempo de altruismo positivo y activo. Sin dudarlo, se puede afirmar que las enseñanzas contenidas en La Doctrina Secreta no pueden ser bien comprendidas por alguien que no es activamente altruista. Seguirá siendo un libro sellado a pesar de una mayor comprensión y percepciones intuitivas, a menos que estos dos se usen en el plano de la acción. Lo que distingue a un Teósofo de un estudiante de Teosofía es este altruismo. En La Clave de la Teosofía se dice, "Teósofo es aquél que hace Teosofía", no es quien piensa, estudia, siente, sino quien hace.

 

Al escribir hace un siglo, cuando la palabra no había adquirido las connotaciones mixtas de hoy, H. P. Blavatsky definió el ocultismo como "altruismo puro y simple", la sabiduría divina o la teosofía oculta dentro de todas las religiones. Ocultismo se funda en el principio de que la Divinidad se oculta, trascendente y sin embargo inmanente, dentro de cada ser viviente. Como disciplina espiritual el ocultismo es la renuncia al egoísmo; es el "camino todavía pequeño" que conduce a la sabiduría, al recto discernimiento entre el bien y el mal y a la práctica del altruismo.

Al escribir en Lucifer, Madame Blavatsky dice:

 

El que no practica el altruismo, el que no está preparado a compartir su último bocado con alguien más débil o más pobre que él; el que se niega a ayudar a su hermano, sea cual fuere su raza, nación o credo, cuándo y dónde encuentre sufrimiento y quien hace oídos sordos al clamor de la miseria humana; el que oye una persona inocente calumniada, sea un teósofo hermano o no, y no emprende su defensa como él emprendería la suya propia, no es Teósofo.

(Lucifer, Vol. I, p. 169.)

 

Cuando el Maestro KH, uno de los fundadores internos del ST, dijo que el primer objetivo de la ST es la filantropía, aclaró que su referencia a la filantropía se entiende en un sentido más amplio y que el verdadero teósofo es un filántropo, no para sí mismo, sino para el mundo en que vive. Adoptando una connotación moderna, podemos decir que un verdadero Teósofo tiene que ser altruista, que viva para el mundo y no para sí mismo.

La Dra. Annie Besant lleva el concepto de altruismo a una gran altura cuando dice en Las Leyes de la Vida Superior:

 

El hombre espiritual debe llevar una vida más elevada que la vida del altruismo. Debe llevar una vida de auto-identificación con todo lo que vive y se mueve. No hay "otro" en este mundo; todos somos uno. Cada uno es una forma separada, pero un mismo Espíritu se mueve y vive en todos.

 

Por altruismo rompemos la ilusión de “Tu alma y mi alma " . (La Doctrina Secreta, I, 120)

 

"Levanta tu cabeza, oh Lanoo ; ¿ves una o innumerables luces por encima de ti, ardiendo en el cielo oscuro de la medianoche?"

"Percibo una Llama, oh Gurudeva , veo innumerables chispas inseparables brillando en ella."

"Lo has dicho bien. Y ahora mira a tu alrededor y dentro de ti mismo. Esa luz que arde dentro de ti, ¿la sientes diferente de alguna forma, de la luz que brilla en tus hermanos?"

"No es de ninguna manera diferente, aunque el prisionero sea mantenido en cautiverio por el Karma, y aunque sus ropajes exteriores engañen a los ignorantes al decir : "Tu alma y mi alma."

 

Cualquiera que sea la tradición, la religión o la cultura de la que uno pueda provenir, no quedan dudas de que la única manera de avanzar es llevar una vida altruista, vivir para los demás y sin fines egoístas.

 

Referencias:

 

1. Altruismo en las religiones del mundo por Jacob Neusner y Bruce Chilton (eds) , Georgetown University Press .

2. El altruismo del Budismo por Khenpo Rinpoche Sodargye , conferencia pronunciada en la Universidad de Shandong el 11 de noviembre de 2011.

3. El altruismo de La Doctrina Secreta , estudios en La Doctrina Secreta ( segunda serie ) por B. P. Wadia.

 

 

 
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