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El Teósofo - Órgano Oficial del Presidente Internacional de la Sociedad Teosófica
Vol. 137 - Número 04 -  Enero 2016 (en Castellano)

 
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La causa del sufrimiento

 

BHUPENDRA R. VORA

 

Hay mucho sufrimiento como puede presenciarse en los sucesos que acontecen alrededor del mundo. La vida humana está llena de dolor en muchas maneras. Existe el sufrimiento a nivel físico que resulta de conflictos, desastres naturales como los terremotos, tsunamis, etc., y enfermedades que afectan a los seres humanos y otras vidas en una u otra parte del mundo. La muerte y desplazamiento de grupos enteros de personas en el Medio Oriente y África son ejemplos de este tremendo sufrimiento del que somos testigos en el presente.

 

Luego existe el gran sufrimiento de animales que los cazan por sus cuernos, colmillos y otros productos, en tanto algunos son sometidos a una gran crueldad en los laboratorios que prueban los productos en animales. Por medio de esta crueldad hacia los animales, la humanidad está creando nuevo karma que resultará en sufrimiento para ella en el futuro. La suma total de dolor y sufrimiento en el mundo es inmensa y debido a la ignorancia de las leyes de la Naturaleza se crean sin cesar causas de nuevos sufrimientos.

 

Pero hay otra clase de sufrimiento a nivel psicológico que es la causa de gran aflicción y dolor para los seres humanos, de los deseos y esperanzas que permanecen insatisfechos o son insaciables. Es la lucha constante en los seres humanos, buscar la felicidad a través de las cosas materiales que finalmente llegan a ser la causa de mucha infelicidad. Por ignorancia los hombres creen que los objetos de placer o riqueza pueden proporcionar la seguridad y felicidad a que todos aspiran. La mente crea deseos por los objetos de gratificación de los sentidos. Estos no siempre son realizados o satisfacen las expectativas imaginadas por la mente y así resultan en dolor. Es la experiencia de todos que los objetos de gratificación de los sentidos proporcionan felicidad solamente por un tiempo limitado y entonces dejan de divertir o de proporcionar felicidad.

 

El gran maestro de la humanidad, el Señor Buda, dijo que trshna o deseo por la existencia basada en los sentidos era la causa del sufrimiento. El iluminado analizó la condición de la existencia humana a través de las Cuatro “Nobles Verdades” que afirman que hay sufrimiento, que hay una causa de este sufrimiento, que hay un camino para terminar con el sufrimiento y el camino es el ‘Noble Óctuple Sendero’. Su análisis de trshna va a la raíz de la condición humana. Es a través del deseo que se crea la cadena de la esclavitud terrenal y el dolor. El Buda fue como un médico que encontró la causa de la enfermedad que se llama sufrimiento y recetó la medicina de la moderación en la vida.

 

La mente es la fuente de los deseos que tienen sus raíces en la codicia, el odio y la ilusión. Crea expectativas en las relaciones con los demás dentro de nuestra familia, amigos, la sociedad, etc. y cuando esas expectativas no son satisfechas hay infelicidad y dolor.

 

Cuál es el problema central que está en el fracaso de las relaciones, es un asunto que necesita examinarse. En la contemplación profunda se comprende que es el egoísmo. Cuando no hay comprensión por las necesidades de otros y una visión auto-centrada de las necesidades y deseos propios se vuelven inevitables el conflicto y el dolor. Así en la vida diaria encontramos problemas con las personas con quienes interactuamos. Nuestra visión de la vida es desde nuestro propio punto de vista y aspiraciones, por lo que no tenemos consideración por las necesidades y aspiraciones de los demás y, por lo tanto, hay mucho dolor y aflicción en el mundo. ¡por qué hay tanto dolor cuando las expectativas no se satisfacen! Necesitamos reflexionar sobre esto profundamente.

 

El sufrimiento no está limitado a quienes no poseen riquezas o las comodidades y amenidades de la vida. Igualmente se aplica a quienes son ricos y tienen todo lo que les permiten vivir cómodamente. La causa del sufrimiento es la ausencia de contentamiento en la vida. El Buda abogó por la moderación en todos los aspectos de la vida. No es posible vivir en el mundo sin dinero y muchas de las cosas que requiere la vida moderna. Sin embargo, la correcta actitud mental hacia ellas es importante. El cultivo de una actitud de no apego a los objetos de comodidad crea una paz interna que no depende de nada que sea externo.

 

Se le pidió una vez a Mahatma Gandhi que diera el mensaje de su vida en solo tres palabras. Él dijo “renuncia y disfruta. En las palabras del Isa Upanishad’ “deberías disfrutar de todas las cosas, después de renunciar al deseo por ellas”. Este mensaje tiene un profundo significado: el contento con cualquier cosa que proporcione la Naturaleza en un momento de necesidad. Algunas de las personas más pobres en el mundo a menudo expresan contentamiento y felicidad con sus vidas sencillas, lo que es ejemplar. Ellos son felices cuando sus necesidades diarias de alimento y cobijo son satisfechas y están dispuestos a compartir su comida con otros. No se preocupan el hecho de dónde provendrá su siguiente comida y expresan confianza en su capacidad para obtener lo suficiente para las necesidades del día siguiente.

 

Por otra parte, mucha gente rica no se desprende de algún dinero o ayuda a alguien necesitado. La codicia por acumular más y más riqueza se vuelve una obsesión que los consume. La felicidad es un estado interno de la mente que no depende de los objetos externos que crean ilusiones y solo alegrías momentáneas.  Sin embargo, hay algunas personas que comprenden la responsabilidad que pone sobre ellos la riqueza y la liberan benevolentemente para ayudar a la sociedad en general. Ellos lo hacen estableciendo instalaciones educacionales, hospitales y otras instituciones similares. Estas acciones compasivas dan un significado a la vida y ayudan a aliviar el sufrimiento en el mundo. La alegría y contentamiento internos que se sienten por compartir lo que tenemos da significado a la vida y es mucho más profunda que vivir solamente centrado en sí mismo.

 

Ahora, solo saber que el deseo es la causa del sufrimiento no ayuda a remediar la condición. Es necesario comprender la causa del deseo en sí misma y la manera de liberarse de ella. Todo sufrimiento nace del deseo y todo deseo nace de la ignorancia.

En este estado de ignorancia el karma sobreviene en la forma de acción y reacción. Estas resultan en sufrimiento. Así, para comprender la causa del sufrimiento es necesario comprender el deseo y las ilusiones del mundo que causan el deseo. Cuando la causa se comprende es posible remediar el resultado que es sufrimiento. A través de la ignorancia de las leyes de la naturaleza, los seres humanos crean mucho karma negativo en el proceso de buscar riqueza, fama y cosas materiales del mundo. Esto trae sufrimiento, es para enseñar lecciones de vida de que el contentamiento real y la paz interna no pueden alcanzarse a través de objetos externos.

 

Esta condición humana llamada ansias o deseo es como un gran árbol con muchas ramas y sub-ramas. Hay ramas de codicia en sus muchas formas, de mala voluntad, de aversión y cólera que atan el alma al mundo del sufrimiento. Es importante comprender que el crecimiento de este árbol de deseos procede de la ignorancia, ignorancia acerca de la verdadera naturaleza de las cosas, acerca de la transitoriedad de los objetos del mundo y la verdad de que el deseo finalmente resulta en sufrimiento. La mayoría de los seres humanos están llenos de deseos inferiores de varias clases que no son necesariamente malos, pero estos deseos cuando no se realizan causan ansiedad y finalmente dolor. Es posible escapar del dolor que resulta de tales deseos al refrenarlos. Es posible vivir tranquilamente sin muchas de las cosas que están disponibles en el mundo, pero el fuego de los deseos humanos arde incesantemente y causa indecible sufrimiento al final.

 

Cuando hay una comprensión de la naturaleza ilusoria de las cosas del mundo y su transitoriedad tiene lugar un cambio real en la consciencia. El deseo entonces es servir a otros y sentirse contento por cualesquiera sean las condiciones de vida que uno pueda encontrar en ella. No significa, sin embargo, que las personas no deban tener aspiraciones. Tampoco significa que las comodidades que nuestra buena fortuna o karma nos brindan no debieran disfrutarse. Significa que el disfrute debería ser sin apego. Similarmente, todas las acciones deberían efectuarse con cuidado y sentido del deber. Cuando se vive una vida moderada cumpliendo el deber sin esperar resultados, se evita la causa del sufrimiento.

 

Tenemos que vivir en este mundo con sus problemas y el sufrimiento que nos rodea a todos. Pero cómo vivimos nuestras vidas y cuáles son nuestras actitudes mentales respecto a nuestros propios problemas y tribulaciones en la vida, es importante. Con la percepción acerca del trabajo interno de la mente que crea apego, el sufrimiento puede evitarse y establecerse la tranquilidad.  Si tomamos filosóficamente esta vida externa con todos sus altibajos, puede ser casi posible terminar con la tristeza que experimentamos.

 

El primer paso es comprender que hay leyes que gobiernan el Universo. Que la evolución de la conciencia procede bajo el funcionamiento de las Leyes de Causa y Efecto y Reencarnación. Como unidades de esta conciencia universal, estamos en una viaje de evolución que nos lleva a través de muchas encarnaciones. El objetivo final es la perfección del ser humano y la evolución de toda vida.

Bajo el funcionamiento de la Ley de Causa y Efecto, todas nuestras acciones producirán efectos y, por lo tanto, acciones que han herido a otros indudablemente   resultarán en sufrimiento en el futuro. Por lo tanto, vivir con cuidado y consideración por los demás asegura que no crearemos más sufrimiento para nosotros en el futuro. El karma es creado a nivel del Kâma-manas por medio de nuestros deseos y pensamientos que entonces actúan a nivel físico. Es necesaria el control en estos niveles. El Buda enseñó que los pensamientos correctos deben resultar del conocimiento de las Leyes de la Naturaleza.

 

La causa del sufrimiento es la ignorancia acerca del funcionamiento de la Naturaleza y la capacidad de ver las cosas tal como son. Con el desarrollo de la mente y la adquisición de la sabiduría a través del estudio, la contemplación y la meditación, puede verse la causa del sufrimiento. Por ejemplo, muchas personas en el mundo pueden percibir la causa del cambio climático, el daño ambiental, etc., por el egocentrismo humano. Es también posible percibir el sufrimiento que esto causa a grandes poblaciones que sufren de la inundación de sus casas, desplazamiento de personas por desastres naturales y otras calamidades naturales. A nivel individual también, la codicia excesiva y el egocentrismo de los seres humanos causan mucho dolor y sufrimiento.

 

La felicidad y contento no provienen de los objetos materiales sino desde dentro de uno mismo. Esta tranquilidad surge de percibir la transitoriedad de las cosas del mundo. El camino de la sabiduría es vivir y actuar en el mundo con un sentido de desapego. Al vivir entre todas las atracciones y brillos de esta época, ¿podemos vivir vidas más felices con deseos reducidos y vidas más simples? Los deseos son como llamas que no pueden apagarse. En realidad, gratificando estos deseos se agrega más fuego al fuego, que arde aún más vigorosamente.

 

La persona que carece de deseos no es una persona sin alegría. En realidad, tiene más alegría que cualquier otra porque no está apegada ni es atraída por nada, sabiendo que todas las cosas son pasajeras, efímeras y temporales en el mundo de los sentidos. En una persona así no hay deseos personales, ni metas o ambiciones personales, ni existen intenciones auto-centradas o metas personales. Y por lo tanto, disfruta de todas las cosas que llegan a su vida, mientras duran, sabiendo que nada perdura para siempre.

 

El objetivo de la vida es el desenvolvimiento de las potencialidades divinas que se hallan latentes dentro de la consciencia humana y las experiencias del mundo tienen el propósito de conducirnos hacia ese objetivo.

 

 

 

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