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Vol. 133 - Número 2 - Noviembre 2011 (en Castellano) |
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El Sendero de la Vida de un Teósofo
VINAYAK PANDHYA
El Sr. Vinayak Pandya es miembro de la Rama Vasanta en Mumbai, Sección India de la ST. Charla dada en la Convención de la Sección India, Adyar, diciembre 2010.
El aprendizaje nos enseña ecuanimidad, por ejemplo, no rebosar de gozo o no estar demasiado triste. Los principios de la ST se refieren a la Fraternidad Universal. Esto se dice más fácil de lo que se hace. Esto significa que siempre que estamos con gente tenemos que recordar que la otra persona también es parte nuestra. Hemos aprendido que el Alma es una unidad. De un alma se crean muchas almas y luego nuevamente se vuelve una. Si todos nosotros somos uno, entonces ¿por qué peleo con alguien? También sabemos que cuando morimos no nos llevamos nada. A pesar de esto, en el mundo material la gente continúa acumulando riqueza y gasta su energía en esto y permanecen en tensión, y no disfrutan lo que tienen. Uno debería dedicarse y hacer esfuerzos en la vida diaria para practicar la enseñanza Teosófica. Esto ayuda a nuestro yo más que cualquier otra cosa.
Controla la ira y ayuda a otros Para ilustrar algunos ejemplos prácticos que algunos miembros han dado: un miembro extinto de nuestra Rama solía decirnos que deberíamos tener control sobre nosotros mismos en general y sobre la ira en particular. Nadie debería arrebatarnos ese control de nosotros. Es decir, que por medio de los actos de los demás no debería enojarme e irritarme. Me va a dañar más que a la otra persona. Si controlamos la ira, nos ayudamos a mantener nuestra presión arterial y las condiciones del corazón en estado normal. Se espera que permanezcamos fríos y calmos haciendo lo que se espera de nosotros como miembros de la ST. Se espera que ayudemos a otros. El servicio debería ser el eslogan de toda persona. Lo que yo comprendo ayuda a otro a comprender y esto es servicio. Como J. Krishnamurti dice: tú eres el mundo y el mundo eres tú. Lo que yo entiendo en esta afirmación es que más allá de lo que otros me hacen, yo haré lo que se espera que haga, y no lo que otros me hacen a mí o a cualquier otra persona. Alguien podría haberse comportado mal conmigo pero si necesita algo, debo ayudarlo y olvidar cualquier acción mala hecha por él. Yo debería hacer lo que se espera de mí. Si me comporto del mismo modo, entonces, no hay diferencia entre él y yo.
Aprecien las cosas buenas Debemos aprender a apreciar las cosas buenas, y las cualidades buenas en otros. Deberíamos ignorar sus malos defectos. No deberíamos hablar de los defectos de alguien con otros, por el contrario debemos hablar de ellos con la persona en cuestión solamente. Nunca deberíamos elogiarnos. Deberíamos evitar darnos crédito. Lo que hemos hecho es lo que se esperaba que hiciéramos. La Ley de Karma nos enseña esto. Lo que soy, es parte de mi karma. No hay necesidad de decir, es muy claro, que karma no perdona a nadie. En el karma no hay nada como una red, por ejemplo, si mi buen karma es el número cien, y el malo es sesenta, entonces tendré que experimentar cien de buen karma y sesenta de mal karma. No será cuarenta de buen karma. Las enseñanzas de la ST nos ayudan a comprender la evolución de la raza humana. Nos enseñan que comenzamos a progresar desde la etapa mineral a la animal, al ser humano y de allí a Mahatma. Todos quieren ser buenos. Incluso un terrorista o un criminal en algún momento se arrepiente por haber hecho algo malo. Nos han dicho que en la evolución de la raza humana no hay marcha atrás. Sólo se puede ir hacia delante o permanecer en el mismo lugar.
Las Leyes no escritas de la Naturaleza La ST nos dice que comprendamos las leyes no escritas de la Naturaleza. A menudo nos preguntamos cómo ocurrió algo. Hace unos pocos años, cuando estaba en la Convención, un tsunami azotó la parte sur de India y muchas partes de Chennai. Fue sorprendente para todos los que habían venido a Adyar que no ocurriera nada en el campus. Sabemos que nuestro campus es el lugar elegido por los Maestros. Encontramos una paz inmensa cuando visitamos Adyar. Incluso los perros en Adyar no ladran como lo hacen los perros normalmente afuera. Adyar envía un mensaje de buena voluntad a todas las criaturas del mundo.
La responsabilidad de los miembros de la ST Como miembros de la ST es nuestro deber comportarnos adecuadamente. Ciertamente es una responsabilidad extra para los miembros de la Sociedad. Sabemos lo que se debe hacer. A pesar de esto, si no servimos a nuestros semejantes los seres humanos, entonces nuestra ofensa es más severa que la de quienes no conocen las enseñanzas teosóficas.
Comprender a los demás, es decir, ponerse en los zapatos de los otros Debemos ponernos en el lugar de los demás antes de criticarlos. A menudo no pensamos en el trabajo difícil que otro hace aunque no dé el resultado que deseamos. Me encuentro con muchos delegados que dicen que se debería haber hecho esto o aquello, pero no me encontré con nadie que diga que vendrá y ayudará a mejorar las cosas aquí en Adyar, ya sea durante la Convención o en otro momento.
Imagen de la ST La gente conoce la ST por sus miembros. Para mí, un teósofo es quien practica sus principios. Uno no necesita ser un miembro de la ST. Es el modo como uno se comporta lo que es más importante en la vida.
Pensamientos Si tenemos buenos pensamientos, éstos envían vibraciones positivas. Un pensamiento puede hacer maravillas, puede viajar millas sin ningún vehículo. Aprendí que el cambio es la única constante en la vida. Todo temperamento con el que nos encontremos en la vida cambiará. La mayoría de las relaciones en la vida son egoístas. Si podemos evitar un motivo egoísta, seremos felices. Para ilustrar esto: cuando hay una competencia y mi hijo participa de ella, naturalmente sentiré que mi hijo debería ganar. Si tengo ese pensamiento, y mi hijo no gana, me sentiré decepcionado y triste, y buscaré excusas y diré que mi hijo no estaba a la altura de mis expectativas. Sin embargo, si siento que la persona que debe ganar es la que más lo merece, entonces gane quien gane esa competencia, me sentiré feliz. También le diré a mi hijo que la persona que lo merecía ganó la competencia y esto lo ayudará a desarrollar su personalidad y a no sentirse triste.
“yo” ¿Podemos mantener al “yo” alejado de nuestras acciones y comportamiento? Debemos hacer un esfuerzo consciente para evitar al “yo”. Es muy peligroso y juega un papel muy importante en cualquier persona. Arruinará el viaje para convertirnos en un Mahatma. Debemos aprender cómo podemos ayudar a otros. Oramos en el Bharata Samaj Puja: sarve vai sukhina santu sarve bhadrani pasyantu, que significa, dejemos que el poder de puja sea para todos en el universo. Cuando cuidamos del bienestar de todos, yo también soy uno de ellos. Enseñanzas y filosofías como éstas, cuando se practican, nos ayudan a mantenernos en el sendero para convertirnos en un Mahatma.
Confesión Una buena cualidad es aceptar nuestros propios errores. En el Cristianismo, esto se llama confesión. La confesión puede ser a uno mismo o a otros. Al confesarnos, reducimos la pesadez de nuestra mente y los pensamientos de culpa que surgen por haber hecho algo mal.
Cómo actuar Muchas veces siento que es más fácil para la gente decir o escribir algo que hacerlo. ¿Cómo empiezo? La ST me dice que no existe un Gurú que pueda hacerme un Mahatma. Luego, ¿cómo sigo? Es importante ser un buen oyente, comprender lo que otros nos dicen, y lo que deberíamos aceptar de eso. A esto se le llama discernimiento. Podemos aceptar consejos de otros. Incluso un niño puede enseñarnos algo nuevo. Debemos tener una mente abierta para aceptar cosas nuevas en la vida. Satsang es compartir la experiencia de otros que practican cómo volverse una buena persona. No estoy diciendo que deberíamos seguir a alguien ciegamente sino comprender lo que otros han hecho y cómo puede ayudarnos a alcanzar nuestra meta. Si analizamos nuestras propias acciones y podemos darnos cuenta de lo malo que hemos hecho, nos ayudará a evitar el mismo error. Deberíamos practicar la meditación, la música y todo lo que mejore la concentración. Un estado mental de libre-pensamiento no puede aparecer del día a la noche. Debemos practicar inicialmente aceptando la ayuda de alguien en vez de hacerlo por uno mismo. Leer y analizar, comprender y relacionarlo con nuestra propia situación, también ayudan a mejorar nuestro viaje para volvernos una buena persona. Más aún, podemos aprender de no-miembros de la ST y otra literatura.
Diez puntos para una vida más feliz y dichosa 1. Deja de lado el poderoso Ego del “yo”. El “yo” es el Ego más peligroso de todos los egos. El “yo” siempre está asociado con el falso orgullo y es la causa principal de nuestra ruina en la vida. El “yo” nos distancia de gente piadosa, y atrae las vibraciones negativas de otros. También nos une a un nuevo karma (acciones), uniéndonos así al ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento. 2. Evita represalias. Devuelve amor por amor, ayuda por ayuda, pero nunca devuelvas odio por odio y violencia por violencia (aunque estéis sujetos a un problema no justificado). Cualquiera que te sea injusto, lo es debido a tu Karma pasado, reaccionando por lo tanto del mismo modo te atará nuevamente al mismo círculo vicioso. 3. Reduce expectativas. Las expectativas son la mayor causa de nuestra ira, decepción, irritación, frustración, estrés y otras emociones negativas. Tu felicidad aumenta en proporción directa a la reducción de tus expectativas. 4. Aumenta la aceptación. La vida está llena de altos y bajos, picos de dolor y placer y situaciones favorables y desfavorables. Estas variantes son el resultado de nuestro karma pasado, por ello aceptemos toda situación en la vida como se presenta, sin resistencia. La resistencia, en ningún caso, cambiará el curso de la vida. Por lo menos, la aceptación nos dará suficiente fuerza para enfrentar la situación y atraer las cosas buenas de la vida. 5. Perdona y busca perdón. Cualquier cosa que recordemos con emoción intensa tiene el poder de repetirse, y como normalmente recordamos incidentes desagradables, más que los agradables, especialmente aquéllos conectados con odio y enemistad, estas impresiones recrean más y más incidentes desagradables. Es aconsejable guardar buenos recuerdos en vez de malos. Perdona a todos aquellos que piensas que han sido injustos contigo y busca perdón de todos aquellos con los que piensas que has sido injusto. La idea no es recordar cualquier impresión desagradable, y de ser así, por no más de veinticuatro horas. 6. Haz afirmaciones positivas. Cada mañana, tarde y noche afírmate a ti mismo con sentimientos fuertes, estas ideas son positivas porque tienen el poder de cambiar tu carácter, tu actitud, y tu personalidad: “Soy feliz, estoy saludable, soy pacífico, soy Divino, soy purna ânanda (una bendición total)”. 7. Da y difunde felicidad. Siempre que des algo generosamente a alguien, el cosmos te devuelve lo mismo en múltiplos de 1000. Por ello, trata siempre de encontrar una oportunidad de dar felicidad a otros y de ser bendecido con felicidad abundante. 8. Ofrece gratitud. Existen muchas personas que han contribuido a nuestro bienestar en la vida, desde nuestros padres y hasta nuestros hijos, amigos, gurú y Dios. Puede haber muchas más personas que han tenido o tuvieron una relación directa o indirecta en este nacimiento o en nacimientos previos. Ofrecerles gratitud nos conecta con la “energía cósmica que provee felicidad”, atrayendo así felicidad en el presente y en el futuro. 9. Medita regularmente. Por medio de una meditación regular podemos romper la cadena de pensamientos que emanan de la mente, y experimentar la paz, la tranquilidad y la dicha interna. Este es el estado que nos ayuda a superar las dificultades de la vida sin esfuerzo, aumentar nuestra eficiencia, mejorar la toma de decisiones, evitar la confusión y producir cambios totales positivos en nuestra personalidad. 10. Percibe tu Yo Divino. El objetivo fundamental de esta vida humana es percibir nuestro propio Yo y establecernos en un estado de dicha eterna. Somos una entidad que es eterna, omnipotente y dichosa, más allá de las limitaciones del cuerpo físico, la mente y los sentidos. En la ignorancia nos consideramos como un cuerpo físico y nos limitamos a su karma, experimentando así los picos de dolor y placer. Al trascender las limitaciones de estas experiencias, podemos percibir nuestro verdadero Yo. Una vez que se percibe el Yo Divino verdadero, nada en este universo puede producir dolor, pena o frustración. Todo momento será dichoso y experimentaremos la vida de un alma liberada.
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