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El Teósofo - Órgano Oficial del Presidente Internacional de la Sociedad Teosófica
Vol. 141 - Número 03 -  Diciembre 2019  (en Castellano)
 

 
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Puntos de vista esotéricos y científicos

sobre Cosmogénesis

 

PABLO SENDER

Científico, educador y estudiante de las tradiciones espirituales de la humanidad,

especialmente las de H. P. Blavatsky. Reside y trabaja en el Krotona Institute of Theosophy en Ojai, California, USA.

 

Mucho de lo que H. P. Blavatsky (HPB) escribió sobre física a fines del siglo XIX se ha verificado en el transcurso del siglo XX.1 Pero cuando llegamos al campo de la cosmología, pocos de los principios presentados por ella en La Doctrina Secreta (DS) se han abierto paso en la corriente principal del pensamiento científico. Exploraremos la visión esotérica sobre el origen y la naturaleza fundamental del cosmos, frente a la comprensión científica actual.

La Eterna Progenitora

Las antiguas Estancias de Dzyan presentadas en la DS describen el estado del cosmos durante lo que se llama "la Noche del Universo" o Pralaya, antes de la manifestación de las formas. El primer verso de la primera estancia comienza mencionando: “La Eterna Progenitora (Espacio), envuelta en sus siempre invisibles vestiduras,. . . "[1] [DS I, p. 95].

Aunque las teorías científicas actuales proponen que el espacio fue creado con el big bang, la DS dice que es preexistente, llamándolo “la eterna progenitora”. Este es un postulado interesante porque como veremos, el "aplastamiento" de todo lo que existe en el cosmos en un pequeño centro (llamado "singularidad") plantea muchos problemas desde el punto de vista científico. Ahora bien, debemos tener en cuenta que el espacio mencionado en esta estancia no es el espacio físico que conocemos. HPB describe este espacio “metafísico” de la siguiente manera:

El Espacio es la única cosa eterna que podemos fácilmente imaginar, inmutable en su abstracción, y sobre la que no ejerce influencia ni la presencia en ella, ni la ausencia de cualquier universo objetivo. No tiene dimensión en ningún sentido y existe por sí mismo... no es ni el “vacío sin limites”, ni la “plenitud condicionada” sino ambas cosas. Fue y siempre será. [DS 1, p 95]

El espacio metafísico es eterno, absoluto e inmutable, mientras que el espacio físico, como lo describió Albert Einstein, es temporal, relativo y cambiante, se puede crear o destruir, expandir o contraer, doblar o aplanar. HPB también sostiene que la idea de espacio tridimensional es un error. Como un principio metafísico, el espacio no tiene dimensiones; lo que tiene largo, alto y ancho es la materia física que ocupa espacio. Sin embargo, HPB explicó que hay otros tipos de materia que tienen cuatro, cinco o más dimensiones. Esta idea parecía inverosímil durante su época, pero hoy está respaldada por teorías de la física cuántica que proponen un cosmos de hasta diez dimensiones espaciales.

Es interesante que este "espacio progenitor" sea femenino. HPB dice que el primer Principio que podemos concebir debe ser considerado, filosóficamente hablando, como femenino. El espacio es como el útero dentro del cual se gesta el cosmos, la virgen cósmica concibiendo un hijo (el universo) sin ninguna participación externa. Esto es porque todo lo que existe está contenido en ella. También se dice que el espacio está "envuelto en sus siempre invisibles vestiduras". HPB describió esto como:

Las "Vestiduras" vienen a expresar el noúmeno [causa o fuente] de la Materia Cósmica no diferenciada. No es la materia tal como nosotros la conocemos, sino la esencia espiritual de la materia, y en su sentido abstracto es co-eterna y aún una con el Espacio en su sentido abstracto. [DS 1, 95]

El espacio metafísico no es un mero vacío, sino que tiene una cualidad sustancial abstracta. Es este aspecto sustancial el que hace que el espacio físico aparezca en la forma propuesta por Einstein, como un tejido. Desde un punto de vista teosófico, el "aspecto tejido" del espacio físico se debe a lo que HPB llamó "éter", que la ciencia está comenzando a reconocer.

En cualquier caso, la idea de que el espacio pudiera contener una “esencia” de materia era ridículo durante la mayor parte del siglo XX, pero hoy es aceptada por la ciencia (al menos en su expresión física) en lo que se llama “fluctuación cuántica”, un campo presente en el espacio “vacío” del que surgen las partículas subatómicas que dan origen a la materia. Continuando con el primer verso:

La Eterna Progenitora (Espacio), envuelta en sus siempre invisibles vestiduras, había dormitado una vez más durante siete eternidades.

La Eterna Progenitora "dormitando" significa que, durante la noche del universo, el espacio manifestado es una potencialidad latente. La frase "una vez más" implica que el espacio había dormido en el pasado, luego se despertó y volvió a dormirse durante un período de tiempo. Por lo tanto, la DS afirma:

"La aparición y desaparición de Mundos es como el flujo y reflujo regular de las mareas ". Esta . . . es la universalidad absoluta de aquella ley de periodicidad, de flujo y reflujo, decadencia y crecimiento... (SD 1, 81)

La DS presenta un modelo cíclico del universo, en el que el cosmos nace, se desarrolla y se disuelve, solo para volver a nacer nuevamente después de un período de reposo. Blavatsky fue por lo tanto, posiblemente la primera persona en presentar a la sociedad Occidental moderna la idea de que nuestro universo no era una creación única, sino una nueva iteración en una cadena de universos. Esta idea está comenzando a ganar apoyo entre algunos científicos.

Mente universal

El segundo verso afirma que durante la noche del universo no hay tiempo, un concepto que concuerda con el concepto científico actual de que el tiempo no es absoluto. En su tercer verso, sin embargo, la estancia introduce un elemento que está más allá del ámbito de la ciencia moderna, la mente universal.

Los científicos generalmente piensan que la conciencia es un epifenómeno o derivado de la materia. Las enseñanzas teosóficas no están de acuerdo, postulando que la conciencia no es una característica emergente del universo, sino fundamental. En otras palabras, la posibilidad de la inteligencia está en el tejido mismo del cosmos.  

Esta idea puede resolver (al menos filosóficamente) un problema importante con la teoría del Big Bang. En ciencia, el concepto de "entropía" describe el hecho de que, cuando se dejan por su cuenta, las formas materiales tienden a desmoronarse. La tendencia natural de la materia es desintegrarse, caer en el desorden y extenderse al azar. Por lo tanto, surge la pregunta, si el universo partió de un punto en el que no había estructuras, ¿qué llevó a la generación de átomos, moléculas, gases, estrellas, planetas y seres vivos? La construcción de formas y estructuras no puede tener lugar sin ayuda. Sin inteligencia, la materia en el cosmos estaría desperdigada o, en el mejor de los casos, agregada en manchas sin forma, no en estructuras delicadamente equilibradas e inmensamente complejas.

La DS postula que, contrarrestando la tendencia "centrífuga" hacia la dispersión, hay un poder "centrípeto" que reúne la materia y crea estructuras. Para describir este principio creativo, HPB usó el término "logos", una palabra Griega que significa razón, inteligencia, patrón o palabra. Este logos, sin embargo, no es una entidad distinta, separada del resto, como en la concepción popular de Dios. El logos es una inteligencia creativa intrínseca del universo; una fuerza que genera patrones y estructuras. La ciencia no ha sido capaz de detectar este principio inteligente porque es más sutil que la materia, e incluso la energía, donde reina la entropía.

La palabra "inteligencia" se usa aquí en un sentido muy amplio, no limitado a las formas en que se manifiesta en los seres humanos. La naturaleza tiene su propia inteligencia: las bacterias pueden percibir el medio ambiente y responder en consecuencia, las plantas pueden tomar materia sin forma y convertirla en formas complejas, las aves pueden construir nidos intrincados, etc. Siempre que algún tipo de entidad, un ser celestial, un ser humano o un átomo, aparece en el cosmos, “canaliza” el principio de inteligencia que está en el tejido mismo del universo. ¿Cuanta inteligencia? Tanta como lo permita la complejidad de la forma. Un átomo se combina con algunos átomos, pero no con otros, participa en determinadas reacciones, pero no en otras, etc. A esto lo llamamos "química", pero es una forma de inteligencia, muy simple, porque esa es la estructura del átomo.

A medida que las formas se vuelven más complejas, la mente universal o logos, puede expresarse en formas cada vez más elaboradas. Lo que llamamos "inteligencia humana" es simplemente la cantidad de mente universal que se puede expresar a través de la constitución humana. En otras palabras, nosotros y todo lo demás somos expresiones directas de la mente divina o logos.

Ahora podemos ver el tercer verso en su totalidad: "La mente universal no existía, porque no había Ah-hi (seres celestiales) para contenerla (por lo tanto, manifestarla)". [DS 1,89]. Durante la noche universal no hay un ser que la exprese, por lo que esta inteligencia permanece latente; pero una vez que el cosmos despierta, las primeras “estructuras” que se desarrollan en los planos espirituales son los seres celestiales. Son las formas más perfectas para la manifestación de esta inteligencia cósmica, por lo que se convierten en los "órganos" de la mente universal. Desde el punto de vista teosófico, todas las leyes de la Naturaleza son manifestaciones de estas inteligencias.

El amanecer de la manifestación

La tercera stanza de DS describe el despertar del cosmos o Manvantara. Comienza mencionando “la última vibración de la séptima eternidad” de la noche universal. Tenga en cuenta que incluso cuando el cosmos está en reposo, hay vibración, energía. La DS describe así la existencia de un principio eterno que tiene las semillas de materia, energía y conciencia.

En un momento en que la ciencia pensaba que los átomos eran inertes, pequeños trozos de materia, sin movimiento ni partes, HPB afirmó que están en constante vibración. También criticó la idea científica de que las fuerzas eran inmateriales, argumentando que eran una forma de materia, aunque de un tipo diferente a la conocida por la ciencia de su época. Varias décadas más tarde, la ciencia descubrió que la materia es una forma de energía, y la energía siempre es "transportada" por una partícula, como se describe hoy en día en la física cuántica.

Como examinamos anteriormente, la DS va incluso más allá, y agrega que no hay materia ni energía sin inteligencia. Cuando vemos la materia, es una forma de energía, y cuando vemos la energía, es una forma de inteligencia. Quizás, a medida que la ciencia profundice su comprensión de la naturaleza de la energía, pueda llegar a la misma opinión. De hecho, ya hay algunos físicos que empiezan a plantearse una teoría del panpsiquismo 2 basada en principios cuánticos.

Entonces, el primer verso de la tercera estancia, dice: "La última Vibración de la Séptima Eternidad palpita a través del Infinito". (DS 1,90), poniendo así en movimiento el amanecer de la manifestación. HPB explica:

La “última Vibración de la Séptima Eternidad” estaba “preordenada”, no por ningún Dios en particular, sino que tuvo lugar en virtud de la Ley eterna e inmutable de los grandes períodos de Actividad y de Reposo (DS 1, 116).

Según la DS, no hay necesidad de que Dios diga: "Hágase la luz". La última vibración ocurre cuando llega la hora, siguiendo una ley cíclica inmutable. El segundo verso continúa: “Se desliza la vibración  y sus veloces alas tocan (simultáneamente) al universo entero, y al germen que habita en las tinieblas...” (DS 1, 117). Tenemos aquí un nuevo elemento: "el germen". HPB lo describe como:

El Punto en el Huevo del Mundo, representado por la materia en su sentido abstracto. Pero la palabra “Punto” no debe entenderse como aplicándose a ningún punto particular en el Espacio, puesto que en el centro de cada átomo [metafísicamente], existe un germen... constituye[ndo] el nóumeno de la materia eterna e indestructible. (DS 1, 112).

La idea de "germen" no se refiere a un punto central desde el cual todo comenzó, porque el germen está en cada átomo metafísico que forma el "tejido" del espacio. La DS no apoya la idea de que el universo surgió de un punto central, sino que se manifiesta simultáneamente a través de toda la superficie del espacio preexistente.

Como se postula en la teoría del Big Bang, la idea de que el espacio, el tiempo, la materia y la energía fueron todos "creados" a partir de una singularidad inicial (un centro de densidad infinita que contenía todo lo que hay hoy en el universo), surgen muchos problemas. No puede explicar (1) por qué la materia no se distribuye uniformemente por todo el universo, como debería ser si todo viniera de un centro y se expandiera a una tasa constante; (2) por qué el universo es isotrópico, teniendo casi la misma temperatura en todas partes, cubriendo distancias que el calor no podría haber alcanzado; o (3) la increíble coincidencia entre la cantidad de materia en el cosmos y su tasa de expansión, que hace que el universo sea plano.

Para corregir todos estos defectos, los científicos desarrollaron un "parche": la inflación cosmológica. Esta teoría postula que, por alguna razón desconocida, el universo debe haberse expandido extremadamente rápido durante sus escasos momentos iniciales, y luego, por razones igualmente desconocidas, disminuyó su expansión al ritmo actual. Aunque este escenario resolvería algunos de los problemas de la teoría del Big Bang, es imposible decir cómo o por qué pudo haber sucedido. Por esto, algunos científicos dicen: "Dame un milagro y puedo explicar el resto".

Uno de los padres de la teoría de la inflación, el profesor Paul Steinhardt, es consciente de lo problemática que es esta idea. Últimamente, en un movimiento que lo acerca a la visión esotérica, abandonó la teoría de la inflación por un modelo cíclico del universo. En sus palabras:

Esta teoría es una alternativa radical al escenario inflacionario estándar del Big Bang, que ofrece un nuevo enfoque para resolver los problemas de homogeneidad, isotropía y planitud. (The Cyclic Theory of the Universe by Paul J. Steinhardt, <physics. princeton.edu/~steinh/vaasrev.pdf>

Este modelo alternativo se basa en la "Teoría M" de la física cuántica ("M" para membrana, también llamada "brana"). Steinhardt lo resume de la siguiente manera:

El universo observable se encuentra en una brana separada por una pequeña brecha a lo largo de una dimensión extra de una segunda brana. El modelo cíclico propone que el Big Bang es una colisión entre branas que ocurre a intervalos regulares; que cada explosión crea materia caliente y radiación y desencadena una época de expansión, enfriamiento y formación de estructuras; que hay una fuerza interbrana responsable de unir las branas cuya energía potencial actúa como energía oscura cuando las branas están muy separadas; y que cada ciclo termina con la contracción de la dimensión extra y una colisión entre branas, un nuevo big bang, que inicia el siguiente ciclo.

En esta teoría, el universo es infinito y el espacio (la "brana") es eterno, sustancial y en constante vibración ("fluctuaciones cuánticas"). La materia y la energía no se crean a partir de un centro sino a lo largo de toda la superficie del espacio, simultáneamente, al colisionar con la otra brana. Como puede verse, este modelo parece encajar bastante bien con varias características presentadas en la DS.

Caos y Éter

Ahora podemos completar el segundo verso de la tercera estancia:

Se desliza la vibración, y sus veloces alas tocan (simultáneamente) al universo entero, y al germen que esta latente en las tinieblas; tinieblas que alientan (se mueven) sobre las dormidas aguas de la vida. (DS 1, p.117)

HPB explica la última parte del verso de la siguiente manera:

Las Aguas de la Vida, o el Caos, el principio femenino en el simbolismo, son el vacío (para nuestra visión mental), en el cual yacen el Espíritu latente y la Materia... “Vacío”, en el sentido del espacio; pero no un espacio vacío, pues la “Naturaleza aborrece el vacío”. (DS 1, p. 117)

HPB sostenía que lo que nos parece espacio vacío no es vacío. Es el caos filosófico, es decir, sustancia espiritual desorganizada y llena de energía. En las últimas décadas, la física cuántica ha descubierto lo mismo como una característica del plano físico. Un físico teórico del CERN (Consejo Europeo de Investigación Nuclear), Álvaro de Rújula, dice:

Resulta que el vacío no está vacío, hay una diferencia entre el vacío y la nada… El vacío parece tener una densidad de energía, a veces llamada "energía oscura" o la "constante cosmológica", responsable de la expansión acelerada observada del universo… Desde el punto de vista de la física de partículas, está impregnado por un "campo de Higgs". (Is The Vacuum Empty? The Higgs Field And The Dark Energy, <sciencedaily.com/releases/2007/05/070510111445.htm>)

Este concepto muestra grandes similitudes con lo que HPB llamó “éter”. Según ella, el éter es un estado de la materia que impregna el espacio, que la ciencia se ha negado a aceptar, hasta ahora. Algunos científicos destacados, como Robert B. Laughlin, premio Nobel de Física, están comenzando a reconocer su existencia. Él dijo:

La palabra «éter» tiene muchas connotaciones negativas en la física teórica debido a su pasada asociación con la oposición a la relatividad. Esto es desafortunado porque, desprovisto de estas connotaciones, captura bastante bien la forma en que la mayoría de los físicos piensan realmente sobre el vacío... Los estudios posteriores con grandes aceleradores de partículas nos han llevado a comprender que... el vacío del espacio, confirmado cada día por el experimento, es un éter relativista. Pero no lo llamamos así porque es tabú. (Laughlin, Robert B. (2005). Un universo diferente: Reinventando la física desde abajo. NY, NY: Basic Books. pp. 120-121)

Incluso descubrimientos recientes tales como el de las ondas gravitacionales pueden ser mejor comprendidos, no como ondas del espacio mismo, sino como ondas en el aspecto sustancial del espacio, el éter. Este suprasensible "caos", las "aguas de vida", es la fuente de la cual la materia, la energía y la conciencia se manifiestan, inaugurando un nuevo día cósmico. La forma en que esto sucede es el tema de un futuro artículo.

Notas finales

1. Para una exploración sobre esto, vea "Ciencia - Moderna y Oculta, Parte 1", publicado en The Theosophist, noviembre 2012, p. 20.

2. La idea de que todo lo material, por pequeño que sea, tiene un elemento de conciencia individual.

[1] N.del T.: En la Edición Kier de la DS, la Estancia I, comienza refiriéndose al Eterno Padre, sin embargo, en la Edición en inglés de The Theosophical Publishing House, Adyar 1979, Vol.I, p.35, hace referencia al Espacio como un principio femenino, “la Eterna Progenitora envuelta en sus Siempre Invisibles Vestiduras,…” [The Eternal Parent (Space), wrapped in her ever-invisible robes…]

 

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