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El Teósofo - Órgano Oficial del Presidente Internacional de la Sociedad Teosófica
Vol. 139 - Número 08 -  Mayo 2018  (en Castellano)

 
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Qué conduce

a la percepción espiritual

 

C. A. Shinde

 

Existen profundas percepciones en las enseñanzas espirituales, y también en nuestro libro de la vida. Uno necesita percibirlo y ser una lámpara para uno mismo. En el Budismo Mahayana, el término “percepción” se refiere a la comprensión de la verdadera naturaleza de la realidad y se simboliza a menudo con una espada. La espada de la percepción puede eliminar la maraña de pensamientos y emociones negativas que frecuentemente nos atrapan. Leemos textos inspiradores sobre las actividades y prácticas religiosas. Pero la cuestión respecto a qué conduce a la percepción espiritual necesita explorarse, porque no podemos contar solo con teorías o esquemas sobre la percepción.

Es esencial para un buscador que está en el sendero, cultivar la percepción, y una verdadera percepción se desenvuelve como resultado de la meditación. HPB dijo que la percepción espiritual surge al practicar y mantener “una vida limpia, una mente abierta y un corazón puro.”  La percepción más importante a cultivar es una visión de la verdadera naturaleza de la realidad. La palabra Realidad es probablemente el mejor término para nombrar el más allá. Por lo tanto la palabra puede ser entonces para buscadores de la verdad, una palabra de descubrimiento, no una palabra de definición. En la ciencia tenemos palabras que definen, pero aquí tenemos una palabra que le da dirección a la mente para ir más allá de ella misma y nos saca de la esfera de cualquier comparación que pudiera existir. El Noble Óctuple Sendero del Buddha comienza con Recta Percepción, Recta Visión o Recta Creencia, lo que significa recta percepción sin la cual el hollar el sendero espiritual no tendría una base adecuada.

Sólo unas pocas personas que son buscadoras serias de la verdad, son capaces de tener percepciones a través de sus estudios y una vida ética, y por consiguiente ellos escuchan antes de hablar, piensan antes de actuar, y tratan de introducirse profundamente en el discernimiento que va de la mano de la comprensión. Tal esfuerzo en la dirección correcta, estar alertas, atentos o concientes, abre una nueva percepción en la vida humana. Como lo comprendo, la enseñanza teosófica, al ser tan extensa como profunda, propicia que uno tenga una vislumbre de la evolución triple del hombre, de la reencarnación, el karma, la constitución humana, la conciencia, etc. Esto quizás le permita ver lo bueno en los demás y sentir la unidad de la vida y decidirse a no sentir o pensar mal de cualquier ser.

La percepción sobre la que estamos reflexionando está relacionada con la intuición pero no es lo mismo. La intuición es la habilidad de comprender algo inmediatamente, sin la necesidad de un razonamiento consciente, mientras que la percepción está basada en un examen y un análisis completamente conciente del fenómeno para ver la verdadera naturaleza de las cosas. La percepción es la sabiduría que conoce la naturaleza de los objetos y su significado. Uno alcanza la percepción cuando la mente está muy calma, cuando el pensamiento está ausente, cuando la mente no está sobrecargada con su propio ruido. Viene con una extraordinaria rapidez o como un relámpago de comprensión. El proceso fluye desde la percepción a la inspiración y luego a la intuición. “La intuición es el punto más elevado de inteligencia y para mí, mantener viva esa inteligencia es inspiración”, dijo J. Krishnamurti.

El rol de la inspiración y la percepción es imbuir e infundir valores en el individuo. Por ejemplo, la percepción de Annie Besant sobre la espiritualidad brotó de las enseñanzas de La Doctrina Secreta: todas las preguntas que a menudo habían estado en su mente y que permanecían sin contestar, fueron respondidas por su nueva percepción sobre la espiritualidad. Es entonces que ella se une a la ST y se convierte en una apasionada discípula de Madame Blavatsky. Fueron estos, su altruista forma de pensar y sentir, la actitud de indañabilidad, y la mente abierta sin tener prejuicios, lo que le brindaron tal percepción espiritual. Su motivación correcta para practicar la aspiración altruista para la liberación de la ilusión, tanto de ella misma y de todos los otros seres, la llevaron a esta percepción. Todos experimentamos su capacidad intuitiva en la Invocación Universal “Oh Vida Oculta”, que nos inspira a todos. Otros ejemplos que conocemos de ese tipo como el descubrimiento del principio de Arquímedes, por él mismo, el descubrimiento de la estructura helicoidal del ADN por James Watson, etc., son flashes de percepciones intuitivas.

Si comenzamos a ver todo esto, haríamos algo sobre ello y esa es la belleza de la vida humana. La percepción en eco-filosofía es también esencial para la ética humana y el desenvolvimiento estético (referido a la belleza per se). Tal percepción puede mantenernos en contacto con el mundo real y cambiar el destino de la nueva civilización hacia una era ecológica. Por ejemplo, los eco-científicos de la actualidad han tenido una percepción intuitiva respecto a la recuperación de los arrecifes y desarrollaron proyectos que tienen potencial para arrecifes más pequeños que sirven de alimento y suministran coral a otras áreas y por lo tanto apoyan el ecosistema marino más amplio. Es una nueva manera de ver el problema y la única esperanza para el futuro en términos de recuperación de arrecifes a gran escala. Podría ayudar a futuras generaciones a hablar con la voz de la eco-sabiduría. La percepción intuitiva en la eco-filosofía sería de enorme ayuda para cambiar el patrón de nuestra conducta hacia la Naturaleza, a desarrollar formas alternativas y holísitcas de vivir y de llevar al mundo a un estado de renacimiento ecológico. “Como la tierra es el soporte de todas las cosas que se mueven y las que no lo hacen, así, la conducta moral es el soporte de todos los méritos,” dijo el Buddha.

La percepción llega de maneras extrañas. Uno puede acceder a ella en cualquier lado. Por ejemplo, un paciente en un hospital puede darse cuenta que nada es más importante que la salud. Un prisionero puede intuir que la libertad es lo más importante. En el cementerio, la incertidumbre de la vida y la certeza de la muerte pueden destellar en la mente. Como seres humanos, cada uno de nosotros puede recibir percepciones en muchas áreas de la vida. Al pensar profundamente sobre el estado de un niño en el vientre de la madre donde no la ve ni llora por su atención, uno puede arribar a la percepción de que como el niño, la humanidad está en el vientre de la verdad infinita. Por lo tanto todos nos estamos moviendo en Él y tenemos nuestro ser en Él.

Si el hombre no obtiene percepciones y no está listo para transformar su enojo en tolerancia, su miedo en aventura, su odio en perdón, sus celos en inspiración, entonces, en el verdadero sentido su vida es en vano, esa sería su muerte espiritual. Por lo tanto es importante darse cuenta de la triste verdad de que todos hemos venido con nada y que todos nos iremos con nada, por lo tanto permanezcamos humildes y agradecidos.

Todos hemos leído sobre la vida de Gautama Buddha quién renunció a su reino y a su familia y se instaló en el bosque buscando la percepción. La obtuvo respecto a la naturaleza de la vida humana y también, a las soluciones de las miserias humanas. Ciertamente, cuando vio a un hombre enfermo temblando de fiebre, a un anciano rengueando con un bastón, y un cadáver, su mente se perturbó. Por lo tanto se fue al bosque buscando la verdad.

Las enseñanzas teosóficas conducen a los seres humanos a la percepción y a la inspiración para trabajar para el progreso y la perfección humana. La regeneración humana le sucede a quien es predominantemente sattvico, que actúa desde la ausencia del yo, el amor y la amabilidad, y entonces se acerca a la conciencia pura o superconciencia. Entonces su primer y principal tarea es humanizarse y liberarse de toda clase de distinciones que prevalecen en la humanidad actualmente. Es importante tener una percepción sobre la hermandad de las religiones, como dice la enseñanza que la fuente de todas las religiones es la Religión-Sabiduría. Es sólo con tal percepción y sabiduría que uno puede comenzar a apreciar a los cristianos por su actividad misionera, a los jainos y zoroastrianos por su ahimsa, a los budistas por su paz y compasión, a los hindúes por su paciencia, etc. Y entonces uno empieza a ver lo bueno en todo.

Esto nos recuerda una pequeña historia: había una vez un noble sastre, que se había convertido en un gran sabio. El rey vino a dar sus respetos y obsequió al sabio con una tijera de oro con diamantes incrustados. Pero el sabio se negó a aceptarlo. “¿Qué puedo darte que sea útil para ti?” preguntó el rey. La respuesta del sastre es tal que merece ser meditada, y pienso que es relevante para conocer el corazón altruista. El sastre dijo: “Dame una aguja en vez de una tijera.” La razón es simbólica, pero profunda e inspiradora. Él dijo que las tijeras cortan y dividen pero que la aguja cose y une las piezas separadas. Nuestras mentes son como tijeras, pero nuestros corazones necesitan ser como la aguja que ama y une a todas las creencias en una sola y percibe la hermandad de las religiones y comprende la esencia de la religión.

 

La percepción es saber lo que significa interesarse

 

En este mundo de violencia, miedo, placer, ambición, éxito, fracaso, etc., la manera en que la generación actual comprende esta facultad oculta de percepción o energía creativa e intenta desarrollarla, es algo que nos concierne. A través de la negación de los pensamientos existe un descanso total para la mente, implica ir más allá de lo que a uno le gusta o no le gusta. Cuando los pensamientos de juicio están suspendidos y cuando nos relajamos libremente (como una anciana que mira los niños jugar) existe la posibilidad de la percepción y uno puede continuar el viaje del despertar con alegría y perseverancia. Es esta relajación de todas las ansiedades y preocupaciones lo que hace que perdamos los apegos a esperanzas y miedos, y la propia mente y el corazón se abren a la percepción. La belleza de la percepción es saber lo que significa interesarse. ¿Cómo ayudamos a los jóvenes a comprender y a lidiar con esta facultad de percepción que está en ellos ya? ¿cómo los ayudamos a interesarse por ellos mismos y lo que los rodea?

Hay un bello ejemplo, el de una pequeña niña, que estaba andando en bicicleta y de repente se bajó y recogió un trozo de plástico que estaba tirado en la calle. Luego lo tiró en un basurero cercano, se subió a la bicicleta y siguió andando. Observen la percepción de esa pequeña niña. En realidad, nadie le dijo que hiciera eso. Ella tenía una sensación incorporada en ella de mantener la calle limpia. La limpieza está cerca de la devoción (de la virtud), ella pudo haberlo escuchado, pero en ese momento fue un deseo natural y espontáneo de mantener la calle hermosa. Las personas que hablan sobre la acción, generalmente no actúan porque ellos no ven lo que realmente es, y como no lo ven, no actúan espontáneamente. Desafortunadamente, este instinto de percepción probablemente será destruido en esa pequeña a medida que crezca en este moderno mundo de placeres, ambiciones, éxitos y fracasos.

Para resumir, la tarea emprendida por nuestros Hermanos Mayores o por lo Divino es ayudar a la humanidad a que vaya del mundo de la no-realidad al mundo de la verdad. Por tanto, ellos nos han instruido o señalado que aquel que está en el sendero existe no para sí mismo sino para los demás. Todo en el mundo depende de otras cosas, en diferentes maneras. Pero más allá del cuerpo y de las funciones de la mente existe la característica de la independencia. En sánscrito, para significa más allá. El estudio serio de las enseñanzas teosóficas pueden llevarnos a preguntas espirituales básicas, como ¿Quién soy?, ¿Hacia dónde voy? Y ¿qué tengo que hacer con mi vida? Nuestra vida no será la misma si nos hacemos estas preguntas, más bien se convierte en un viaje espiritual, de crecientes percepciones. En este sentido la percepción es un despertar espiritual por medio del don de una profunda comprensión y realización. Es un don poderoso, la mejor respuesta posible en un momento particular, que nos señala en la dirección de la Vida Oculta, Luz y Amor que abarca a todo en la unidad, con un corazón altruista.

 

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El conocimiento del ser solo lo obtienen aquellos que tienen una real intención de comprender. Dado que esa intención no es abundante, son muy pocos los seres humanos que han alcanzado el conocimiento de sí mismos.

El Sendero del Auto-Conocimiento

Radha Burnier

 

 

 

 

 

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