Vol. 138 - Número 06 - Marzo 2017 (en Castellano) |
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La idea no probada de Albert Einstein
JOSEPH RAUTENSTRAUCH Miembro de la Sociedad Teosófica de Búfalo, Nueva York. Artículo basado en una charla dada en la ST en el Valle de Ojai, el 31 de enero de 2017.
Es posible que recientemente se hayan enterado por las noticias sobre el descubrimiento de las ondas de gravedad que Albert Einstein había predicho a comienzos del siglo XX, cuando los científicos aún no disponían de los medios o herramientas sensibles para confirmar su existencia. Las ondas específicas detectadas se formaron hace más de mil millones de años como resultado de la colisión de dos agujeros negros.
Esta fue sólo una de una serie de predicciones confirmadas que sustentaron la corroboración de algunas de las teorías de Einstein que hablan directamente del Universo como un tejido conectado de espacio-tiempo, gravedad, materia y energía.
Sin embargo, este breve artículo no trata de las contribuciones de Albert Einstein al mundo de la ciencia y la física. La idea expresada por Einstein que me gustaría abordar es la del efecto de la conciencia de una persona acerca de la interconexión de los seres humanos y las fuerzas que conspiran para separar o aislar a las personas.
Las ecuaciones de Einstein a principios del siglo XX hablaban de la relación interdependiente de los fenómenos medibles, pero la idea que plasmó en una carta a un amigo afligido expresaba un sentimiento profundo, una actitud sobre el efecto de la ilusión de separación de un ser humano de la comunidad humana más grande. Uno de sus primeros registros en que expresaba esta idea de una interconexión, fue en una carta privada de 1950, cuando un rabino le escribió y le preguntó cómo podía explicarle y ayudarle a aceptar la muerte prematura de su hijo de dieciséis años debido a la polio. Einstein respondió enviándole una carta que decía:
Un ser humano es una parte del todo, llamado por nosotros "Universo", una parte limitada en el tiempo y el espacio. Se experimenta a sí mismo, sus pensamientos y sentimientos, como algo separado del resto, una especie de ilusión óptica de su conciencia. El esfuerzo por liberarse de esta ilusión es el tema de la verdadera religión. No alimentar el engaño, sino tratar de superarlo, es el camino para obtener la medida alcanzable de la paz mental. Con los mejores deseos, Atentamente, Albert Einstein
Posteriormente, esta idea se amplió para incluir lo siguiente:
Esta ilusión de separación es una especie de prisión para nosotros, que nos restringe a nuestros deseos personales y al afecto por unas pocas personas cercanas a nosotros. Nuestra tarea debe ser liberarnos de esta prisión ampliando nuestro círculo de compasión para incluir a todas las criaturas vivas y toda la naturaleza en su belleza. Nadie es capaz de lograr esto completamente, pero el esfuerzo para tal logro es en sí mismo una parte de la liberación y una base para la seguridad interna.
Cuando encontré información sobre esta carta por primera vez, me pregunté: ¿cómo nos ayuda esto a aceptar semejante pérdida? Quizás tenga que ver con el poder transformador de sentirse conectado, e identificarse con un propósito mucho más grande que nosotros mismos.
En una línea similar, hay un antiguo relato de una mujer que había perdido a su hijo y tenía dificultades para enfrentar esta tragedia y aceptarla. Finalmente, se dirigió a uno de los ancianos del pueblo en busca de ayuda. El sabio dijo: "Sí, puedo ayudar pero necesito un poco de semilla de mostaza. . . ¿Podrías ir a tus vecinos y conseguirme semilla de mostaza?" Ella estuvo de acuerdo, pero el sabio agregó: "Toma la semilla de mostaza solamente de una casa que no haya sido tocada por la muerte de un niño, padre, abuelo o amigo cercano". Cuando la mujer volvió, era obvio que había podido enfrentar su tragedia. Ella no trajo ninguna semilla de mostaza, pero sí trajo la comprensión de que no había nadie en el pueblo que no hubiera sido tocado por alguna tragedia, no estaba sola, sino conectada; ella podría seguir adelante.
Esta creencia en una interconexión se refleja en una de las proposiciones fundamentales de la visión teosófica del mundo, que establece que: "Cada ser existente, desde un átomo a una galaxia, está arraigado en la misma Realidad universal, creadora de vida. Esta Realidad es omnipresente pero nunca puede ser resumida en sus partes, ya que trasciende todas sus expresiones". Este aspecto de la conexión es cada vez más claro para muchos.
En el libro Living The Mindful Life — a handbook for living in the present moment (Vivir una vida plena, un libro para vivir el presente) , el Dr. Charles Tart, al referirse a la escuela de filosofía hindú o budista, dijo:
Lo que todos enfatizan es que reconstruimos nuestro mundo y distorsionamos nuestras percepciones tanto, que el mundo de experiencias en que vivimos es una ilusión, una peligrosa ilusión. Mientras tanto, el mundo real es lo que es. Pero estamos a menudo fuera de ese mundo real, y ese es el problema, eso es lo que crea un sufrimiento inútil.
Abby Martin, un periodista y activista estadounidense, comentó sobre la carta de Einstein:
Lo que Einstein propone es que es nuestro ego el que inhibe la expansión y la unidad de la conciencia colectiva de la humanidad. Nuestros pensamientos, dogmas e ideas preconcebidas sobre el mundo, ya sea que estén enraizados en la religión, en la política o simplemente en el egoísmo, nos impide mirar la vida como verdaderamente es y mirarnos mutuamente como realmente somos. No nos permite comprender o sentir de qué manera estamos ciertamente conectados y cómo dependemos de los que nos rodean. Es nuestro ego el que disminuye nuestra capacidad de entender, de percibir que muchos comparten las mismas esperanzas, alegrías y tristezas que todos experimentamos.
Tal vez el haiku, o poema corto, titulado The Lamp Once Out (Al apagarse la lámpara), por el poeta japonés Natsume Soseki aborda este efecto del ego:
Al apagarse la lámpara Entran estrellas frescas Por el marco de la ventana.
Ivan M. Granger, al comentar este haiku, dijo:
En el nivel más literal, Natsume Soseki nos está dando la imagen de una lámpara que se apaga. Cuando esa luz fuerte y cercana ya no está allí, entonces nuestros ojos pueden ver las estrellas en el cielo nocturno a través de la ventana. Sólo tres líneas son suficientes para darnos ese hermoso momento.
Sin embargo, otra manera de leerlo es que la luz de la lámpara podría sugerir el ego. Esa es la luz conocida con que normalmente vivimos. Es útil porque nos permite interactuar eficazmente con el entorno inmediato. Pero nos olvidamos de que también afecta nuestro enfoque y limita nuestra visión total.
Es sólo cuando finalmente se apaga, que podemos ver la inmensidad de la gente y del mundo que nos rodea. *
La idea de la separación y su efecto en un individuo es sólo una pequeña parte de la preocupación de Einstein por esta ilusión de separación. Estaba igualmente preocupado sobre su efecto en la humanidad y su necesidad de límites o fronteras.
Actualmente, la mayoría de las personas coincidirían en que el trabajo de Einstein y el de sus colegas, en la comunidad científica, ha tenido un gran impacto en nuestra cosmovisión y en la vida cotidiana de las personas en todo el mundo. Todos compartimos los muchos beneficios de una mayor comprensión del mundo físico. Sin embargo, creo que su idea expresada a un amigo afligido acerca de la ilusión de la separación y la verdadera conexión de toda vida, es en realidad la más importante y más poderosa. Sabemos de los beneficios transformadores que un sentimiento de conexión humana puede tener en el individuo. Sabemos del posible efecto fétido que las fronteras de la separación, ya sean imaginarios o reales, pueden tener en el flujo de la fuerza vital a través del individuo, familia, comunidad, nación o el mundo.
Lo que muchos no saben es cómo ir más allá del uso de fronteras y del miedo como herramientas de organización. Sin embargo, algunos creen que podemos estar más cerca de una solución de lo que la mayoría piensa. Buckminster Fuller, un arquitecto del siglo XX conocido por su "invención" de la cúpula geodésica, dijo: "Nunca cambias las cosas luchando contra la realidad existente. Para cambiar algo, construye un nuevo modelo que haga obsoleto el modelo existente." Gente como Tenzin Gyatso, el 14º Dalai Lama, y Karen Armstrong, autora y erudita, son ejemplos de personas que están desarrollando programas basados en un nuevo modelo. En lugar de un modelo basado en el control del comportamiento por medio del temor y, la separación de los pueblos por fronteras o muros, ellos están produciendo modelos de vanguardia basados en el amor y la compasión, y en los vínculos entre los pueblos. Karen Armstrong ha reconocido que todas las religiones principales poseen una forma de la Regla de Oro: "Haz a los demás como quisieras que te hicieran a ti", en su raíz. Sin embargo, ninguna de ellas ha cumplido con este principio básico, y han estado entre algunas de las causas de mucho sufrimiento humano. Ella dice que es hora de que regresen a su esencia.
La Sra. Armstrong ha creado "La Carta de la Compasión", que insta a los pueblos y religiones del mundo a adoptar el valor fundamental de la compasión. A personas y comunidades de todo el mundo se les pide que firmen esta carta y ha sido firmada por miles de personas en todo el mundo. La Carta ha inspirado un movimiento global de compasión.
Esta carta es un ejemplo de cómo abordar y probar el efecto de disolver la ilusión de separación y posiblemente ayudar a muchos a experimentar el efecto de una conciencia de estar conectados. Los resultados aún no están listos. Estoy seguro de que, como comunidad, como sociedad y como individuos, podemos pensar en muchas otras maneras de probar formas de disolver las fronteras imaginarias entre los pueblos y las comunidades.
Nuestras generaciones han sido testigos, directa o indirectamente, del efecto del miedo, el odio y la separación en nuestro frágil mundo, que a menudo se basa en un modelo de miedo, fronteras y confrontación. Tal vez sea hora de algunos nuevos modelos basados en la compasión, el servicio y el amor. Einstein dijo: "No podemos resolver nuestros problemas con el mismo pensamiento que usamos cuando los creamos". Una cita, atribuida al mariscal Mcluhan, filósofo y comentarista del siglo XX, sobre la influencia de los medios de comunicación dice: "Moldeamos nuestras herramientas y luego nuestras herramientas nos moldean a nosotros". Me pregunto qué tipo de mundo podríamos moldear para nosotros mismos, si la compasión se convirtiera en nuestra principal herramienta.
En este momento no pretendo saber cómo vamos a pasar hacia una comunidad mundial más pacífica, pero la evidencia parece apoyar la creencia de que la confrontación, el miedo, las fronteras, el aislamiento y el pensamiento de odio pueden no ser las herramientas o agentes de cambio que nosotros queremos utilizar.
"La Carta de la Compasión" en verdad representa un paso en la dirección que Albert Einstein creyó que era necesario transitar, una dirección hacia el reconocimiento de que todos estamos conectados y dependemos unos de otros. Sin embargo, estoy seguro de que hay muchas otras maneras.
Pase lo que pase, puede ser cierto que volver a estar en contacto con la consciencia que habita en lo profundo de nuestros corazones, de nuestra conexión e interdependencia con los demás y con el universo, puede no sólo tener una pequeña parte en el cambio del mundo, sino una parte muy importante en la transformación de nosotros mismos.
* Ivan M. Granger, Poetry Chaikhana Blog — Sacred Poetry from Around the World.
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