Vol. 138 - Número 01 - Octubre 2016 (en Castellano) |
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Annie Besant su vida y su misión
RADHA BURNIER
Séptima Presidente internacional de la Sociedad Teosófica (1980-2013). Reimpreso del The Indian Theosophist, noviembre-diciembre 1993.
La Dra. Annie Besant fue descrita como una yogui por Pandit Madan Mohan Malaviya, aunque él no aprobaba completamente su enfoque ecléctico sobre los problemas nacionales. Al comienzo, durante su período de trabajo con los Socialistas en Inglaterra, Bernard Shaw afirmó que no había una oradora igual a Annie Besant. El impacto de su oratoria no solo era el resultado de su excepcional elocuencia y de su tono de voz argentino, por el que fue famosa. Sus conferencias eran especiales, porque muchos en su audiencia se sentían elevados por el poder que fluía a través de ella y que les hacía sentir su mejor moralidad y espiritualidad.
Fue una gran organizadora con una energía extraordinaria. Además era intensamente religiosa, en un sentido profundo y magnánimo. Sus logros intelectuales también fueron notables. Por consiguiente, uno puede decir sin exagerar que su vida fue un ejemplo de karma, bhakti y jñana yoga, una vida de absoluto altruismo dedicada al cuidado de los demás.
El 16 de noviembre de 1893, cuando arribó a India por primera vez, no llegó como foránea. Ya había hablado ante grandes audiencias por toda Gran Bretaña sobre la opresión que los pueblos colonizados tenían que soportar. Su panfleto titulado Inglaterra, India y Afganistán había circulado ampliamente. Así que vino aquí como devota de la filosofía India y como campeona de su pueblo.
En 1895 se estableció en Varanasi y comenzó a ahondar en la filosofía de la India y en la ciencia sagrada. Adoptó el estilo de vida simple de la India, sentándose con las piernas cruzadas, viviendo entre indos como uno de ellos. Muy pronto tradujo el Bhagavadgita, al haber dominado el sánscrito lo suficiente.
Dio numerosas conferencias por toda India sobre las profundas verdades de las grandes religiones. Insistía en la necesidad de ser religioso sin ser sectario, de amar la fe propia sin detrimento de la ajena. “Hagan de la religión una fuerza de unión, no de separación.” enseñaba.
No voy a excusarme aquí por la variedad de creencias religiosas, porque afirmo que en esa variedad yacen los valores más grandes del hombre. Los hombres son de temperamentos distintos, de diferentes líneas de pensamiento. ¿Podrían considerar a la religión una en sus formas como también una en su esencia? Entonces pídanle al sol que envíe un rayo de un solo color y hagan de un sólo color la variedad del mundo.
La India de hoy se beneficiaría inmensamente de este consejo que le dio a su pueblo sobre religión. Sus palabras sobre la fraternidad de las religiones merecen ser ampliamente difundidas como un medio para combatir el fundamentalismo, el fanatismo y el alarde egoísta religioso que se considera como religión.
La Dra. Besant también observó que la juventud inda necesitaba una educación adecuada a su cultura. El sistema educativo de ese momento estaba organizado para producir empleados y subordinados a los Británicos. Ella decidió restaurar el respeto de sí mismo, a formar el carácter y a proveer a los jóvenes claros conceptos de buena ciudadanía. Por esto, fundó el famoso Central Hindu College y escuelas en Benarés, manteniéndolos libres del control de los gobernantes Británicos. Las instituciones crecieron hasta convertirse en una celebridad nacional. Varios príncipes acudieron con ayuda y jóvenes entusiastas abandonaron sus empleos para enseñar. Ella misma inspiraba a los estudiantes con charlas sobre los antiguos ideales indos, y les enseñaba a ser caballeros. Estaba en contra de usar a los jóvenes en la política. El joven debe aprender a pensar y a entender antes de actuar, decía. Al mismo tiempo se encargaba que sus estudiantes fueran entrenados para formar parte de la vida nacional.
Sus Central Hindu College y las escuelas (unos para niños y otros para niñas) tenían hermosos jardines y edificios, pero cuando Pandit Malaviya le propuso fundar la Banaras Hindu University, donó todo con su usual magnanimidad. Luego dirigió toda su energía a abrir una serie de escuelas nacionales por toda India. Ella afirmó:
Nuestra labor es el adiestramiento de miles de hijos de India en una noble hombría, en la dignidad de convertirse en ciudadanos libres de una tierra libre. Algunos de ustedes imaginan que la libertad se obtiene con un hablar ruidoso, con discursos violentos, con declaraciones estruendosas, con manifestaciones tumultuosas por las calles. Yo les digo que la Libertad es una diosa demasiado sublime para que descienda en un país, a menos que la pureza de corazón, un vivir noble, el auto-sacrificio, la disciplina y el auto-control hayan hecho de los ciudadanos un trono en el que ella pueda sentarse y reinar.
Tan exitosos fueron los niños y niñas preparados en sus instituciones, en un sentido de responsabilidad y deber público, que incluso bajo circunstancias apremiantes nunca hubo ningún problema e indisciplina en ninguno de ellos.
Junto a su labor educativa, la Dra. Besant se comprometió con actividades para la reforma de la estructura social. Habló por toda India en contra de las creencias supersticiosas y tradiciones anticuadas como castas, el matrimonio infantil, la viudez forzosa, el maltrato de las clases menos favorecidas y la crueldad hacia los animales. Estas charlas fueron publicadas bajo el título Wake Up India. Muchos se comprometieron a abandonar tradiciones indeseables y a trabajar para la reforma. La práctica de sólo consumir artículos hechos únicamente en India (swadeshi) también fue parte del programa. Así, se preparó el camino para la acción política.
En 1916 la Dra. Besant inició el Movimiento para un Gobierno Autónomo, y se establecieron ramas de la Asociación para un Gobierno Autónomo tan ampliamente, que incluso despertó la conciencia de las personas del campo sobre la necesidad de la independencia. Esto condujo a Gandhiji a señalar: “Es la Dra. Besant quien despertó a India de su profundo sueño y rezo para que pueda vivir mucho y ser testigo de una India libre.” En ese momento, cuando otros líderes vacilaban, ella le pedía a los gobernantes nada menos que una completa autonomía gubernamental. Las comunidades se dividieron, pero ella las reunió para una acción unida. Sin embargo, insistía en usar solamente medios constitucionales para lograr la libertad. Ella conocía, por su larga experiencia y labor política en Inglaterra, cuán peligroso era enseñar a las masas el incumplimiento de la ley. Ella advirtió: “¿Alcanzaremos la autonomía sólo para encontrar una nación en condiciones anárquicas, que se resista a toda disciplina, desafíe toda autoridad, donde cada quien sea el gobernante de sí mismo?” Desafortunadamente, su consejo contra el uso de medios inconstitucionales no fue aceptado y actualmente sufrimos las consecuencias que ella anticipó.
Un poderoso instrumento de acción política y de reforma fue el diario New India, que ella poseyó y editó por quince años, desde 1914 en adelante. Aunque el gobierno la recriminaba una y otra vez por sus incisivos artículos, ella permaneció imperturbable. El gobierno Británico estaba alarmado por el impacto de sus campañas, así que la detuvieron en Ootacamund por unos pocos meses. El resultado de esa imprudente decisión fue que cuando ella fue liberada, el entusiasmo público se redobló y fue electa Presidente del Congreso Nacional Indio en 1917, a cuyo cargo le dio una nueva dimensión, estando activa durante todo el año, en vez de hacerlo por tres días solamente.
Su popularidad no duró, porque ella se oponía a la desobediencia civil, porque esto significaba que había que decirles a las personas que debían quebrantar la ley. Sin embargo, ella nunca le temió a la impopularidad. Con firmeza continuó haciendo lo mejor, a pesar de su avanzada edad. Un Congreso Nacional organizado por ella, culminó en el proyecto de ley de la Commonwealth of India Bill, que concebía un sistema de sufragio gradual y también un sistema de calificaciones y de méritos para tener un cargo público. La nación no apoyó sus esfuerzos, pero el proyecto de ley llegó al Parlamento Británico y fue leído. Indudablemente nuestro país se hubiera beneficiado inmensamente si algunos de los conceptos de ese proyecto de ley hubieran sido incorporados a la Constitución de India. Lamentablemente, en la actualidad nada puede prevenir que incluso personas, con un expediente criminal, tengan un alto cargo.
El gran trabajo de la Dra. Besant fue en muchas áreas: El Movimiento Scout, la Asociación de Mujeres de India, el Movimiento Laboral, la Asociación India de Jóvenes, y otras instituciones, fueron fundadas o inspiradas por ella. Pero no debemos olvidar que su misión no se confinaba solo a India. Ella fue una personalidad mundial reconocida. En 1893, cuando el primer Congreso Mundial de las Religiones se celebró en Chicago, fue una de sus figuras destacadas. Incluso un aforo para 3000 personas no fue suficiente para el público que fue para escucharla hablar sobre: “El Deber Supremo.”
En 1907, la Dra. Besant fue electa como Presidente de la Sociedad Teosófica. Viajó a cada rincón del mundo y fue reverenciada como guía espiritual. Formó a algunas figuras sobresalientes, ninguna más notable que J. Krishnamurti, quien probaría que sus visiones proféticas sobre su futuro estuvieron justificadas.
La nota clave en la vida y misión de Annie Besant se puede resumir en dos palabras: Verdad y Amor. Ella escribió: “Una imperiosa necesidad me obliga a decir la verdad como la veo, sin importar que el discurso guste o disguste, sin importar si trae alabanzas o censuras.”
La otra cara de su naturaleza fue el Amor. Pocos conocen a cuántos pobres ayudó, a cuántos miles de estudiantes educó. Si el mundo fuera bendecido por unas pocas Annie Besants habría esperanza de un rápido progreso hacia una edad de oro. Las siguientes palabras representan cuál era su espíritu:
Cuando aquellos que poseen, estén prestos a sacrificarse, entonces el amanecer de una nueva era se verá en el cielo que se erige sobre nuestra tierra; cuando la educación, la riqueza y el poder se sustenten como garantía del bien común, ¡ah! entonces se establecerán las bases de un mejor y noble Estado. Cuando el hombre y la mujer educados recuerden: “Esta educación que poseo, comprada con la ignorancia de miles que han trabajado para que yo pueda ser educado, realmente les pertenece a ellos, y yo debo devolvérselas a ellos en servicio, para cancelar la deuda que he contraído con ellos”; cuando el hombre rico sienta: “Soy un administrador, no el dueño de esta riqueza que surgió por el trabajo de miles; ayudemos en el mejoramiento de miles”, entonces la Fraternidad comenzará a revelarse sobre la tierra.
Ella vivió sus ideales
La Sra. Besant no posee la falsa modestia de la ignorancia… No posee ninguno de los aires de una elevada sacerdotisa, ni ningún talante de un místico. Ella es simple y directa, una persona de un encanto singular. Sus consignas favoritas probablemente son: “Por Dios, por el Rey, y por la Patria”, “No hay Religión más Elevada que la Verdad” y “En la Unión de todos los que aman, y al servicio de todos los que sufren”, porque éstos adornaban las paredes de su habitación. Todo el que la conoce, no sólo los Teósofos, te dirá que ella vivió estos ideales durante su ardua y sorprendente trayectoria.
Lowell Thomas India
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