Vol. 138 - Número 01 - Octubre 2016 (en Castellano) |
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Coro de los Rishis
¡Oh Ravan! ¿no podrías tú decir por qué? ¿No conoces tú la marca y la señal del alma descendida de la cúspide que proclama su parentesco celeste? A ella descanso eterno no le es dado Breve en su cielo nativo. Amor tras amor, alegría tras alegría, Como juguete desgastado, desechada, A lo alto siempre proyectada y extendida, De las pruebas ascendiendo nube a nube; Toda esperanza mundana lejos ha echado, Todo mundano amor pasado y renunciado, Y el espíritu considerado tan débil y abrumado, Iluminado, fortalecido, y redimido, Triunfante descansa al final, Para nunca más vagar, En su propia, su morada natal, Su amor primordial, y su último ¡El Amor celestial!
El Sueño de Ravan
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