Vol. 137 - Número 12 - Septiembre 2016 (en Castellano) |
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Teosofía – Yoga para el Mundo Moderno
K. Dinakaran
Miembro del Consejo de la Sección India y ex Secretario de la Federación Teosófica de Kerala. Charla dada en la Rama Gautama, Cannanore, Kerala, el 3 de abril 2015.
El significado de “yoga” varía según el individuo. Las enseñanzas de Patañjali en forma de aforismos arrojan luz sobre esta antigua sabiduría. ¿Cómo está la Teosofía, que H. P. Blavatsky describió como la Religión de la Sabiduría, tan estrechamente relacionada al yoga? Como en los principios enumerados en los Yoga-sutra-s, la Teosofía también es la elevación espiritual de la humanidad. En el “Sadhana Pada” de los Yoga-sutra-s, Patañjali describe los cinco votos a ser observados por el estudiante de yoga como compasión (ahimsa), veracidad (satya), no robar (asteya), moderación o vivir en la conciencia suprema (brahma-charya), y la no codicia (aparigraha). Él también afirma que estos votos no están condicionados por la clase, el lugar, el tiempo o la ocasión, y se extienden a todos los estados que constituyen el Gran Voto.
El primer Objetivo de la Sociedad Teosófica (ST) es: “Formar un núcleo de la Fraternidad Universal de la Humanidad sin distinciones de raza, credo, sexo, casta, o color.” Estos principios, como también la Unidad de Vida, evolución, karma y reencarnación se aplican a todos, ya sea que los acepten o no.
La Dra. Annie Besant dijo que la Teosofía nos enseña la gran evolución, que continúa a través de millones de años, eones de tiempo, etc. En un ciclo más breve, un desenvolvimiento similar también ocurre en el individuo. Estas fuerzas que se manifiestan y se revelan a sí mismas en la evolución son acumulativas en su poder, de la piedra al vegetal, al animal, al hombre, y del humano al superhumano. Este último proceso de la evolución se llama “yoga”. Ella también agrega: “Si comprendes la unidad del Yo entre las diversidades del No-Yo, entonces el yoga no (nos) parecerá algo imposible”. La aceptación de este principio fundamental de la Unidad de Vida es la única condición para ser un estudiante de yoga. La misma aceptación también se espera de un individuo que desee unirse a la ST, que es la fraternidad universal de la humanidad sin distinciones, aunque existen varias diferencias que dividen al hombre en nombre de las creencias, ideologías políticas, condiciones sociales, de raza, etc.
Yoga es Ciencia. Según Annie Besant: “El Yoga es sólo un proceso acelerado del desarrollo normal de la conciencia”, en vez de seguir el agotador camino de la selección natural. En su libro, In the Outer Court (En el Recinto Externo), Besant expresa esta idea de manera pictórica, como escalando una montaña de dos maneras: por el sendero largo y sinuoso, y por el sendero corto y empinado. Al igual que cualquier otra ciencia, el yoga, como el conocimiento sistematizado del desarrollo de la conciencia y de sus leyes, tiene aplicación universal.
Una de las joyas de la Teosofía, A los Pies del Maestro, manifiesta explícitamente: “La religión que un hombre profese, la raza a la que pertenezca, no son importantes; lo único que realmente importa es el conocimiento, el conocimiento del plan de Dios para los hombres. Porque Dios tiene un plan y este plan es la evolución… Si está del lado de Dios, es uno de los nuestros y nada importa que se llame hinduista, budista, cristiano o mahometano; que sea indo o inglés, chino o ruso.” Debemos recordar que esta enseñanza fue proporcionada a comienzos del siglo veinte cuando la humanidad estaba dividida en base a diferentes creencias religiosas, ideologías políticas, discriminación racial, etcétera. Pero los problemas de la humanidad son uno y el mismo.
El Raja Yoga, o el yoga real, comienza donde termina el hatha yoga. Para hollar el sendero del yoga es imprescindible tener vehículos perfectamente aptos. Las varias posturas prescritas en hatha yoga ayudan al estudiante a adquirir un vehículo adecuado. A los Pies del Maestro compara al cuerpo con un corcel para montar: “El cuerpo es tu animal, el corcel sobre el que cabalgas. Por consiguiente debes tratarlo bien, y cuidar de él; no debes fatigarlo demasiado, debes nutrirlo apropiadamente sólo con alimentos y bebidas puras, y siempre mantenerlo escrupulosamente aseado, libre de la menor mancha de impureza”. En los Yogasutras, la primera regla a seguir por el estudiante (niyama), es la pureza (saucha), que está relacionada con nuestros vehículos, que incluye al cuerpo físico, para que la Vida Divina pueda manifestarse a través de ellos. Pureza de pensamiento, palabra y acción es un deber para hollar el sendero espiritual.
La segunda niyama es el contento (santosha). Es una de las condiciones primarias para llevar una vida yógica. A los Pies del Maestro aconseja al estudiante: “Debes sobrellevar tu karma alegremente, cualquiera que sea, considerando como un honor el sufrimiento que te sobrevenga, porque ello demostrará que los Regentes del Karma te juzgan digno de ayuda. Por duro que sea, agradece que no haya sido peor.” La historia de Raja Harischandra en la epopeya Hindú, y la de Job en la Sagrada Biblia, son ejemplos de afrontar las pruebas de los Devas del karma. Todas esas pruebas en sus vidas no pudieron desviarlos del sendero de la rectitud. Este intrépido coraje se espera del estudiante de yoga.
A los Pies del Maestro nos aconseja poseer la cualidad de la “tolerancia”. En un mundo de intolerancia y sus múltiples problemas, esta cualidad es muy relevante. El Maestro aconseja: “Debes sentir perfecta tolerancia hacia todos y un cordial interés por las creencias de aquellos de otra religión, tanto como por las tuyas. Porque su religión es un sendero hacia lo supremo, como lo es la tuya. Y para ayudar a todos, debes entenderlas todas.” El segundo Objetivo de la ST señala este importante aspecto. Aquellos que se unen a la Sociedad deben estar de acuerdo con este Objetivo: “Fomentar el estudio comparativo de las Religiones, Filosofías, y Ciencias.” Estos tres campos de aprendizaje son las fuentes de la Sabiduría para la humanidad.
Patañjali define el yoga en el segundo aforismo como “la inhibición de las modificaciones de la mente”. La Voz del Silencio, otra joya de la Teosofía, proclama: “La mente es el gran destructor de lo Real. Destruya el discípulo al destructor.” Es fácil decirlo pero difícil practicarlo. Krshna consuela a Arjuna en el Bhagavadgita diciéndole que este estado puede alcanzarse por una práctica constante y la ausencia de deseo. Cuando se alcanza este estado, los Yoga-sutra-s dicen: “Entonces el Iluminado se establece en su propia naturaleza fundamental y esencial.” Patañjali también lo dice de otro modo: “Su supresión (se produce) por la práctica constante y el desapego.” Así que estos dos grandes maestros de la Sabiduría, Krshna y Patañjali, aconsejan lo mismo: “práctica y desapego.”
Toda búsqueda espiritual comienza con la pregunta: ¿Quién soy? ¿Cuál es la verdadera naturaleza de esta Unidad o Mónada? La tercera parte de A los Pies del Maestro concluye: Pero tú, el verdadero tú, eres una chispa de la misma Divina flama, y Dios, que es Omnipotente, mora en ti, y por esto no hay nada que no puedas hacer si te lo propones. Di a ti mismo: ‘Lo que el hombre ha hecho, el hombre puede hacer. Soy un hombre, y además, soy también Dios en el hombre; puedo hacer esto, y lo haré’. Porque tu voluntad debe ser como el acero templado, si quieres hollar el sendero.”
Este hollar del sendero puede compararse con un “caminar al filo de la navaja” (asidharavrata). Aquí también podemos tener de guía A los Pies del Maestro: “Entre el bien y el mal, el Ocultismo no conoce concesiones. A cualquier precio, debes hacer lo que es correcto, sin importar lo que el ignorante pueda decir o pensar.” El Vivekachundami - “La Joya Suprema del Discernimiento” de Sri Sankaracharya, afirma: “Debido al deseo de ir tras la sociedad, a la pasión desmesurada por el estudio de las Escrituras, y por el deseo de mantener al cuerpo en buenas condiciones, las personas no pueden lograr la Realización correcta.”
Svadhyaya, o el estudio del yo, es muy importante para aquel que huella el sendero. En palabras de HPB, es “ver lo inferior bajo la luz de lo Superior.” A los Pies del Maestro afirma nuevamente: “Debes estudiar profundamente las leyes ocultas de la naturaleza, y cuando las conozcas, ordena tu vida conforme a ellas, usando siempre la razón y el sentido común.” La relevancia del tercer Objetivo de la ST demanda del buscador sincero esta investigación. Como correctamente advierte el Maestro de la Sabiduría:
No desees poderes psíquicos, ellos vendrán cuando el Maestro advierta que es mejor para ti que los poseas. Forzarlos demasiado pronto a menudo deriva en muchos problemas; a menudo su poseedor es extraviado por engañosos espíritus de la naturaleza, o se envanece y piensa que no puede cometer un error; y en cualquier caso el tiempo y la fuerza que toma obtenerlos pueden emplearse en trabajar por los demás.
La frase de apertura de La Voz del Silencio afirma: “Estas instrucciones son para quienes ignoran los peligros de los iddhi inferiores, o poderes psíquicos”.
Como en cualquier otra ciencia, el yoga exige un estudio serio y dedicación por parte de sus estudiantes. Muchos años, e incluso toda una vida, pueden no ser suficientes para lograr el resultado esperado. I. K. Taimni expresa en La Ciencia del Yoga:
Hay demasiados casos de entusiastas aspirantes que sin ninguna razón aparente se distancian, o al encontrar la disciplina del yoga abrumadora, se rinden. Aun no están preparados para la vida yógica… y deciden sintonizar su aspiración con la nota inferior del mero estudio intelectual.
El estudio intelectual debe llevarse a cabo a través de etapas progresivas de reflexión, meditación y práctica en la vida diaria. En el prólogo de A los Pies del Maestro se afirma:
Mirar la comida y decir que está buena no satisfaría a un hambriento, debe comerla. Así, escuchar las palabras del Maestro no basta, debéis hacer lo que Él dice; atento a cada palabra, cumpliendo cada indicación. Si no advertís alguna indicación, si no atendéis a una palabra, se pierde para siempre, porque Él no las repite.
En los viejos tiempos esta auto-disciplina era llamada tapas, que literalmente significa “quemar”, e implicaba quemar las impurezas de ira, celos, codicia, envidia, deseo, pasión, etc. Un gran texto yógico, el Bhagavadgita, narra diferentes tipos de tapas o austeridades. Según él, “la palabra que no causa molestia, que es verdadera, gratificante y beneficiosa, la práctica del estudio de las Escrituras, se llaman: austeridad del discurso. La felicidad mental, la caballerosidad, el silencio, el auto-control, la pureza de la naturaleza, se llaman austeridad de la mente.” En resumen, nuestro pensamiento, palabra y acción deben poseer estas tres cualidades. Deben ser verdaderas, amables y útiles.
La Escala de Oro, dictada a H. P. Blavatsky, es aquélla “sobre cuyos pasos el aprendiz puede ascender al templo de la Sabiduría Divina.” Seguir estos escalones es realmente el sendero yógico prescrito por grandes maestros en varias tradiciones de la Sabiduría. La Escala de Oro afirma, de otra manera, que no existen atajos en el sendero espiritual. El aprendiz debe ascender por sí mismo. Sin maestro ni autoridad, ningún sistema puede hacer milagros; por ejemplo, valor para soportar las injusticias personales. Todos aquellos que hollaron el Sendero espiritual, como Sócrates, Cristo, Buddha, Bruno, Hipatia y, en tiempos modernos, H. P. Blavatsky, C. W. Leadbeater y Annie Besant, experimentaron varias pruebas en su vida personal. Sin queja alguna, ellos bebieron hasta la última gota de dolor de la copa de la vida dejada por el Karma.
La Teosofía, por medio de su actual vehículo en el mundo moderno, la Sociedad Teosófica, proclama el raja yoga como el yoga para el hombre moderno. No necesitamos ir a las montañas nevadas, a los densos bosques o a los desiertos, para aprender esta Sabiduría; no necesitamos abandonar a la familia, amigos o parientes; pero como Arjuna, quien aprendió este yoga en medio del campo de batalla, también podemos alcanzar este Yoga de la Ciencia Real en nuestra vida diaria.
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