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El Teósofo - Órgano Oficial del Presidente Internacional de la Sociedad Teosófica
Vol. 137 - Número 10 -  Julio 2016 (en Castellano)

 
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C. W. Leadbeater,

una apreciación personal

 

Pablo Sender

Miembro de la ST desde hace muchos años, es Doctor en Ciencias Biológicas.

Reside y trabaja en el Instituto Krotona de Teosofía en Ojai, California.

 

 

C. W. Leadbeater (CWL) es quizás una figura tan controversial dentro de la Sociedad Teosófica (ST) como lo es Madame Blavatsky fuera de ella. Puesto que varios miembros me han solicitado que comparta mis impresiones sobre él, el presente artículo ofrece mis apreciaciones sobre algunos aspectos del carácter de CWL para aquellos que puedan estar interesados en leer qué es lo que siente un compañero de estudio de la Teosofía sobre su vida.

 

Hay algunos aspectos de su trabajo con los que no siento afinidad. Yo siempre he sido atraído al modo en que H. P. Blavatsky (HPB) presenta la metafísica teosófica. Mi mente se inspira y estimula cuando trabaja con conceptos abstractos y afirmaciones oscuras que velan un profundo significado. Las presentaciones de las enseñanzas teosóficas de Leadbeater tienden a ser más concretas, las que, aunque muy convenientes para muchas personas, para mí no tienen un atractivo particular. Además, no estoy muy interesado en descripciones de fenómenos, tanto físicos como sutiles, así que no me siento inclinado hacia estas investigaciones clarividentes del lado oculto de las cosas que él desarrolló en abundancia.

 

Además, siempre estuve interesado en las enseñanzas de Krishnamurti, en su énfasis en la exploración de los estados de conciencia que podemos experimentar en nuestro interior y en el desarrollo de un estado de consciencia. Como algunos lectores podrán saber, los seguidores típicos de las enseñanzas de HPB y de Krishnaji no son muy aficionados a Leadbeater, y son, en ocasiones, muy expresivos en las críticas de su carácter y de sus enseñanzas. Con este precedente, es fácil observar que estaba predispuesto a no sentirme muy afín con él. De hecho, durante mis primeros años en la ST, estuve consciente de dichas críticas y de alguna manera también estaba parcializado por ellas.

 

Diez años después de haber hecho contacto con las enseñanzas teosóficas, tuve la oportunidad de vivir y trabajar en la sede internacional de la ST en Adyar cerca de dos años. Durante mi labor en el departamento de Archivos me encontré con material sobre el “Caso Leadbeater” en el que fue acusado de conducta sexual inapropiada con adolescentes que estuvieron bajo su tutela. El material incluía relatos históricos y correspondencia personal con miembros de todo el mundo de esa época. Después de haber revisado los documentos, no sólo desapareció mi parcialidad negativa, sino que desarrollé un sentido de admiración por él que hoy en día es fuente de inspiración en mi vida teosófica.

 

Un cambio similar sucedió con respecto a sus enseñanzas. Para apreciar lo que estoy a punto de destacar, una referencia de mi vida personal puede que sea útil. Antes de arribar a Adyar, había tenido pocas y muy simples experiencias internas. Mi conocimiento de las enseñanzas de HPB o de Krishnamurti no me dieron las herramientas para interpretar o entender sus significados, porque esos maestros no las elaboraron. A medida que mi visión de Leadbeater cambió mientras trabajaba en los Archivos de Adyar, comencé a explorar más su trabajo. Encontré ciertas afirmaciones en sus escritos, de las que no había sido consciente aún, que explicaban perfectamente mis experiencias. Es fácil comprender que sus enseñanzas ganaran cierto valor por la pequeña corroboración proporcionada por mis experiencias personales. Aunque mis preferencias, con respecto a la metafísica teosófica y a la investigación clarividente no cambiaron, encontré un gran valor en las enseñanzas de CWL sobre el desarrollo interno. Puedo escribir más al respecto en un próximo artículo, pero aquí quiero enfocarme en el porqué encontré inspiración en su vida y en su carácter.

 

El entrenamiento de Leadbeater

CWL era un clérigo ordenado de la Iglesia de Inglaterra, pero siempre tuvo un amplio campo de intereses que incluyó fenómenos espiritistas y psíquicos. Luego de leer El Mundo Oculto de A. P. Sinnett, se unió a la ST en noviembre de 1883. Pocos meses después, conoció a H. P. Blavatsky en Londres y decidió escribirle una carta a uno de los Maestros ofreciéndose como discípulo. En la carta expresó que estaba dispuesto a viajar a India si eso era necesario para su entrenamiento, aunque no podría hacerlo por algunos años, debido a ciertos “lazos de gratitud” que lo ataban a Inglaterra.

 

Siete meses después, en la mañana del 31 de octubre de 1884, recibió una carta con una respuesta del Maestro KH. En ella, el Maestro le dice que no era necesario viajar a la India para ser un chela. Sin embargo, debido a los ataques que la ST estaba recibiendo, sería bueno si pudiera viajar a Adyar por unos meses para ayudar. El Maestro añade que sus lazos de gratitud no se verían afectados por eso.

 

CWL no creía poder abandonar sus obligaciones por unos meses y luego retomarlas, pero estaba dispuesto a dejarlo todo atrás, si era necesario, para ayudar en la labor del Maestro. Rápidamente se fue a Londres a ver a HPB, quien zarpaba para la India al día siguiente y le solicitó que le transmitiera su respuesta al Maestro. HPB le dijo que el Maestro ya conocía su respuesta y le pidió a CWL que se quedara con ella ese día. Luego, esa misma noche, él y un grupo de miembros que estaban alrededor de HPB vieron una nota aparecer gradualmente en su mano. Ella le dijo “Aquí está su respuesta” y le requirió que abandonara la habitación y leyera la nota en privado. La nota decía:

 

Como su intuición le ha llevado en la dirección correcta y le ha hecho comprender que ha sido mi deseo que usted se dirija a Adyar inmediatamente, puedo agregar algo más. Cuanto antes vaya, mejor. No pierda un día más del que usted pueda ayudar. Zarpe el 5 si es posible. Únase a Upasika (HPB) en Alejandría. No permita que nadie sepa que usted se marcha y que las bendiciones de nuestro Señor y mis pobres bendiciones lo protejan de todo mal en su nueva vida. Saludos para usted, mi nuevo chela – KH[i].

 

Evidentemente, su disposición a seguir las sugerencias del Maestro fue suficiente para probarse digno de ser un chela. Inmediatamente dejó atrás su antigua vida y cuatro días después estaba camino a reunirse con HPB en Alejandría. Durante el viaje a Adyar, CWL fue sometido al entrenamiento característico de HPB, que incluía estar frecuentemente en situaciones muy embarazosas enfrente de otros, con el fin de superar las ataduras del ego personal. En su libro Cómo Llegó a mí la Teosofía, CWL menciona con aprecio “el severo pero notable y efectivo entrenamiento al que ella (HPB) sometía a sus discípulos”, y comenta:

 

Cuando llegué a sus manos yo era sólo un cura común jugando tenis en el césped, bien intencionado y escrupuloso, eso creo, pero increíblemente tímido y retraído, con todo el temor promedio de un hombre inglés de hacerse a sí mismo conspicuo de alguna manera u ocupando una ridícula posición. Luego de unas pocas semanas del entrenamiento dado por HPB, alcancé una etapa en la que yo era inmune a ser ridiculizado y no me importaba en el más mínimo grado lo que nadie pensara sobre mí.[ii]

 

Como observaremos, futuros eventos mostrarán que de hecho aprendió a estar más allá de lo que las personas pensaran sobre él o sobre su trabajo.

 

Es interesante notar también que, más adelante en su vida, cuando en su momento le tocó entrenar pupilos, algunos de ellos reclamaron que era muy severo. En esta cita podemos observar que así es como fue entrenado exitosamente por HPB, aunque evidentemente la mayoría de las personas no pueden soportar este procedimiento con tanto éxito como él lo hizo.

 

CWL también es un ejemplo notable de desarrollo oculto. Él no nació clarividente, como lo fue HPB. Cuando se unió a la Sociedad, no había tenido ningún signo de sensibilidad psíquica. Pero durante su permanencia en Adyar, en algún momento en el año 1885, el Maestro le dio algunas instrucciones para desarrollar la facultad de la clarividencia. CWL lo explica:

 

El Maestro Kuthumi… me recomendó que hiciera algunos esfuerzos basados en ciertas líneas, las que Él me hizo jurar que no divulgaría a nadie excepto con su directa autorización, y me dijo que Él mismo supervisaría esos esfuerzos para vigilar que no me sobrevendría ningún daño.

 

Naturalmente acepté la indicación y trabajé constantemente, y creo que puedo decir intensamente, en esa clase de meditación día tras día. Debo admitir que era un trabajo muy difícil y a menudo claramente doloroso, pero por supuesto perseveré, y a su debido momento comencé a lograr los resultados esperados. Ciertos canales tenían que estar abiertos y ciertas partes desechadas; se me instruyó que cuarenta días era el lapso justo promedio estimado si el esfuerzo era verdaderamente enérgico y perseverante. Trabajé durante esos cuarenta y dos días, y me pareció estar al borde de la victoria final, cuando el mismo Maestro intervino y ejecutó el acto final de ruptura por medio del cual se completó el proceso. Y me permitió de allí en adelante usar la visión astral mientras aún conservaba toda consciencia en el cuerpo físico.[iii]

 

Durante estos cuarenta y dos días permaneció recluido en el edificio octogonal en Adyar, mientras algunos le proporcionaban leche y alimento. Cuando salió, ya era clarividente. Sin embargo, completar su entrenamiento tomó, en sus propias palabras, “un año del más duro trabajo del que halla sabido”.

 

El “Caso Leadbeater”

En su primera carta a CWL, el Maestro KH escribió una afirmación muy curiosa y profética:

 

También existe el karma colectivo de la casta a la que usted pertenece, a ser considerado. Es innegable que la causa que tiene en mente ahora sufre debido a las oscura intrigas, la conspiración vulgar del clero Cristiano y de los misioneros, en contra de la Sociedad. No se detendrán ante nada para destruir la reputación de los Fundadores. ¿Está dispuesto usted a pagar por sus pecados?[iv] 4

 

Además del  trabajo agresivo de los misioneros para apartar a las personas de sus creencias naturales y de dirigirlos al Cristianismo, hoy en día sabemos que un “pecado” muy serio del clero Cristiano fue el de la conducta sexual inapropiada con los jóvenes a su cargo. Es interesante notar que de esto fue exactamente de lo que fue acusado CWL después, aunque él y muchas de las personas cercanas a él, enfáticamente negaron tal acusación. ¿Era este el “resarcimiento” kármico al que se refirió el Maestro? Como se mencionó anteriormente, luego de leer el material disponible, siento que fue inocente de este cargo. Pero no hay suficiente espacio en este artículo para ahondar lo suficiente en el tema. El objetivo es enfocarnos en la actitud que mantuvo durante esos momentos difíciles.

 

Cualquiera puede comprender que una acusación de tan seria naturaleza, manchando para siempre nuestro buen nombre y reputación, sería algo desastroso. Sin importar si la persona acusada es culpable o inocente, uno puede imaginar que esto puede hacer tambalear las bases mismas de su personalidad. Sin embrago, por todos los reportes y la documentación histórica con la que examiné, CWL mantuvo una calma y una dignidad notable, incluso al tener que enfrentar situaciones humillantes y degradantes.

 

Después de que estas acusaciones se difundieran por toda la ST, CWL le ofreció al Coronel Olcott su renuncia como miembro, para así evitar colocar a la Sociedad en otra crisis. Este,  en sí mismo, fue un acto muy noble. Debemos notar que, sin importar si una persona es culpable o inocente, la reacción normal en estos casos es comenzar una disputa en un intento de limpiar nuestro nombre y de convencer a la sociedad de nuestra inocencia. Pero en el corazón de CWL el bienestar de la Sociedad estaba primero. Su renuncia fue aceptada y se retiró a vivir una vida tranquila fuera de la organización.

 

Al momento de las acusaciones, en 1906, CWL ya era un Teósofo renombrado en todo el mundo y tenía un número importante de seguidores. En mi trabajo en los Archivos, vi correspondencia de miembros de diferentes partes del mundo en su apoyo. Algunos de ellos le solicitaban que formara otra organización, ofreciéndole dejar la ST y unirse a la suya. Pero él rechazo este plan de acción y le recomendó a las personas que no dejaran la ST. En sus cartas él les decía que, a pesar de todos los problemas, la Sociedad estaba haciendo la labor de los Maestros y que debían permanecer justo donde estaban. Añadía que continuaba trabajando con los Maestros, y que no importaba mucho si lo hacía desde dentro o fuera de la Sociedad. Esta actitud nuevamente es muy notable, especialmente tomando en consideración el hecho de que, en situaciones similares, otros Teósofos influyentes como W. Q. Judge, A. A. Bailey, R. Steiner, y otros más abandonaron la ST y crearon sus propias organizaciones, llevándose consigo todos los miembros que los seguían.

 

Durante su tiempo en el “exilio” CWL continuó sus investigaciones clarividentes para las que había sido entrenado, que fueron publicadas finalmente en libros como El Lado Oculto de las Cosas.

 

Uno puede suponer que a través de estas penosas experiencias, uno de los momentos más dolorosos pudo haber sido cuando su amiga más cercana, Annie Besant, creyó lo que algunas personas le dijeron sobre sus acciones y condenó a Leadbeater públicamente. Como ella misma lo probó varias veces en el pasado, Annnie Besant fue una persona que tenía la Verdad en la más alta estima y estaba lista para sacrificar lo que fuera, incluso el amor de la familia y de amigos para defender lo que ella pensaba que era verdad.

 

Existe una carta privada de CWL a Annie Besant escrita en esa época, en la que se dirige a ella muy afectuosamente y le pide que recuerde todo el trabajo que habían hecho juntos en el plano astral, y en la que le pregunta si hubiese sido posible que él ocultara tales viles tendencias de su cuerpo astral, si las tuviera. También le pregunta si ella piensa que el Maestro siquiera se acercaría a una persona así y la usaría para su trabajo. De esa carta, parece evidente que el trabajo que hicieron en los planos internos era tan real para ellos como nuestras actividades en el mundo físico lo son para nosotros. Besant finalmente se dio cuenta que las acusaciones eran falsas y luego de ser electa como Presidente internacional del la ST, invitó a Leadbeater a regresar a la organización. Él retornó calladamente, sin muestras de resentimientos contra quienes lo habían injuriado, sin tendencias a ser vengativo contra ellos, sino que simplemente continuó su trabajo como si nada hubiera pasado. ¡Cuántos problemas podrían evitarse si mostráramos al menos, en alguna medida, esa dignidad y altruismo!

 

Palabras finales

            A través de la historia teosófica, parece muy común que muchos líderes, desde HPB en adelante, tuvieron que enfrentar algún tipo de ataque personal. Las acusaciones contra Leadbeater estuvieron entre las más crueles. Sin embrago, el modo en que reaccionó parece casi increíble. La humildad, la ausencia de resentimiento y de mala voluntad, y la inquebrantable confianza que mantuvo en los Maestros puede ser una constante inspiración para nosotros, en momentos en los que tengamos que enfrentar nuestras propias dificultades.

 

Es evidente que, después del entrenamiento inicial que obtuvo de HPB, Leadbeater fue capaz de vivir con la ecuanimidad filosófica reflejada en unas palabras que repitió en una ocasión: “Nada importa mucho, muchas cosas no importan absolutamente nada”. Pero quizás, esta actitud sólo puede surgir de una realización cada vez más profunda, la de la Unidad de la vida, descrita por él del modo siguiente:

 

Cuando sabemos con certeza que somos parte de un todo, no le damos mucha importancia a dónde puede estar este fragmento particular del todo, o qué experiencias puede estar pasando.[v]

 

 

Referencias


 

[i]
                        [i]  C. Jinarâjadâsa, The “KH” Letters to C.W.Leadbeater (Las Cartas de KH a C. W. Leadbeater), Adyar, Chennai: The Theosophical Publishing House (TPH) 1980, Carta Nº2, p. 52.

 

[ii]
                        [ii]  C. W. Leadbeater, How Theosophy Came to Me, (Cómo conocí la Teosofía), Adyar, Chennai, TPH, 1948, pp.88-89.

 

[iii]
                        [iii]  Ibid, pp. 152-153

 

[iv]
                        [iv]  The “KH” Letters to C. W. Leadbeater, Letter Nº 1, p. 13.

 

[v]
                        [v]  C. W. Leadbeater, La Vida Interna, Vol. 1. Adyar, Chennai. TPH, 1967, p. 210.

 

 

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