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El Teósofo - Órgano Oficial del Presidente Internacional de la Sociedad Teosófica
Vol. 136 - Número 06 -  Marzo 2015 (en Castellano)

 
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Trascendiendo la Ciencia, un nuevo amanecer – II

 

JACQUES  MAHNICH

Presidente de la Rama St. Jean, de la Sección Francesa. Conferencia  de Teosofía y Ciencia,

dada en la Convención internacional, Adyar, 28 de diciembre 2014.

 

 

 

Puertas que se abren, nuevas tendencias en las Comunidades Científicas

 

Actualmente la ciencia y las tecnologías parecen estar al máximo de su poder, con su influencia diseminada por todo el mundo y su triunfo mirando desafiante, pero dificultades inesperadas surgen del interior. Pueden revelar alguna conclusión del modo común de pensar de la Ciencia.

 

Esta ciencia se basa en los conceptos básicos de que toda Realidad es material, física. No existe otra Realidad que la realidad materialista, la consciencia es un subproducto de la actividad fisiológica cerebral, la materia carece de toda consciencia, la evolución no tiene un propósito, y Dios existe sólo dentro del cerebro humano.

 

Esta es la filosofía mecanicista, materialista, que se formó hace tres siglos y que dominó durante el siglo XIX. Durante los dos últimos siglos los científicos materialistas afirmaron que podrían explicar todo usando la física y la química. Era sólo cuestión de tiempo e inversión.

 

Las últimas décadas produjeron bellos modelos tratando de describir la Realidad como teorizada, vista, medida y validada: los dos mayores son (1) el Modelo Estándar que describe los bloques constructores del universo, junto con el proceso de creación de las partículas, todo basado en las Teorías del Campo Quántico. Este modelo obtuvo incluso otra prueba experimental con el descubrimiento del Bosón de Higgs en 2012. La otra (2) es el Modelo del Big Bang, el modelo cosmogonista del universo, basado en la Teoría General de la Relatividad. Los dos modelos parecen perfectos y de acuerdo con la mayoría de las observaciones en cada uno de sus dominios de validez. Sólo existe una pequeña dificultad: nadie ha sido capaz, hasta ahora, de conciliar ambas teorías para dar una visión consistente de la Realidad.

 

Albert Einstein y otros científicos dedicaron sus vidas a la búsqueda de su famosa TDT (Teoría de Todo), sin éxito. Y existen muchas otras discrepancias, reconocidas por las comunidades científicas: la Relatividad General, como es, teorizó la existencia de ondas gravitacionales producidas por eventos cósmicos como estrellas de  neutrones y la formación de agujeros negros o colisión de galaxias. Después de más de veinte años de escuchar el cosmos, no se han detectado ondas gravitacionales, tampoco el gravitón, la partícula que se supone produce la interacción gravitacional. Respecto a la partícula, la teoría de cuerdas, luego la teoría de super-cuerdas, y ahora la teoría-M trataron de proveernos un modelo de la Realidad con un número casi infinito de universos potenciales (100500). Después de más de treinta años de intensas inversiones y pruebas intensivas, todavía estamos buscando pruebas de super simetría. Para bien o para mal, la teoría del multi-verso no puede ser observada, por lo tanto no puede ser validada totalmente. 

 

Incluso comenzamos a escuchar que “es posible que sepamos que tal vez no sabemos”: la materia visible cuenta sólo por el 4% de lo que el universo requeriría para validar las leyes físicas básicas, según la relatividad general actual. Por lo tanto, los modelos básicos parecen realmente en peligro, y la acumulación de callejones sin salida finalmente está disparando algunas reacciones sensatas en algunos científicos, pero muy pocos, porque la gran mayoría todavía tiene las antiguas creencias materialistas. Es interesante notar que es similar a un credo religioso, que genera una fe ciega, y con los mismos resultados que algunos credos religiosos que se basan en modelos que no se pueden verificar o que están muy alejados de las percepciones de todos. Los fundamentos de la ciencia materialista comienzan a sacudirse, demasiadas inconsistencias debilitan la creencia en una ciencia todopoderosa.

 

Estos hechos, junto con una mentalidad materialista rígida que impregna el terreno académico, están produciendo el desarrollo de movimientos de científicos que tienen como objetivo un ámbito de investigación más amplio, incluyendo otros planos de consciencia que el físico. Un ejemplo reciente es un grupo de científicos, incluyendo a Mario Beauregard, Rupert Sheldrake, Charles Tart, y otros que crearon un movimiento que intentan abrir el panorama de la Ciencia. Ellos organizaron una Cumbre internacional sobre Ciencia, Espiritualidad y Sociedad Post-materialista, en febrero 2014 para debatir el impacto de la ideología materialista sobre ciencia y la emergencia de un paradigma post-materialista para la ciencia, la espiritualidad y la sociedad. Un informe de la Cumbre se puede consultar en http://opensciencies.org/.

 

Se publicó un manifiesto, y el siguiente extracto da la magnitud de la iniciativa:

 

  1. La mente representa un aspecto de la realidad, tan primordial como el mundo físico. La mente es fundamental en el universo, es decir, no puede derivarse de la materia y reducirse a algo tan básico.
  2. Existe una profunda interconexión entre la mente y el mundo físico.
  3. La mente (voluntad/intención) puede influenciar el estado del mundo físico, y operar de modo no-local (o extendido), es decir, no está confinado a puntos específicos en el espacio, tal como cerebros y cuerpos, o puntos específicos en el tiempo, tal como el presente.
  4. Las mentes son aparentemente ilimitadas y pueden unirse en modos que sugieren Una Mente unitaria que incluye todas las mentes individuales…
  5. Los científicos no deberían tener miedo a investigar la espiritualidad y las experiencias espirituales, porque representan un aspecto central de la existencia humana.

 

El punto final del manifiesto afirma que:

 

El cambio de una ciencia materialista a una ciencia post-materialista puede ser de importancia vital para la evolución de la civilización humana. Puede incluso ser más crucial que la transición del geocentrismo al heliocentrismo.

 

Definitivamente algo se está produciendo en el mundo de la Ciencia. Necesitamos mantener nuestra atención en estos movimientos, pueden estar anunciando una nueva ola de investigadores con una mentalidad más amplia.

 

Y algo también se está moviendo en nuestras comunidades teosóficas.

 

Abrir y el compartir, en los grupos teosóficos

 

Los grupos teosóficos se extendieron por todo el mundo desde la creación de la Sociedad Teosófica en 1875. En el curso de su historia, registró renuncias, divisiones, y se crearon organizaciones paralelas, algunas de ellas todavía existen en la actualidad. Algunas mantuvieron el espíritu de los fundadores de la ST y trabajan apuntando a los mismos fines, incluso con las mismas fuentes. Un nuevo enfoque está comenzando a emerger, con una disposición a abrir la comunicación entre estos varios movimientos teosóficos, por el bien de la Teosofía. Durante el verano de este año, se organizó un encuentro abierto en Naarden, Holanda, del que surgió una Declaración destacando el valor del trabajo conjunto, e implementando sinergias disponibles en el campo de los estudios teosóficos. La ciencia es uno de ellos. La Declaración de Naarden aboga por la Unidad en la diversidad. Puede ser más que una lista de deseos, se puede ver como cierto impulso por los Movimientos Teosóficos en el futuro, y dependerá de los teósofos, individuales y líderes para transformarlo en realidad. La Declaración expresa:

 

De modo no dogmático y por la cooperación armónica, fortaleceremos el Movimiento Teosófico, por el bien de la humanidad. Con un espíritu de unidad y fraternidad, nos empeñamos en hacer de la Teosofía un poder vivo en el mundo. Nos comprometemos por medio del aprendizaje, el entrenamiento y la polinización cruzada, popularizar y mantener vivas las enseñanzas, para las generaciones futuras.

 

Como teósofos y estudiantes en el sendero espiritual, sabemos, gracias a la Tradición de la Sabiduría del mundo, cuya síntesis es la Eterna Sabiduría, que la Realidad está sobre toda descripción posible, y que su manifestación, la Naturaleza, es un escenario maravilloso y magnificente en el que nosotros, seres humanos, entre muchas otras corrientes de entidades vivas, estamos haciendo nuestro peregrinaje reiterado hacia el próximo paso de la evolución.

 

Nuestra herencia, las enseñanzas teosóficas, abrió para nosotros una ventana y nos dio conocimiento y herramientas para observar, experimentar y vivir dentro de este ejemplo de Realidad como participantes en el curso de la evolución.

 

Es una suma de conocimiento total, integrado, que nos provee de mapas de rutas múltiples, para llegar a destino. La principal diferencia con el enfoque científico, es que se basa en la sabiduría, al servicio de la humanidad, que parece haber desaparecido completamente del ámbito materialista.

 

La Sabiduría es esta cualidad interna de la mente, un potencial que, cuando despierta por medio del proceso de auto-transformación, puede dar la claridad de mente necesaria para una comprensión integral de la Naturaleza y la ausencia de egoísmo esencial para que el conocimiento adquirido beneficie a todos los seres sensibles.

 

Las filosofías científicas actuales han perdido esta sabiduría, y por lo tanto no pueden conducir a una comprensión integral de la Naturaleza. Las vislumbres parciales y distorsionadas del conocimiento científico se limitan a los dominios del triángulo inferior de la constitución humana, incluyendo los aspectos físico, emocional y mental. El hecho mismo de que el modelo mecanicista implica que sólo el ámbito físico tiene una realidad y que todos los otros aspectos se derivan físicamente de él, da una visión incoherente de la Naturaleza: la materia crea la vida que puede producir la mente. El alma y el espíritu están fuera de los límites de la ciencia. Y aún más importante, no existen modelos para describir las fases de transición entre los dos campos.

 

Esto conduce a la conclusión de que la ciencia puede probablemente continuar en su sendero por siempre sin tocar realidades más elevadas, mientras su paradigma se base en una filosofía materialista. Mientras tanto, los valores culturales que ofrece, ponen en riesgo la humanidad. Para que cambie de rumbo, hay dos posibilidades. La primera podría ser nuevos descubrimientos que no pueden ser explicados con los modelos actuales, y ya hay muchos, y éstos pueden abrir el camino hacia nuevos modelos que incluyan una realidad mayor. Pero esto sería muy lejano y fortuito. Más aún, puede que no conduzca a grandes cambios en la filosofía y los valores culturales asociados. Ya tenemos algunos ejemplos como la invención del concepto de la materia y la energía oscura.

 

Las observaciones realizadas alrededor de la década de 1930 condujeron a los científicos espaciales a concluir que el modelo de Relatividad General no podía representar el movimiento de las estrellas externas en las grandes galaxias. Basados en ese modelo, estas estrellas deberían haber sido llevadas al exterior de las galaxias hace mucho tiempo. Dado que los científicos no podían imaginar que la gravedad, como la fuerza conducente en el universo visible, pudiera ser diferente en diferentes lugares del cosmos, inventaron el concepto de la materia oscura como la materialización de un sustrato desconocido (WIMPS), cuyo efecto es similar a la gravedad, como forma de continuar aplicando el modelo aceptado. Pero hasta ahora no se detectó ningún WIMPS. Lo mismo se aplica a la energía oscura: al descubrir en las últimas décadas del siglo pasado, que el universo visible puede estar acelerando su expansión, inventaron un concepto de energía oscura, dotado de un efecto de tipo gravitacional inverso, es decir, una gravitación que repele. Y no nos queda más del 4% del universo como una cantidad conocida de objetos del espacio visible que obedecen al modelo básico de la física.

 

La segunda posibilidad para incluir el curso de la Ciencia puede estar en el modo en que se complementen la Ciencia y las Tradiciones de la Sabiduría/Teosofía. La ciencia está observando la Naturaleza desde la base, y se detiene rápidamente al borde de la mente. Es una forma de conocimiento de los fenómenos y sus interacciones. La Eterna Sabiduría trae un modelo holístico del mundo manifestado, junto con descripciones de los procesos fundamentales, tales como cosmogénesis y antropogénesis. Enseña no sólo las descripciones de los fenómenos, sino más importante aún, sus causas raíces. Sin embargo, aunque exista una gran brecha entre los dos enfoques, debe haber allí algunas conexiones, ocultas por la selva materialista por una parte, y las Tradiciones imprecisas, por la otra. Puede que necesitemos aventureros capaces de hablar ambos lenguajes, libres de todo dogma y dispuestos a entrar a esta tierra de nadie.

 

Trascendiendo la Ciencia, construcción de nuevos puentes

Para permitir y apoyar tal aventura, se propone un proyecto a la comunidad de buscadores de la Realidad.

 

Este proyecto, albergado en Internet, en THEOSCIENCE ORG, es, en primer lugar, un lugar para fomentar y apoyar la sinergia entre la Ciencia y las Tradiciones de la Sabiduría. Actualmente está en su fase preliminar http://www.theoscience.org/forum, reuniendo datos para construir su metodología básica, ámbito de trabajo, campos de estudio y herramientas de comunicación. El sitio oficial en la Web que se piensa abrir, está pensado para el primer trimestre de 2015, y un periódico electrónico publicará su progreso de forma regular.

 

Los objetivos del proyecto son:

1)    Traer o recuperar la cultura de la Ciencia a la vanguardia de la atención de los teósofos: estar en una posición para comprender y argumentar en temas científicos, uno debe ser curioso y estar dispuesto a aprender un mínimo del lenguaje de la ciencia, no necesariamente los modelos matemáticos más abstractos, sino el enfoque científico básico: observación, medición, modelaje abstracto y predicción. Madame Blavatsky promovió esta forma de adquirir el conocimiento, como una necesidad: “Conoce todo lo que puedas. Vuélvete versado, filtra todo lo que las escuelas han afirmado, y hazlo por ti mismo todo cuanto sea posible.” Las ramas puede que quieran incluir estos tipos de estudios en sus programas.

2)    Recomenzar grupos de trabajo con teósofos orientados científicamente donde sea posible: La ciencia siempre ha sido uno de los tres pilares de los estudios teosóficos, y muchos grupos de estudio han estado activos y algunos, pero pocos, todavía lo están hoy. Las grandes comunidades teosóficas como EEUU e India, y también otros países, tienen científicos versados o miembros orientados científicamente. Organizar o recomenzar Grupos de Ciencia-Teosofía sería un paso importante.

3)    Organizar comunicación cruzada/fertilización cruzada entre estos Grupos por todo el mundo: esto es sinergia que puede alimentar y emular mutuamente. Programas de investigación común podrían mejorar la calidad de los estudios y evitar esfuerzos duplicados. También hemos visto el surgimiento de una disposición a trabajar junto con otras corrientes de teósofos. Esta es una oportunidad para la polinización cruzada.

4)    Desarrollar programas de dedicada investigación sobre temas específicos donde se prevea la conexión entre la Ciencia y la Teosofía. Esto se puede considerar como un paso mayor, donde estudios maduros e investigaciones se puedan llevar a la atención de la comunidad científica en general.

 

Si se tiene éxito, el implementar estos objetivos traería una mejor comprensión de la Realidad, no sólo en círculos cerrados como las comunidades teosóficas, sino también en el público en general, al permitir que los valores imperecederos de la Sabiduría Eterna se expandan con un poder persuasivo, convenciendo lo suficiente para despertar la atención hacia valores universales que puedan influir en la trayectoria del vehículo loco de la humanidad.

 

Habiéndolo expresado, uno necesita ser realista: este es un sendero largo y difícil, lleno de obstáculos que necesitamos eliminar. Puede que queramos explorar las lecciones aprendidas de pasadas experiencias en estos campos.

 

Por qué no hemos sido lo suficientemente exitosos para convencer a las comunidades científicas del valor de las tradiciones espirituales para comprender la Realidad? Tal vez se deslizaron algunos dogmas, y la actitud de “Nosotros somos los que sabemos todo, ustedes no pueden saberlo y nunca lo sabrán”, no es la más acertada. Puede que queramos ser un poco más humildes. Podemos incluso querer comenzar diciendo que “Sabemos lo que la herencia de la Sabiduría Eterna nos ha dado y trataremos de cambiarlo a un lenguaje que pueda ser comprendido y sea factible para los científicos.”

 

Esta es la piedra fundamental de una metodología capaz de construir los cimientos, uno de los pilares de los futuros puentes. El otro pilar, del lado de la ciencia, tendrá las mismas dificultades a resolver: el lenguaje de la Ciencia es muy a menudo incomprensible para la gente común. Por lo tanto, existe la necesidad de un lenguaje de transición, que conecte esta importante brecha.

 

Otra dificultad potencial de la experiencia previa es la tendencia a envolver la ciencia con ropajes teosóficos o tratar de hacer ciencia sobre verdades teosóficas. Generalmente, es infructuoso. Puede que se requiera un enfoque entre ambos.

 

Con una actitud de mente abierta también puede que queramos estar listos a reconsiderar si partes de nuestro conocimiento son necesarias, a la luz de los descubrimientos y comprensión de la Naturaleza del siglo veintiuno. Como dijo el Dalai-Lama: “Si la Ciencia puede demostrar que algunas de las creencias budistas no son consistentes, estoy dispuesto a visitarlos.”

 

Estamos convencidos que un corazón abierto, libre de dogmas y prejuicios, puede verter la leche de la Sabiduría Eterna en los “tubos de experimentación” de la Ciencia y puede transformar el hierro de la mente inferior en el oro de la Unidad para guiar nuevamente a la humanidad a cruzar esta fase crítica de su evolución.

 

Conclusión

Algo está sucediendo en nuestro mundo. La evolución humana se está acelerando, y los valores universales están desapareciendo, dejándonos sin cinturones de seguridad en un mundo conducido por la Ciencia. A su vez, el cuestionar y abrirse han comenzado a florecer, y la búsqueda de una mejor comprensión de la Realidad se reconsidera. Las comunidades teosóficas, guiadas por la herencia de la Sabiduría Eterna, tienen un rol a desempeñar en esta fase y estarán listas para esto. La humildad y la dicha son nuestras dos piernas en el camino.

 

La vida es una experiencia maravillosa. Radha Burnier la describió del modo siguiente:

 

La Vida tiene dimensiones y sutilezas inconmensurables. Es rica, creativa, dinámica. La Verdad, al ser el descubrimiento de la belleza, significado y misterio de la Vida, también es necesariamente sin límite, necesariamente sutil y dinámica, una bendición sin paralelos. 

 

 

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