Vol. 136 - Número 01 - Octubre 2014 (en Castellano) |
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Cariñoso recuerdo de la Sra. Radha Burnier
DUSAN ZAGAR Ex Secretario Organizador de la ST en Eslovenia y miembro de su Consejo. De la charla dada en homenaje a la Sra. Radha Burnier el 26 de diciembre 2013 en Adyar.
Es difícil hablar de nuestra Presidente, Radhaji, sin algo de tristeza, a tan poco tiempo de su tránsito hacia a la paz. Puedo sentir su espíritu aquí con nosotros. Ella era una gran persona y me gustaba mucho. Estoy seguro que el tiempo mostrará cuán gran maestra y líder fue. Muchas veces era mal interpretada, pero sin embargo continuó con su trabajo con gran dedicación, siempre teniendo en mente el bienestar de la humanidad, de los animales y de toda la naturaleza. Al igual que su padre, N. Sri Ram, se dedicó con todo su ser y completamente a la Sociedad Teosófica.
Encontré en ella una gran amiga que siempre tendió su mano cuando era necesario. Era una oyente reflexiva, no superficial. Siempre encontraba las palabras adecuadas que resonaban en el corazón y no sólo en el cerebro. Creo que todos experimentamos cómo su fuerte voz encendía algo de calidez y fuerza en nuestros corazones, como si una luz se hiciese más brillante en nuestro corazón. Cierta dicha y algo muy profundo comenzaba a florecer. En otras palabras, cuando ella hablaba, todos experimentábamos una energía vital. Esa es la capacidad de los grandes sabios.
Una de sus características, que todos notamos, era su firmeza, fuerza y coraje. Me parece esencial lo que ella escribió en El Teósofo de diciembre 2008: “Si podemos empezar a distinguir entre lo externo y el Atma o autoridad interna, entonces lo que Atma ve como la verdad es lo que se necesita que hagamos.” Creo que la mayoría de las veces ella era Atma, por así decirlo. Ella era una gran servidora de la humanidad.
Visitó Eslovenia dos veces, y todos nos dimos cuenta de su gran humildad, nunca se quejaba. Cuanto más grande es la persona, más humilde es. Creo que todos deberíamos estarle muy agradecidos por todos sus esfuerzos, por todo su trabajo desinteresado, por todo su sacrificio, por todo su amor. Me preguntaba qué diría ella si estuviera presente aquí en su cuerpo físico. Probablemente diría:
Sigan, estudien y vivan la Teosofía en su vida cotidiana, la necesidad de la humanidad es muy grande. Mantengan la calma y la serenidad, puesto que en espíritu siempre estamos juntos.
Gracias, Radhaji, fue un privilegio estar contigo y tener la oportunidad de escuchar tus inspiradoras palabras de sabiduría. Que estés en paz y puedas regresar pronto.
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