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El Teósofo - Órgano Oficial del Presidente Internacional de la Sociedad Teosófica
Vol. 135 - Número 10 - Julio 2014 (en Castellano)

 
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Regeneración de la Sociedad Teosófica

Un plan de siete puntos

 

TIM WYATT

Orador nacional de la ST en Inglaterra y ex miembro de su Comité Ejecutivo

 

 

Nuevas y rejuvenecedoras energías que circulan por nuestro planeta, producen potentes e irreversibles reconfiguraciones a nuestras instituciones, estructuras sociales, política, economía y a la trama de la vida de la Tierra misma. Ciertamente, estas energías están despertando nuevamente nociones de espiritualidad mantenidas cautivas durante mucho tiempo por religiones cristalizadas y la ciencia materialista.  

Para muchos, la percepción externa de nuestro mundo físico contaminado, y algunos afirman superpoblado, es sombrío, hostil y violento. El pronóstico general es a menudo extremadamente pesimista. El calentamiento global tiene implicancias incalculables. Grandes porciones del mundo sólo saben de conflictos armados. Las desigualdades son enormemente grotescas, según el informe de la organización benéfica Oxfam de 2014, sólo 85 individuos sobre este planeta poseen la mitad de su riqueza.  

Junto con problemas cada vez mayores, consideran que las instituciones se fragmentan. Las antiguas certezas se disuelven. Los políticos y los banqueros se ven como avariciosos y corruptos. Las religiones están en crisis. Existe una incredulidad generalizada en la corriente principal de los medios masivos de comunicación, y en las figuras de autoridad de todo tipo. Las estructuras económicas existentes están que arden. 

Sin embargo, esto presenta una oportunidad de progreso sin precedentes. Existe un vacío a ser llenado y una gran brecha a unir. Aquí es donde nosotros tomamos parte en la Sociedad Teosófica. 

Observando la situación mundial esotéricamente, existe una causa para un optimismo enorme en estos cambios de largo alcance que ahora están apilados sobre nosotros. A pesar, o tal vez incluso debido a estas convulsiones, vivimos en uno de los períodos más interesantes y de mayor cambio en la historia humana. De forma oculta sabemos que las leyes de evolución son cíclicas, que requieren purgas periódicas de todas las viejas estructuras, a menudo violentamente. Éste es el ciclo de vida natural de regeneración progresiva. Deberíamos cooperar con estos nuevos reajustes, no resistirlos. 

Enfrentada por este período de cambios sin precedentes, la Sociedad Teosófica tiene una oportunidad única de continuar estando a la vanguardia de lo que es un salto crucial en la consciencia humana. Y si la organización va a continuar su importante e influyente misión, tiene que adaptarse activa y voluntariamente a estas nuevas y desafiantes realidades.  

Después de un período prolongado de inactividad relativa, de influencia en declive, disminución de miembros y propósito obtuso, la Sociedad Teosófica necesita un pensamiento intrépido e innovador para crear un movimiento para la síntesis espiritual en los tiempos venideros. La Teosofía hace falta ahora más que nunca, en particular como el suelo fértil para la fraternidad global que, más que meramente un objetivo deseable, puede volverse ciertamente una herramienta de supervivencia esencial para la humanidad. 

La influencia del Sexto Rayo de la Devoción disminuye a medida que el Séptimo Rayo, del Orden Ceremonial y la Magia, comienza a predominar. La larga transición de la Edad de Piscis a la de Acuario está llegando a su conclusión.  

Los valores del Sexto Rayo de Piscis de jerarquía, organización y devoción ciega a la autoridad impuesta, están volviéndose paulatinamente obsoletos e irrelevantes. Las energías acuarianas del Séptimo Rayo finalmente crean estructuras planas, una necesidad más fuerte hacia la síntesis, la inclusión, y una atmósfera de mayor cooperación y menor competencia. Estas energías también proclaman una consciencia grupal naciente que reemplaza el individualismo exagerado, egoísta y basado en la avaricia, que tanto prevalece y daña hoy. Este es un salto gigante para la humanidad. La Sociedad Teosófica puede ser el catalizador de un impulso global hacia la síntesis y la curación de divisiones profundamente asentadas de tipo factual, intelectual y espiritual, que fracturan nuestro mundo. Éste fue nuestro propósito en 1875 y permanece siéndolo hoy. Pero para lograr esto, la Sociedad necesita revitalizar su estructura de valores renunciando a comportamientos anticuados tales como autoritarismo, estrechez de mente y resistencia al cambio.  

Junto con esto, es necesario que haya un análisis abierto y honesto de por qué la Sociedad no ha triunfado en lograr alguno de sus objetivos. 

Hace más de medio siglo estos mismos temas eran tratados en este periódico. En 1963 el Dr. W. E. Wilks, un miembro del ejecutivo de la Sección canadiense, escribió un artículo crítico y sin embargo altamente profético sobre el futuro de la Sociedad, al preguntar:

 

¿Por qué la Sociedad Teosófica ha perdido tanta vitalidad? La causa principal, consideramos, es que le permitimos a la Sociedad separarse de la línea original establecida para ella. De ser una sociedad de investigadores libres y temerarios que buscan la verdad con la ayuda de la Teosofía, se ha convertido en una secta de creyentes y seguidores.

 

Esas palabras continúan teniendo una profunda resonancia y relevancia actualmente. Para ser parte de las nuevas energías transformadoras y para restablecer la vitalidad y el significado global de la organización, presentamos un plan de regeneración de siete puntos. 

Uno: La Sociedad Teosófica requiere re-energizarse de modo radical, y necesita una coherencia fresca para embarcarse en un nuevo ciclo de actividad en el que se convierta en un agente óptimo de síntesis. No olvidemos que H. P. Blavatsky forjó valientemente este modelo y ella misma fue la sintetizadora espiritual, sin excepciones, del siglo XIX. Deberíamos continuar siguiendo su valiente ejemplo. 

Proponemos que debería prevalecer un nuevo espíritu de búsqueda. La Sociedad Teosófica puede ayudar en gran medida cooperando con grupos religiosos, científicos, intelectuales y espirituales, de forma abierta y de colaboración armónica. Es tiempo de que abandone su quietismo y, algunos argumentarán, su prolongado aislamiento. Debe volverse un promotor activo que enfrente al mundo exterior, con una sabiduría moderna y dinámica. Tenemos el deber de explorar esas nuevas fronteras que se presentan. 

Para apoyar estas aspiraciones, la ST debería continuar desarrollando métodos de comunicación imaginativos, sofisticados y efectivos, tanto en su propio nivel como en el mundo, más ampliamente, empleando las nuevas tecnologías. Tal vez nuestro mensaje se ha diluido demasiado. 

Dos: La Sociedad Teosófica puede embarcarse en una relación más comprometida con esos miembros de la comunidad científica en simpatía con nociones de realidades súper-físicas. A pesar del dominio constante de materialistas escépticos con tendencias tradicionales, existe una especie altamente influyente de investigadores científicos que exploran cómo los nuevos descubrimientos de laboratorio pueden sonar con ideas esotéricas. La Sociedad debería ser esencial en alejar a la ciencia del materialismo mecanicista y acercarla a una visión más panorámica de la realidad. HPB misma señaló que la ciencia era la mejor aliada de la Teosofía. 

De modo más general, la Sociedad debería dedicarse vigorosa y proactivamente a su tercer objetivo de “investigar las leyes inexplicadas de la naturaleza y los poderes latentes en el hombre”. 

En esta época científica, gran parte de la investigación se enfoca en la relación entre consciencia, energía y materia. Ciertamente, el esoterismo mismo es esencialmente sobre la comprensión y el control de energías.  

Proponemos la formación del Grupo de Investigación de la Energía (GIE), iniciado y promovido por la Sociedad Teosófica pero que también incluya un grupo de individuos y organizaciones informadas que trabajan internacionalmente fuera de la Sociedad misma. Éstos pueden proceder de mundos académicos o comerciales, o de cualquier otro campo, por cierto. Este grupo explorará sistemáticamente el extenso rango de energías sutiles identificadas por la Teosofía y los ocultistas a través del tiempo, y ayudará a los científicos a redescubrirlas e interpretarlas. Representa una unión renovada. 

Existe un imperativo para el mundo de identificar esas energías todavía sin explorar que son ilimitadas, seguras y de bajo costo. Las energías etéricas mencionadas tan ampliamente en la literatura teosófica y esotérica, potencialmente poseen la clave para solucionar muchos de los problemas más profundamente arraigados: la curación de la enfermedad, fuentes de energía y portales hacia reinos no físicos. Y esto es sólo el comienzo. 

Hace un siglo, los ocultistas predecían con seguridad que estas energías estarían ampliamente disponibles a fines del Siglo XX. Por muchas razones, estas aspiraciones permanecen imprecisas. 

Tres: La Sociedad Teosófica puede promover un enfoque más práctico para el estudio, e igualmente importante, para la aplicación de conocimiento oculto para fines benéficos. Frecuentemente el ocultismo ha sido una actividad principalmente teórica, esencialmente no está incorporada en las vida diaria de las personas. Es necesario que la conexión entre la sabiduría y la vida diaria se fortalezca.  

Proponemos la fundación de la Escuela de Sabiduría Aplicada para explorar e identificar cómo nuestra filosofía perenne puede imbuir todos los aspectos de nuestro mundo, desde la salud, la política y la educación, hasta la economía, el comercio y la estabilidad social, con una superestructura espiritual. La Escuela también destacará cómo esta sabiduría puede mejorar el desarrollo psíquico-espiritual de individuos y grupos. 

La Escuela tendrá tres centros internacionales, con un foco particular en técnicas de curación innovadoras y no invasivas, basadas en principios esotéricos. También tendrá una fuerte tendencia educativa. Cooperará con el Grupo de Investigación de la Energía. 

Cuatro: A fin de llevar a cabo las iniciativas delineadas hasta ahora, la Sociedad necesita revalorizar sus estructuras organizativas, internacional, nacional y localmente, reduciendo su dependencia y adhesión a estructuras jerárquicas obsoletas. La Sociedad será más efectiva si autoriza a los miembros como iniciadores y coordinadores, junto a sus líderes. 

Demasiada complejidad no es un modo de sofisticación o progreso y generalmente obstaculiza la coherencia. La Sociedad puede por lo tanto, esforzarse por una simplicidad operativa mayor siempre que sea posible. Este principio de simplicidad también debería aplicarse cuando se modernicen las comunicaciones internas y externas de la organización. 

Todas las organizaciones se enfrentan a la doble realidad de la política y de los hechos, y la ST no está excluida. Pero usemos estas polaridades creativamente más que para dividir. A menos que lo hagamos, y hasta que lo hagamos, no habremos tenido éxito incluso en nuestro primer Objetivo de crear un núcleo de la fraternidad. 

Cinco: Otro aspecto esencial de la importante tarea de la Sociedad Teosófica en los próximos años y décadas es romper el monopolio y dominio que las grandes religiones han tenido siempre sobre la espiritualidad. Ellos no deberían permanecer más como los custodios exclusivos de las aspiraciones y el desarrollo espiritual de la humanidad.  

La evolución espiritual humana no pertenece a cristianos, hindúes, musulmanes, budistas, o cualquier otra religión o secta, aunque indicios respecto a su naturaleza y propósito están fuertemente ocultos bajo el dogma cristalizado de todos ellos. 

Aunque no somos enemigos de la religión, deberíamos cuestionar fuertemente y refutar dogmas arcaicos y a menudo doctrinas destructivas que socavan más que mejoran el progreso psíquico-espiritual. La Teosofía puede continuar construyendo en su rol como sintetizador de filosofía, ciencia y religión, formando corrientes de pensamiento nuevas y creativas. 

Seis: Como custodios, y a cargo de difundir la Eterna Sabiduría, la Sociedad podría jugar un rol extremadamente útil y a largo plazo, estableciendo la Biblioteca Esotérica Internacional, un recurso mundial descentralizado, basado en diferentes lugares con su material disponible físicamente y virtual en internet. 

Ésta será la colección más completa de obras esotéricas, ocultas y de temas similares del mundo y funcionará en cooperación con las bibliotecas existentes de la Sociedad, y organizaciones compatibles a nivel global. 

Estrechamente aliada a esta iniciativa, será la creación de una actividad de publicaciones teosóficas rejuvenecida y de mayor alcance internacional que intervenga y expanda actividades existentes usando las técnicas más modernas para producir obras digitalmente e impresas. También debería producir de modo independiente materiales en video y otros medios audio-visuales. 

Siete: El nuevo liderazgo de la Sociedad Teosófica tiene una oportunidad única de regenerar para volverse una fuerza espiritual potente y unificadora, que promueva la cooperación creativa, interna y externamente. 

Dado el precepto esotérico esencial de que “la energía le sigue al pensamiento”, sólo un enfoque revitalizado puede aumentar, influir, y revertir la disminución histórica en nuestros miembros. Si deseamos que nuestra organización sea parte del futuro, necesitamos encontrar urgentemente medios efectivos y relevantes de promocionar la Sabiduría Eterna a las generaciones jóvenes. Inevitablemente esto significará hacer un uso mucho mayor de Internet, tecnologías digitales, y otros desarrollos que surjan.

Nada de todo esto es inalcanzable con voluntad y cooperación. Después de todo, como teósofos, sabemos todo respecto a hacer que lo posible suceda, por lo menos en teoría.

 

 

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