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El Teósofo - Órgano Oficial de la Presidenta Internacional de la Sociedad Teosófica
Vol. 134 - Número 08 -  Mayo 2013 (en Castellano)

 
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Por qué ser vegetariano

 

Presentación hecha en la Escuela de la Sabiduría, Adyar, 2012. El Sr. Jan Jelle Keppler es

Secretario General de la Sección Belga de la ST. La Sra. Vimal Balachander es miembro de la Sección Inda.

 

 

   Esta afirmación ocupa la mente de muchas personas que han iniciado el viaje de ensanchar sus consciencias en el mundo de la verdad y la espiritualidad.

   Esto se expresa desde el punto de vista del vegetariano. Invita a la auto-reflexión. Se deben dar las explicaciones sobre los motivos de alguien que vive con una dieta vegetariana.

   Esta pregunta se podría haber formulado de otro modo: “¿Por qué no ser vegetariano?” Sería entonces planteada por un no-vegetariano, que todavía no vio razones suficientes para cambiar sus hábitos de dieta carnívora.

   El vegetarianismo existe de muchas formas diferentes. La más común es en la que los vegetarianos no comen carnes rojas o peces. Existen muchos lacto-vegetarianos que usan productos derivados de la leche, y ovo-vegetarianos que consumen huevos, así como vegetarianos de carnes rojas que comen pescado. Estas tres últimas categorías se pueden ver como fases preliminares antes de volverse un vegetariano. La mayoría de los vegetarianos, sin embargo, continúan usando productos lácteos.

   Los vegetarianos que no comen productos animales que incluyen derivados de la leche, y la miel, se llaman veganos. Los jainos son veganos, tampoco comen raíces, papas, zanahorias o plantas enteras, pero a menudo usan leche.

   Cuando alguien se vuelve vegetariano, esto puede suceder desde el nacimiento o desde cualquier etapa posterior en la vida. Para quienes nacen vegetarianos, generalmente no surge ninguna cuestión. Quienes se vuelven vegetarianos en alguna etapa de la vida, pueden tener diferentes razones para hacerlo. Si es por razones económicas, la cuestión realmente no es importante en el contexto de este artículo, escrito en el ámbito del tema de la Escuela de la Sabiduría sobre “El Arte de Vivir”, aunque, en ciertos casos extremadamente raros de pobreza por opción, la dieta vegetariana debería considerarse como a ser incluida voluntariamente en la vida que resulta de la elección de la pobreza.

   Una persona se volvió vegetariana porque era estéril y su médico le aconsejó una dieta vegetariana para tener hijos. Otros, como los atletas y personas que practican deportes competitivos, se hacen vegetarianos porque saben que su rendimiento será mejor.

   Sin embargo, en la mayoría de los casos la dieta vegetariana resulta del hecho de que en cierto momento de la vida, la persona se vuelve consciente de valores morales tales como el respeto por la vida de otros seres, y el principio de no violencia. En la filosofía inda, este principio se llama ahimsâ. El Yogatattvopanishad afirma que, de los Yama-s (abstinencias) y Ni-yama-s (observancias) sólo existen dos que son importantes, una es ahimsâ y la otra es una regla en la dieta que dice que si el yogui después de haber progresado, quiere ser realmente exitoso, debería comer sólo trigo hervido, porotos verdes y arroz. Esta es una de las dietas veganas más extremas.

   Los Gnósticos eran vegetarianos y la mayoría eran veganos. También los nazarenos, que no se cortaban el pelo y llevaban una vida ascética en Medio Oriente durante el tiempo de Jesucristo, eran vegetarianos. Jesús era nazareno, pero no nació en Nazaret, sino en Belén.

   Los budistas a menudo llevan una vida vegetariana. Las reglas alimenticias de los judíos dicen que si un judío visita un lugar y quiere comer carne, lo puede hacer, pero las reglas y condiciones que debe seguir son tan estrictas, que es más fácil seguir una dieta vegetariana. Los bahaís  creen que en el futuro, el hombre vivirá con una dieta vegetariana. Los católicos romanos solían respetar la regla de no comer carne los viernes.

   Parece que hay miles de personas que han dejado de comer, o que sólo comen muy poco y sin embargo sobreviven físicamente, porque han desarrollado sus facultades más elevadas y pueden trasmutar energía de planos superiores al mundo físico. A San Germain, el Maestro europeo o el Príncipe Rakoczi, nunca se lo vio comer en público.

   Respecto a nuestros semejantes comunes que se vuelven vegetarianos, la pregunta “¿Por qué volverse vegetariano y permanecer siéndolo?” es realmente una pregunta de valores y de consciencia. Cuando un niño es consciente de cómo sufren los animales cuando los cazan y los capturan, o cuando se los mantiene en cautiverio y se abusa de ellos por placer, puede desarrollar fácilmente una aversión por la carne y el pescado. Muchos niños incluso tienen tal aversión por naturaleza.

   Es suficiente llevar un grupo escolar a visitar un matadero o mostrarles una película de ese terrible lugar y esto volverá vegetarianos a varios de ellos.

   Existe un argumento convincente, de tipo económico, que afirma que para producir la misma cantidad de proteína animal en vez de vegetal, la superficie que se necesita es ocho veces más grande. De modo que si todo el mundo se volviera vegetariano, y considerando que por diferentes razones, la mitad de la población del mundo ya no comiera carne o comiera muy poca, más de 30 billones de personas se podrían alimentar con la misma cantidad de superficie cultivable que la que ahora alimenta a 7.5 billones.

   Un estilo de vida vegetariano es más pacífico, no sólo debido a ahimsâ o un efecto de no violencia que se difundió en el mundo, sino también debido a que el vegetariano se vuelve más apto para desarrollar su consciencia espiritual individual. Cuantos más vegetarianos haya, más espiritual será la consciencia de la humanidad como un todo.

   Según la Sabiduría antigua, el reino animal pasará a ser el reino humano durante la próxima cadena planetaria, y el reino vegetal será el reino animal. La fraternidad del hombre es, a la luz de este conocimiento, una verdad mucho más amplia que puede y debe ser experimentada. Una vez que esta verdad se vuelva una realidad experimentada y empírica, el vegetariano no tendrá duda respecto al hecho de que no quiere consumir su propia carne y sangre.

   Según la ciencia médica, la dieta vegana es saludable y aún mejor para el estado físico, que una dieta no vegetariana. Muchas enfermedades están conectadas con el consumo de productos animales.

   La razón más importante, sin embargo, es la altruista. Una persona con una dieta vegetariana puede purificar más fácilmente su vida emocional y mental, y de este modo puede llegar a aumentar su consciencia en los reinos de los valores e ideas morales más elevados; por ejemplo, fraternidad, humanidad, amor, armonía, caridad, altruismo, paciencia, indiferencia al dolor y al placer, fortaleza para ser fiel a la verdad y vivir la Vida Una auto-conscientemente, no para sí, sino para el mundo, con lo que siente que es lo mismo.

   Deberíamos comer moderadamente lo que se sirve, eligiendo con apetito y recordando que lo que sale de la boca es más importante que lo que entra.

JAN JELLE KEPPLER

 

El hombre es un ser en evolución. El primer hombre primordial probablemente necesitaba sobrevivir cazando y matando animales. Cuando el hombre se domesticó, comenzó a criar ganado y aves para su consumo junto con la agricultura. Luego inventó métodos superiores de cultivo y desarrolló una amplia variedad de cereales, arroz y vegetales.

   A medida que pasó el tiempo, los hombres tienen ahora la posibilidad de dejar de comer totalmente carne animal, dado que los frutos del reino vegetal son más que suficientes. Sin embargo, el gusto y sabores de varias carnes les atraen demasiado a las personas para dejarlos totalmente.

   Los entusiastas de la Naturaleza filman escenas de la vida real del mundo animal y vemos muchos paralelos entre ellos y nosotros, tales como sus instintos maternales, su naturaleza fraternal, su carencia de avaricia y su amor, especial y particularmente con mascotas domésticas. Todo esto nos hace dudar de matar.

   En ocasiones, a un hombre brutal pueden llamarlo ´animal´. Actualmente la gente puede decir: “Es peor que un animal”. Un animal puede ser muy similar a un ser humano en su limitado nivel instintivo y emocional.

   Tenemos razones adecuadas a favor del vegetarianismo, meramente por compasión por nuestros hermanos menores. Sin embargo, para un científico evolutivo o un teósofo, la razón del vegetarianismo es más profunda. Abandonar algo que es agradable, porque procede del dolor de otro ser, es una decisión consciente y controlada.

   El hombre debe ser capaz de controlar sus necesidades mentales y corporales. Este es uno de los fundamentos de su crecimiento. Para volverse libre, es necesario que se someta a ciertas reglas. La libertad que alcanzará, le brindará tal dicha, que ninguna cantidad de carne sabrosa puede igualarla. Esta percepción de un objetivo futuro alcanzable de una estructura cerebral superior debería atraer al hombre hacia el vegetarianismo.

   Si creen que pueden progresar aunque el paladar produzca “cierto” dolor a criaturas sin importancia, deben reflexionar al respecto. Todas las filosofías y religiones enfatizan la ley de equilibrio o Karma, lo que siembres, cosecharás. Si ignoran el dolor del mundo animal, ¿no se están cerrando al verdadero aprecio de su gran belleza interna? ¿Pueden escapar del karma de causarles dolor a estos inocentes? ¿De qué modo es un encargado de un criadero de aves diferente a un “gulag” haciendo su trabajo?

   Si se hacen estas preguntas, pueden pensar en dejar la carne y volverse vegetarianos. Pero otro pensamiento puede que los moleste: “¿Qué cambiará si sólo yo dejo de comer carne? Soy sólo una gota en el océano, muchos millones la consumen.”

   Pero recuerden que Jesús, Ramana y Sankarâchârya también han sido gotas en el océano. No deben subestimar vuestra propia influencia.

Vimal Balachander

 

  

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