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El Teósofo - Órgano Oficial de la Presidenta Internacional de la Sociedad Teosófica
Vol. 133 - Número 03 -  Diciembre 2012 (en Castellano)

 
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Cántico de un Piel Roja al nacimiento

 

  

ANNIE BESANT

Reimpreso de The Adyar Bulletin, 1912

  

Al colocar la Piedra Fundamental del Edificio Administrativo en Krotona, se ofreció el hermoso Cántico al Nacimiento de la Tribu Omaha de los Pieles Roja norteamericanos. Como se indica en él, cuán cercana, íntima y bella es la relación entre el hombre y la naturaleza no humana. Fue un  pensamiento muy oportuno con motivo del nacimiento de un nuevo centro de trabajo de la Logia Blanca. Apareció en El Teósofo de abril de 1912, páginas 150-51.

 

¡Oh! ¡Vosotros! Sol, Luna, Estrellas,

Todos vosotros que os movéis en el cielo,

¡Os ruego que me escuchéis!

En medio de vosotros ha llegado una nueva vida.

¡Yo imploro por vuestra dádiva!

Haced su sendero suave,

¡Y que así llegue a la cima de la primera colina!

¡Oh! ¡Vosotros! Vientos, Nubes, Lluvia, Niebla,

Todos vosotros que os movéis en el aire,

¡Os ruego que me escuchéis!

En medio de vosotros ha llegado una nueva vida.

¡Yo imploro por vuestra dádiva!

Haced su sendero suave,

¡Y que así llegue a la cima de la segunda colina!

¡Oh! ¡Vosotros! Valles, Ríos, Lagos,

Árboles, Hierbas, todos vosotros de la tierra,

¡Os lo ruego, escuchadme!

En medio de vosotros ha llegado una nueva vida.

¡Yo imploro por vuestra dádiva!

Haced su sendero suave,

¡Y que así llegue a la cima de la tercera colina!

¡Oh! ¡Vosotros! Aves, grandes y pequeñas,

que voláis en el aire,

¡Oh! ¡Vosotros! Animales, grandes y pequeños,

Que habitáis en el bosque,

¡Oh! ¡Vosotros! Insectos,

Que os deslizáis entre la hierba, y

Hacéis vuestras cuevas en la tierra,

¡Os lo ruego, escuchadme!

En medio de vosotros ha llegado una nueva vida.

¡Yo imploro por vuestra dádiva!

Haced su sendero suave,

¡Y que así llegue a la cima de la cuarta colina!

¡Oh! Todos vosotros del cielo,

Todos vosotros del aire,

Todos vosotros de la tierra

¡Os lo ruego a todos, ¡escuchadme!

En medio de vosotros ha llegado una nueva vida.

¡Yo imploro por vuestra dádiva!

Haced su sendero suave,

¡Y que así luego viaje

Más allá de la cuarta colina!

 

   Un soplo llega hasta nosotros de los lejanos días en que los dioses caminaban con los hombres y los espíritus de la naturaleza eran atraídos en amistad buscando su consentimiento para engendrar una nueva vida. Tal vez, con el pasar el tiempo, este amor surja nuevamente –porque sólo dormita- y bendiga la tierra, dotándola de una belleza nueva y radiante. 

 

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