Vol. 134 - Número 01 - Octubre 2012 (en Castellano) |
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HPB y CWL
PEDRO OLIVEIRA (Ahora es miembro de la Sección Australiana de la ST, y ha trabajado en Adyar y otro lugares)
Varios teósofos pioneros procedían de diferentes entornos, y pudieron establecer una conexión insondable y duradera con el profundo objetivo existente en el corazón de la Sociedad Teosófica. A pesar de muchas dificultades y luchas, con el transcurrir de los años, descubrieron dentro de ellos mismos la fuerza, comprensión y ecuanimidad necesarias para continuar en su trabajo por la Sociedad. También pudieron inspirar varias generaciones de sus miembros, estableciendo así fuertes fundamentos para el futuro trabajo de la organización. Uno de tales pioneros fue Charles Webster Leadbeater. La actitud de Madame Blavatsky hacia C. W. Leadbeater fue siempre de apoyo, estímulo y afecto desde el año en que él la conoció, en 1884, hasta que ella falleció en 1891. Las cartas y mensajes que le envió, aunque pocas en número, expresan su cariñoso y sincero interés por este joven clérigo que viajó con ella a India en 1884 y que dedicó su vida y energía a la causa de la Teosofía y al trabajo de la Sociedad Teosófica. CWL fue ordenado sacerdote en la Iglesia de Inglaterra el 21 de diciembre de 1879 y se estableció en la aldea de Liphook con su madre, como Asistente Coadjutor Estipendiario en la Parroquia de Bramshott, Hampshire. En la Iglesia organizó varias actividades para jóvenes. También estaba muy interesado en fenómenos psíquicos y realizó sus propias investigaciones en las tierras altas de Escocia. Después de haber leído El Mundo Oculto, de A. P. Sinnett, mantuvo correspondencia con el autor y finalmente lo conoció en Londres. Estaba ansioso de conocer a Madame Blavatsky también, y lo hizo en octubre de 1884. En su breve libro autobiográfico Cómo llegó la Teosofía a mi, recuerda su primer encuentro, que estuvo marcado por la sinceridad manifiesta de HPB.
Madame Blavatsky y el Cnel. Olcott estuvieron en nuestra fiesta en la casa del Sr. Sinnett y permanecieron allí hasta tarde, Madame Blavatsky censuró con vigor la ineficiencia de los directivos por no manejar mejor las reuniones (Rama de Londres). Naturalmente me la presentaron, y el Sr. Sinnet aprovechó la ocasión para referirse a mi carta enviada al periódico espiritista Light (Luz) [la que HPB posteriormente incorporó a su Álbum de Recortes] respecto al tema de la negación de nuestros Maestros del espíritu de Ernesto. Cuando ella escuchó esa pequeña historia, me miró penetrantemente y expresó:
“No tengo gran estima por el clero, porque pienso que la mayoría son hipócritas, intolerantes y estúpidos, pero esa fue una acción valiente, y se lo agradezco. Ha comenzado bien, tal vez pueda hacer algo más.”
Les aseguro que después de eso no me perdí ninguna oportunidad de asistir a cualquier reunión en la que ella estaba presente; y aunque yo era demasiado tímido para animarme a hacer preguntas, sin embargo escuchaba ávidamente cada palabra que salía de sus labios, y pienso que de ese modo aprendí muchísimo.
De modo significativo, CWL también recordó otro aspecto de su impresión sobre su primer encuentro con HPB: su capacidad de descubrir cómo son las personas, conocerlas como son más allá de las apariencias:
El impacto que ella producía era indescriptible. Puedo comprender bien por qué algunas personas le tenían miedo. Ella miraba directamente a través de uno; obviamente veía todo lo que había en uno, y había hombres a quienes esto no les gustaba. Le escuché hacer algunas revelaciones desconcertantes sobre aquéllos a quienes ella les había hablado.
En marzo de 1884, antes que CWL viera a HPB por primera vez, él le había escrito una carta al Maestro KH ofreciéndose a ser su discípulo y haciéndole algunas preguntas relacionadas con esto. Él le había pedido ayuda a William Eglinton, un medium respetado que había vivido en India por poco tiempo, y que tanto HPB como los Maestros lo admiraban. La carta fue enviada por medio de uno de los “Controles” de Eglinton, “Ernesto”. En su respuesta a CWL, el 31 de octubre de 1884, el Maestro destacó que aunque la carta nunca le llegó, debido al agente empleado, su contenido sí había llegado. Luego procedió a contestar las preguntas de CWL y sugirió que debería ir a Adyar por unos pocos meses. CWL entonces decidió mostrarle la carta del Maestro a HPB el día anterior a su partida hacia India. Él describe los hechos que sucedieron a continuación:
Incluso a esa hora un grupo de amigos devotos estaban reunidos en la sala de estar de la Sra. Oakley para despedir a Madame Blavatsky, quien estaba sentada en un sillón al lado del hogar de leña. Ella hablaba brillantemente a quienes estaban presentes, y preparaba uno de sus eternos cigarrillos, cuando de pronto su mano derecha se movió súbitamente hacia el fuego de modo muy peculiar, con la palma hacia arriba. Miró hacia abajo con sorpresa, como lo hice yo, porque estaba de pie cerca suyo, apoyado con un codo sobre la repisa de la estufa: y varios de nosotros vimos muy claramente una especie de niebla blancuzca que se formaba en la palma de su mano y luego se condensaba en un trozo de papel doblado, que ella inmediatamente me entregó diciendo: “Aquí está su respuesta”. Todos en la habitación se acercaron, por supuesto, pero ella me mandó afuera para leerla, diciéndome que no debía dejar que nadie viera su contenido. Era una nota muy corta que decía lo siguiente:
“Ya que su intuición lo condujo en la dirección correcta, y lo hizo comprender que era mi deseo que fuera a Adyar inmediatamente, puedo agregar algo más. Cuanto antes vaya, mejor. No pierda ni un día más, si lo puede evitar. Parta el 5 si es posible. Únase a Upasika en Alejandría. No le diga a nadie que va, y que las bendiciones de nuestro Señor y mi pobre bendición lo protejan de cualquier mal en su nueva vida. “Saludos, mi nuevo chela. KH”
La significancia de este hecho no se puede sobrestimar. En una carta al Cnel. Olcott, antes de su llegada a Londres en setiembre de 1888, uno de los Maestros expresó lo siguiente respecto a HPB: “En asuntos ocultos ella sí tiene que ver en todo… Ella es nuestro agente directo.” Por lo tanto fue HPB la mediadora del contacto crucial que hizo que CWL fuera a Adyar como un chela del Maestro. Debido a los numerosos testimonios sobre la integridad e inflexible honestidad de HPB como persona y como un ocultista avanzado, sería simplemente imposible contemplar la idea de que ella hubiera actuado como lo hizo respecto a CWL, si él no era digno de tal cosa. Finalmente se reunió con ella en Egipto, viajó con ella y su grupo a Ceilán, donde tomó el Panchasila y se convirtió en budista, y finalmente llegó a Adyar en diciembre de 1884. HPB, debido a una mala salud extrema, partió de Adyar en marzo de 1885 y desde 1886 hasta 1889 CWL le ayudó al Cnel. Olcott en su trabajo a favor de los budistas en Ceilán. Mary K. Neff, en un artículo en The Theosophist de agosto 1928, (El Teósofo), recuerda el trabajo de CWL en esa época:
En 1885 se desempeñó como Secretario de Actas de la Sociedad Teosófica en Adyar, sucediendo a Damodar K. Mavalankar; pero en 1886 fue a Ceilán para trabajar entre los budistas. El Sr. Jinarâjadâsa nos cuenta cómo caminaba de aldea en aldea los domingos, enseñando en las Escuelas Dominicales Budistas que él había organizado; cómo le ayudó a su hermano (el de C.J.) y luego a él mismo, “ayudándoles en su trabajo escolar y haciendo todo lo que podía hacer como de un amigo mayor para ayudar a uno más joven”. Fue él quien fundó la institución que ahora es Ânanda College (la Universidad Ânanda), Galle; y fue mientras trabajaba allí que erigió la placa en Vijayânanda Vihâra. Durante sus años en Ceilán, fue como delegado a las Convenciones de Adyar y pasaba allí los tres meses de vacaciones del trabajo escolar, trabajando en la Sede Internacional. En 1888 llegó de Ceilán para quedarse como residente permanente en Adyar, y se encargó de The Theosophist; el 28 de noviembre de 1889 tomó un barco hacia Europa, llevando con él a su hermano menor, su alumno más tarde, y ahora su colaborador, cumpliendo así su último trabajo y quizás el más grande a favor del Budismo en esta encarnación, dándole a la Sociedad Teosófica su Vice–Presidente budista, el Sr. C. Jinarâjadâsa.
Mientras estaba en Ceilán recibió una carta de HPB desde Elberfeld, fechada 23 de junio de 1886. Él le pidió a ella enviar otra carta de él al Maestro, que ella no aceptó, diciendo: “Realmente no puedo encargarme de enviarla, no puedo hacerlo, mi querido amigo; juré no entregar ninguna carta más y el Maestro me dio el derecho y el privilegio de rechazarla. De modo que la he apartado y se la envío como la recibí.” Sin embargo, cuando CWL abrió el sobre con la carta de HPB vio el siguiente mensaje, escrito con lápiz azul sobre lo escrito en la última página:
Ármese de valor. Estoy complacido con usted. Mantenga su propia opinión, y crea en sus mejores intuiciones. El pequeño hombre falló y cosechará su recompensa. Mientras tanto, silencio. KH
El tema de la carta de HPB se refería a los problemas creados por “Bawajee”, quien era de poca talla. El nombre de su familia era S. Krishnamachary, un joven Bramán Tamil de Tanjore. Había partido hacia Europa con HPB y el Dr. Franz Hartmann y la Srta. Mary Flynn, el 30 de marzo de 1885. El Sr. Jinarâjadâsa dice en una nota a la publicación de la carta en la edición de febrero de 1927 de The Theosophist que “Bawajee fue enviado para ayudar a HPB, pero que sus ideas cambiaron por la adulación que sus admiradores occidentales le brindaron. Finalmente, sufrió de tal vanidad que se consideró superior a HPB”. En la carta, mientras le describía a CWL el grado de la caída de Bawajee, HPB hace dos referencias a CWL como chela (discípulo) del Maestro:
Bawajee está totalmente contra nosotros e intentó arruinar la ST. Hace un mes estaba en Londres y dispuesto a zarpar de regreso a India… Más aún, calumnió persistentemente a Subba Row, Damodar, Olcott y a todos los de Adyar. Hizo que muchos europeos perdieran la confianza en ellos. Él expresa que Subba Row nunca en su vida le dijo a un europeo la verdad, siempre los embauca y es un mentiroso; Damodar también es un gran mentiroso; sólo él (Bawajee) conoce a los Maestros, y lo que Ellos son. En pocas palabras, él hace a nuestros Mahatmas Seres impersonales inaccesibles, tan lejanos que nadie puede alcanzarlos!!! Al mismo tiempo se contradice: a uno le dice que estuvo 10 a. [años] con el Mahatma KH, a otro tres años, y también que fue varias veces a Tibet y vio al Maestro sólo a la distancia cuando entró y salió del templo. Miente terriblemente. La verdad es que él (B.) nunca estuvo en el Tibet y nunca vio a su Maestro ni a 100 millas. AHORA, tengo la seguridad de esto por parte de mi Maestro Mismo. Él era un chela en probación. Cuando vino a Bombay a la Sede Central, vuestro Maestro me ordenó decirles a todos que Él aceptó a Krishnaswami, y que lo había enviado a vivir con nosotros y trabajar por la ST…
Cuando le mostré los escritos del Maestro en los que vuestro Mahatma corroboraba mi aseveración y afirmaba que él (Bawajee) “nunca lo había visto a ÉL o había ido a Tibet”, el Sr. B. dijo fríamente que era una carta fantasma, porque el Mahatma no podía ni escribir cartas, ni tampoco diría nada sobre sus chelas…
Ella concluye la carta con un mensaje de estímulo y afecto hacia CWL: “Adiós mi querido amigo, no pierda el valor. Los Maestros están con nosotros y protegerán a todos los que estén firmes a su lado. Escríbale a Ostende, poste restante a mí, estaré allí mañana. Siempre lealmente suya, H. P. Blavatsky.” Al escribir en The Path (diciembre 1886), HPB da estadísticas bastante gráficas sobre cuán difícil es hollar el Sendero espiritual, que ayuda a comprender el episodio de “Bawajee” mencionado precedentemente: “Durante los once años de existencia de la Sociedad Teosófica, de setenta y dos chela-s en probación, aceptados habitualmente, y de cientos de candidatos laicos, conocí sólo tres que no fallaron hasta ahora, y sólo uno que tuvo un éxito total.” En el libro, Comentarios sobre el Sendero del Ocultismo, Vol. I, CWL se refiere a la influencia que HPB tuvo sobre él y otros que estuvieron en contacto directo con ella, y también expresa su gratitud hacia ella:
No es el método de los grandes maestros espirituales facilitarnos todo. Primero me contacté con el ocultismo por medio de Madame Blavatsky. Ella daba de vez en cuando migajas de conocimiento a su gente, pero constantemente le aplicaba exámenes rigurosos. Era un método drástico, pero quienes realmente tenían interés permanecían con ella, mientras que otros pronto la abandonaban. Ella nos curó de los convencionalismos, pero se reflexionó mucho sobre la propia consciencia, y sobre los sentimientos y motivos internos. Muchos decían que ella hacía cosas que un gran maestro espiritual no debería hacer. Mi propio sentir siempre fue este: “Madame Blavatsky tiene este conocimiento oculto, y yo voy a obtener ese conocimiento de ella, si me lo da. Cualquier otra cosa que haga es asunto de ella. No estoy aquí para criticarla; es respecto a su Maestro que ella mantiene su posición o cae, no conmigo. Puede que tenga sus propios motivos por lo que hace, no se nada sobre eso. Ella tiene este conocimiento, habla de estos Maestros. Intento obtener este conocimiento, intento si es humanamente posible, alcanzar los pies de esos Maestros.” Abandoné todo lo demás para seguirla, y nunca lamenté la confianza que deposité en Madame Blavatsky. Si alguien es crítico por naturaleza, es su karma, aprenderá mucho más lentamente que el hombre que está preparado a aceptar las cosas razonablemente.
Después de la llegada de CWL a Londres desde Ceilán, a fines de 1889, ella escribió una dedicatoria en su copia de La Voz del Silencio, un libro que se había publicado en ese año: “A mi sinceramente apreciado y querido hermano y amigo, C. W. Leadbeater, H. P. Blavatsky”. Y como para ratificar sus sentimientos hacia él para la posteridad, ella escribió en su copia personal de La Clave de la Teosofía, que se la obsequió a él en 1891, el año en que ella murió: “A mi viejo y muy querido amigo, Charles Leadbeater, de su hermana, H. P. Blavatsky.” Como señaló el Sr. Jinarâjadâsa en su artículo “Lo que HPB pensaba de C. W. Leadbeater” (The Theosophist, febrero 1927), “ella no llamaba a todos los teósofos que estaban a su alrededor un “amigo muy querido”.” La evidencia presentada en este artículo sugiere que HPB consideraba a CWL no sólo digno de apoyo en su trabajo por la Sociedad Teosófica, sino también como servidor dedicado de los Hermanos Mayores que trabajan por la regeneración de la consciencia humana. El hombre joven que HPB trajo a Adyar en 1884 se convirtió en un conferencista internacional para la Sociedad, un escritor prolífico y en un vidente, y fue él quien descubrió en 1909, en la playa de Adyar un joven muchacho, J. Krishnamurti, de quien predijo que un día se convertiría en un maestro espiritual y en un gran orador. Algunas de sus opiniones eran controvertidas, como lo fueron las de muchos pioneros teosóficos al observar la vida allende las escalas del condicionamiento humano. Por medio de sus investigaciones en los reinos más sutiles de la existencia y su presentación lógica, innumerable cantidad de personas durante los últimos cien años en muchos países encontraron inspiración, consuelo y significado, que los movió a llevar vidas más nobles de servicio y auto-responsabilidad. Su trabajo ayudó a que la luz de la Teosofía viajara a lo ancho y a lo largo del mundo. Como se mencionó anteriormente, cuando CWL se encontró con HPB por primera vez, ella dijo: “Ha comenzado bien, tal vez pueda hacer algo más.” Ella estuvo en lo cierto porque siempre estuvo listo para servir. Cuando fue Obispo en Sydney en 1916, eligió como lema episcopal la expresión latina samper paratus, “siempre listo”, listo para realizar el trabajo del Maestro. Él fue uno de los que soportó hasta el final, porque había visto el plan de Dios, y no pudo evitar ayudar a “trabajar por él y hacerse uno con él, porque es sumamente glorioso y bello”.
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