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El Teósofo - Órgano Oficial de la Presidenta Internacional de la Sociedad Teosófica
Vol. 128 - Número 2 - Noviembre 2006 (en Castellano)

 
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Astrología, Karma, y Libre Albedrío – parte II

 

Ricardo Lindemann

El Sr. Ricardo Lindemann, es ingeniero civil, tiene un título de grado en Filosofía, y es Secretario General de la S.T. en Brasil.  También es Profesor de Astrología para Investigadores en el Universidad de Brasilia.

 

   Desde el punto de vista de la Astrología Kármica, cada estrella instruye en algún aspecto específico sobre el misterio de la vida.  Nadie deja la escuela  sin aprender la currícula mínima, de lo contrario uno tiene que retornar a ella. No tiene importancia si nos gusta solamente un maestro y ya hemos aprendido su materia, tendríamos que regresar a la escuela a aprender las otras materias también.  Luz en el Sendero dice:

 

La inteligencia es imparcial; ningún hombre es tu enemigo, ninguno es tu amigo. Todos son tus instructores. Tu enemigo se vuelve un misterio que debe ser resuelto, aunque se necesiten siglos para ello; pues el hombre debe ser comprendido.14

 

   Lo mismo se aplica a los signos y a las estrellas. En este sentido, la primera sugerencia para desarrollar un mejor equilibrio de la personalidad es tratar de comprender las virtudes de nuestro signo opuesto (que nunca se debe ver como nuestro “enemigo”). Ellas son complementarias y se desenvolverán en nosotros cuando las comprendamos. La Sra. Emma Costet de Mascheville, mi querida e inolvidable maestra, trata este tema de forma magistral en su libro Luz y Sombra15, (Light and Shadow), que se recomienda a aquellos interesados en este tema.  Mientras me guste solamente mi signo y mi planeta regente, tendré que reencarnar, porque aún no he entendido el drama de la vida; estoy ilusoriamente identificado “conmigo mismo”: una personalidad ficticia y transitoria. Sufro porque no conozco mi esencia, que no está confinada a imágenes temporarias, sino que ella misma es libertad, eternamente presente como atención pura. Donde está tu atención, allí está tu corazón y tu espíritu. Cuando el espíritu eterno se identifica con lo ilusorio y lo transitorio, sufre, porque pierde su libertad innata, y es incapaz de aceptar los límites del tiempo, del espacio, la separación, y la soledad, que son limitaciones del cuerpo y no del Espíritu. Cuando el Espíritu, que es universal y libre, se identifica a través del alma o de la mente con un signo particular, que comienza a adorarlo como el mejor o aborrecerlo como el peor, dependiendo del estado de ánimo del momento, sufre, porque ha perdido su perspectiva libre, amplia y universal que surge de la percepción de la armonía fundamental que existe en cada parte del universo. Pero está regido por la Ley de Karma en el reino del tiempo, que es una percepción instantánea en el reino del espíritu o atención pura. Este paréntesis, que ofrece una vista panorámica de la filosofía oriental y de la Astrología Kármica, puede ser de utilidad en el contexto de la Ley de Karma.

   Uno podría ahora preguntar: ¿realmente existe el libre albedrío? Trataré de esclarecer esta pregunta a través de un ejemplo. Supongamos que un individuo está durmiendo en un bote que desciende por un río. Cabría preguntarse: ¿se caerá o no el individuo por la cascada que está justo delante de él? ¿Qué predicción debería hacerse en este caso? No parece lógico o razonable esperar un milagro, esperando que el río fluya hacia arriba o que el bote salte por encima de la cascada como un cohete. ¿Debo predecir, entonces, que el individuo, junto con el bote, caerán en la cascada?

   Desde un punto de vista estrictamente científico, todo lo que puedo afirmar es que de acuerdo a la Primera Ley de la Mecánica Clásica, o ley de inercia, si no se hace nada para impedirlo, el individuo caerá por la cascada. Pero existe siempre la improbable posibilidad de que pueda despertar a tiempo de su profundo sueño. Entonces podría ser posible que él pudiera actuar a tiempo! Por ejemplo, que pudiera tomar los remos y remar de vuelta hacia el muelle o, si faltaran los remos, nadar hacia la orilla, etc. En cualquiera de estos casos se puede decir, científicamente, que al menos se introdujo una nueva fuerza dentro del sistema. Entonces, como consecuencia, el movimiento fue alterado. El movimiento resultante no es predecible a menos que las nuevas fuerzas introducidas dentro del sistema y las acciones a que conducirán sean conocidas.  La importancia de la Segunda Ley de Newton, o la ley de fuerza   (F = m.a), puede verse claramente. Esta dice que “el cambio de movimiento es proporcional a la fuerza motriz ejercida; y se produce en la dirección de la línea recta en la cual la fuerza es ejercida.” 16 “Newton usaba la palabra “movimiento” para significar lo que hoy se llama momentum, es decir, el producto de la masa y la velocidad; . . . el tiempo derivado expresa el ‛cambio de movimiento’ de Newton”;17 lo cual entonces se convierte en el producto de la masa y la aceleración. “Específicamente, la aceleración es proporcional a la fuerza, la constante de proporcionalidad es la masa corporal, que es una medida de su inercia.”18

   En otras palabras, siempre es posible cambiar un movimiento inercial, pero ese cambio depende de la introducción de una nueva fuerza proporcional a la medida de la masa del cuerpo que se está moviendo. Por consiguiente, sin la introducción de una nueva fuerza, la Naturaleza sigue la ley de inercia, popularmente conocida como la ley del menor esfuerzo. Similarmente, se puede decir que es posible cambiar el destino o prārabdha karma (karma maduro), pero un cambio así depende de la fuerza de voluntad del individuo para introducir una nueva fuerza o kriyamāna karma (karma en generación) en una medida proporcional a la inercia del sistema. La razón por la cual los pronósticos astrológicos se confirman, es porque la mayoría de las personas carecen de la fuerza de voluntad necesaria. Esas personas duermen despreocupadamente en el bote y luego dicen que fue Dios quien quiso que ellos cayeran por la cascada. Platón es más sabio cuando dice en La República, hablando sobre la elección entre diferentes vidas o destinos: “La responsabilidad es del que elige, no hay culpa alguna en Dios.”19

   C. W. Leadbeater pensaba de modo similar sobre la Astrología de los antiguos Caldeos:

 

No puede haber duda, sin embargo, que los caldeos estaban en lo cierto al confirmar el poder de la voluntad de un hombre para modificar el destino marcado por él, por su karma. El Karma puede arrojar a un hombre dentro de cierto entorno o ponerlo bajo ciertas influencias, pero no puede nunca forzarlo a cometer un crimen, aunque pueda colocarlo en tal situación que requiera de una gran determinación de su parte para evitar ese crimen. Por consiguiente nos parece que lo que la Astrología puede hacer, antes o ahora, es advertir al hombre de las circunstancias bajo las que en tal o cual momento él se encontraría a sí mismo; pero ninguna profecía definitiva de su acción bajo esas circunstancias puede, teóricamente, estar basada en probabilidades solamente, aunque reconozcamos plenamente cuán próximas están de convertirse en realidad esas probabilidades en el caso del hombre común de la calle que carece de voluntad.20

 

   Una vez que se formulan estos planteamientos preliminares teóricos, es oportuno introducir algunas evidencias a favor de los argumentos ya señalados. Estas evidencias se pueden encontrar en las investigaciones hechas en cartas astrológicas de hermanos y hermanas mellizos, comenzando con el aclamado astrólogo Stephen Arroyo:

 

Asumiendo que la carta muestre el nivel de conciencia o el nivel de desenvolvimiento espiritual, es también un acercamiento muy limitado a la comprensión de un individuo. ¿Es que no somos capaces de crecer en conciencia durante el curso de esta vida? ¡Esperemos que sí! Soy afortunado de tener hermanas gemelas idénticas diez años más jóvenes que yo, y he sido capaz de verlas crecer, individualizarse, y desarrollar sus propios estilos de vida. Nacieron una después de la otra en muy rápida sucesión, y sus cartas natales son casi idénticas. Incluso sus signos ascendentes están dentro de un grado y medio de diferencia uno del otro. De acuerdo a los astrólogos que he escuchado, quienes consienten en juzgar el nivel de conciencia a partir de la carta natal, ambas almas serían vistas como teniendo un idéntico nivel de desarrollo espiritual. Y aunque sus cartas las describen con exactitud a cada una de ellas en modo general y sus características psicológicas, estas mujeres son tan diferentes como el día y la noche respecto al nivel espiritual. Una tiene particulares inclinaciones espirituales, es vegetariana, interesada en la Astrología, y bastante reflexiva; la otra es mucho más extrovertida y, al menos por ahora, no tiene interés alguno en esos temas como su hermana.21

 

   Esta investigación de hermanas mellizas nacidas en muy rápida sucesión me parece de gran importancia. Un ejemplo que llamó mi atención fue el de dos hermanas que eran mellizas (no gemelas idénticas), cuyas cartas natales eran las siguientes:

 

Nombre: IH                                       -                      Nombre: AL

26 de Octubre de 1938                   -                      26 de Octubre de 1938

Porto Alegre, RS (Brasil)                -                      Porto Alegre, RS (Brasil)

Hora:  05h 00min a.m.                     -                      Hora: 05h 05min a.m.

Ascendente 18º Libra 27º               -                      Ascendente 20º Libra 13º

 

   En este caso, puedo mencionar no solamente diferencias psicológicas entre ellas como personas, sino también un hecho sobresaliente: IH no se casó ni tuvo hijos, mientras que AL se casó el 26 de Julio de 1958 y tuvo un hijo el 14 de Julio de 1959. Por favor noten que ambos Ascendentes también difieren por aproximadamente un grado y medio; por consiguiente, las diferencias significativas en tránsito y progresiones estarán fundamentalmente en los aspectos que rigen a los ascendentes y al Cielo Medio (CM). Otros aspectos tendrán efectos idénticos para propósitos prácticos. Por lo tanto es interesante notar que AL se casó mientras Marte estaba en conjunción con el Ascendente en la Dirección Simbólica del Arco Solar, ya que el punto del nacimiento solar era 00º59’52’, y Marte era el regente de la séptima casa, que está relacionada con el matrimonio. Todo parece indicar que el matrimonio trajo más capacidad para la iniciativa y la autonomía en relación al entorno previo, de la familia original, dominada por la autoridad paterna (padre de origen alemán con el sol en Escorpio). La otra hermana, IH, también tuvo una oportunidad de casarse el año anterior (como su ascendente está aproximadamente un grado y medio antes del de AL), pero parece que no llegó a un buen entendimiento con su prometido a pesar de lo que él insistió, y a que ella reconoció posteriormente que esa relación iba a ser la única en su vida en la cual realmente consideró casarse, tener niños, etc.

   Sin dudas que el número de casos presentados aquí no es suficiente para una análisis estadístico riguroso, pero desde el punto de vista de la lógica científica, un solo caso, si se valida completamente, es suficiente para refutar una hipótesis. Es como una cubierta desinflada de un auto: ¡un único orificio es suficiente para desinflar toda la cubierta! Por lo tanto, se puede demostrar sencillamente que la Astrología no es determinista, porque, en el caso de cartas natales prácticamente idénticas y por consiguiente estando bajo las mismas influencias de los astros, las hermanas mellizas tomaron decisiones diferentes, introduciendo nuevas fuerzas dentro del sistema completo, resultando en vidas significativamente distintas, aunque sus destinos les ofrecieron oportunidades muy similares. De hecho, otros sucesos interesantes en sus vidas, como quebrarse un brazo, le sucedió a ambas, así como someterse a una cirugía, siempre experimentándolos primero IH con una anticipación de un año aproximadamente. Pero este no es el tema a tratar aquí, ya que el enfoque de este escrito no es probar que la Astrología es efectiva, pero sí demostrar que es posible cambiar el destino o las tendencias como una consecuencia de nuestras elecciones, o lo que se llama  “libre albedrío”.

   Considerando, por consiguiente, una analogía con la Segunda Ley de Newton, al introducir una nueva fuerza, es posible cambiar el movimiento inercial o la tendencia probable y predecible hacia ciertos sucesos, lo que podemos comparar con el destino, como se lo llama comúnmente, o karma “maduro”. El destino del individuo en nuestro ejemplo  es caer por la cascada, pero él puede cambiar su destino si introduce nuevas fuerzas proporcionales a la magnitud del problema. Existen casos sin embargo, en que en la práctica, sólo es posible minimizar el problema. Al respecto, la Dra. Annie Besant dice:

 

Esforzarse siempre es una actitud sabia. No importa si parece no haber esperanzas, usted ha disminuido el peso encima suyo. Cada esfuerzo produce su resultado, y cuanto más sabio sea usted mejor puede pensar, desear y actuar. Si usted considera al karma de esa manera, nunca lo paralizará, sino que lo inspirará. “Pero”, usted dice, “existen algunas cosas, después de todo, en las cuales mi destino es demasiado fuerte para mí.” A veces se puede engañar al destino, cuando no podemos enfrentarlo cara a cara. Cuando el marinero navega viento en contra, no puede cambiar el viento, pero puede cambiar la disposición de las velas. La dirección del barco depende de la relación de las velas con respecto al viento, y, por una cuidadosa bordada, se puede navegar casi en contra del viento, y con sólo un poco de esfuerzo extra llegar a destino. Esa es una parábola sobre el karma. Si no puedes cambiar tu destino, cámbiate a ti mismo, y encuéntrate con él en un ángulo diferente, y se deslizará exitosamente por donde el fracaso pareció inevitable. “Yoga es destreza en la acción”, y esta es una forma en la que el hombre sabio rige sus estrellas en vez de ser regido por ellas. Las cosas que son realmente inevitables, y en las que usted no puede cambiar su actitud, aguante. Son muy pocas. Cuando algún destino es tan poderoso que lo único que puede hacer es doblegarse y rendirse, al menos entonces aprenda de él, y debido a ese destino recogerá una flor de sabiduría que quizás un destino más feliz no le hubiera posibilitado obtener. Y así en cada camino encontramos que podemos hacerle frente y vencer, y aún de una derrota podemos conseguir la flor de la victoria.22

 

   Así uno puede darse cuenta que karma no es incompatible con la idea de libre albedrío, porque a partir de nuestras decisiones presentes comenzamos a crear un nuevo destino para el futuro, que no significa necesariamente un futuro remoto en una reencarnación lejana, sino que puede ser mañana.

   Todo depende de la potencia de las fuerzas que ya hemos puesto en acción en el pasado, y la potencia de nuestra voluntad presente. Al respecto, la Dra. Besant afirma:

 

Aquí yace la solución al viejo problema del destino y del libre albedrío; por el ejercicio del libre albedrío el hombre gradualmente crea limitaciones para sí, y entre estos dos extremos se encuentran todas las combinaciones de libre albedrío y destino que constituyen las luchas dentro nuestro, de las cuales tenemos conciencia.23

 

   De modo que ha sido demostrado que no existe una incompatibilidad real entre Astrología, Karma y Libre Albedrío cuando estos conceptos se comprenden más profundamente.  Como siempre podemos ayudar a despertar las fuerzas internas del ser humano, ningún astrólogo debería predecir  destinos inexorables. Realmente no sabemos cuánto poder y fuerza se esconden dentro nuestro, y frecuentemente nos sorprendemos cuando triunfamos en algunas pruebas que pensábamos estaban más allá de nuestras fuerzas. Parece evidente que hacer una predicción de que el individuo caerá por la cascada no es constructivo ni verdadero, dado que solamente podemos ofrecer tendencias probables, ya que el individuo puede todavía despertar e introducir nuevas fuerzas impredecibles en la situación dada.

   Consecuencias serias y sufrimiento innecesario pueden provenir de predicciones sobre el momento de la muerte de un individuo. C.W. Leadbeater hizo una afirmación importante al respecto:

 

Parece probable, por lo tanto, que en la mayoría de los casos el momento exacto y la manera en que un hombre morirá no está decidido antes de que nazca o en el momento del nacimiento. Los astrólogos nos dicen que en muchos casos no pueden realmente predecir la muerte de un sujeto cuyo horóscopo están examinando. Dicen que en un momento dado las influencias maléficas son fuertes, y el hombre puede morir, pero si no muere, su vida continuará hasta otra ocasión en que los aspectos del mal lo amenacen, y así sucesivamente.... Es probable que estas incertidumbres representen puntos que se dejaron abiertos para decidir más adelante, dependiendo en gran medida de las modificaciones introducidas por la acción del hombre durante su vida, y por el uso que hace de sus oportunidades.24

 

Por lo tanto, hablando éticamente, es bueno enfatizar que la ciencia de la Astrología debería estar especialmente en contra de predicciones inexorables sobre el momento de la muerte de un individuo.

   Aún en un área de predicción menos arriesgada, si algún astrólogo le hubiera dicho a AL que ella no se casaría porque Saturno estaba en conjunción con la cúspide de la séptima casa, y que tal sería el destino de ambas hermanas mellizas, y ella le hubiera creído, ¡quizás yo no hubiera nacido y la lectura de este escrito sería imposible en este contexto!

   Quizás este es el único caso que he tenido la oportunidad de estudiar cuidadosamente, el de mi madre y mi tía, pero puedo afirmar que las diferencias en los destinos de cada una son palpables, aunque sus oportunidades fueron muy similares, especialmente en el comienzo de sus vidas.

   Me parece obvio que ningún astrólogo debería presentar predicciones inexorables, sino más bien presentar reflexiones sobre las tendencias probables de los eventos, recordando siempre que para cambiar su destino el individuo necesita primero despertar y cambiar él mismo. Por lo tanto, Stephen Arroyo hace hincapié en la importancia de la Astrología como un sendero de auto-transformación, especialmente cuando cita a C. G. Jung, que dijo:

 

Lo que le sucede a una persona es característico de ella.25

 

La regla psicológica dice que cuando una situación interna no se hace conciente, sucede afuera, como destino. Esto es decir, cuando el individuo . . . no se hace conciente de sus contradicciones internas, el mundo debe forzosamente representar el conflicto y empujarlo dentro de situaciones opuestas.26

 

En otras palabras, nuestras elecciones, motivadas por el inconciente, finalmente determinan resultados circunstanciales que se toman como revelaciones de esa inconciencia en una forma objetiva e instructiva. Como generalmente digo, Karma no existe para nuestra destrucción, sino para instruirnos. La vida es una gran escuela que demanda entendimiento y comprensión. Krishnamurti también recalcó la importancia de la auto-transformación y la comprensión del karma, cuando dice: “Yo digo que es posible romper esta continuidad del karma, pero sólo cuando usted comprende la forma en que opera el karma, que no es estática, predeterminada, sino que es una cosa dinámica, en movimiento.”27

   La Astrología sería más útil si en vez de buscar en ella predicciones inexorables, tratáramos de encontrar una forma de auto-conocimiento, auto-transformación y auto-liberación. La ética del astrólogo debería estar gobernada por la humildad de decir que él conoce sólo la probabilidad de los hechos y que es incapaz de predecir cómo se materializará finalmente, porque otras fuerzas se podrían introducir que alteraran el resultado final. Si este principio ético no se respeta, entonces la Astrología no se puede presentar científicamente, excepto de manera supersticiosa, probablemente haciendo más mal que bien, y paralizando al hombre en vez de ayudarle a deshacerse de sus conflictos ilusorios y a descubrir el auténtico potencial de su ser, lo cual debería ser la verdadera misión de la Astrología.

 

Referencias

 

14. Mabel Collins, Luz en el Sendero, Chennai (Madras), Mini ed., The Theosophical Publishing House (TPH), 1996, p.57.

15. Emma Costet de Maschevlle, Luz e Sombra, Brasilia, Ed. Teosófica, 1999.

16. Isaac Newton, Mathematical Principles of Natural Philosophy, En: Los Grandes Libros del Mundo Occidental, Chicago, Encyclopaedia Britannica, 1984, v.34, p.14.

17. The New Encyclopaedia Britannica, Chicago, Encyclopaedia Britannica, 2003, vol.23, p.706.

18. ibíd., v.7, p.994.

19. Platón, La República, En: Los Grandes Libros del Mundo Occidental, Chicago, Encyclopaedia Britannica, 1984, v.7, p.439. [617]

20. Annie Besant y C. W. Leadbeater, El Hombre: de dónde vino, cómo, y adónde va, Chennai (Madras), TPH, 1971, p.218-9.

21. Stephen Arroyo, Astrología, Karma, and Transformation, Sebastopol, CA, USA, CRCS Publications, 1992, pp.32-3.

22. Annie Besant, La Vida Teosófica, Chennai, TPH, 1999, pp.42-6.

23. Annie Besant, La Sabiduría Antigua, Chennai, TPH, 2001, p. 289.

24. C. W. Leadbeater, La Vida Interna, Chicago, The Rajput Press, 1912, vol.2, p.341.

25. Arroyo, op.cit., p.3.

26. ibíd., p.8. [Aion.p.71]

27. J. Krishnamurti, Time and the Timeless, Chennai, Krishnamurti Foundation India, 2002, p.8.


 

 


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